Correcta continuación que, eso sí, puede que no satisfaga a los fans más fieles de la trilogía original. Pese a ello, se está ante una notable transición hacia una nueva franquicia que pretende mantener muy vivo el espíritu de ‘Star Wars‘.
Romper con el mito original
Sin duda, el gran reto que tiene Disney con la saga ‘Star Wars’ es mantener una franquicia de éxito durante un tiempo bastante considerable, pero también lograr continuar con unos estándares de calidad, tanto comercial como artística, que permitan que el público y, sobre todo, los fieles seguidores sigan apoyando una franquicia que terminó en 1983 y reapareció en 1999 con la trilogía precuelas y que en 2015 volvió con ‘Star Wars. Episodio VII: El despertar de la Fuerza’, ahora llega el octavo episodio, ‘Los últimos Jedi’, que, realmente, pretende convertirse en un punto de inflexión en la renovación de la saga.
La Resistencia, liderada por la General Leia Organa, resiste como puede a los ataques de la Primera Orden, gobernada por el temible Snoke. Mientras, la joven Rey ha encontrado a Luke Skywalker, el legendario Jedi. La heroína tendrá que encontrar respuesta al sentido de su lugar en la lucha contra el lado oscuro de la Fuerza. Para ello, Rey tendrá que tener la ayuda de Luke, que aún sigue abatido por haber fallado en su entrenamiento de Ben Solo, convertido en un Kylo Ren más tenebroso de lo que se puede intuir.
El desafío de continuar la saga
El gran punto a favor de ‘Star Wars: Los últimos Jedi’ es que logra plantear una interesante reflexión sobre el equilibrio entre luz y oscuridad, al igual de tener varias escenas trepidantes combinadas con varias subtramas en las que se muestran juegos de poder e intriga política, todo dentro del universo ‘Star Wars’, al menos al principio. Porque el principal objetivo de Rian Johnson, que además de dirigir firma el guion, es derrumbar el mito, la fuente original. Para ello, opta por una decisión muy arriesgada, destruir lo antiguo para darle el entero protagonismo a lo nuevo.
Una maniobra arriesgada, ya que logra dos efectos completamente opuestos. Por un lado, logra crear una correcta producción comercial en la que todo el pasado deja el testigo a lo nuevo, la transición es buena, dándole cierto rédito y homenaje a lo antiguo, dejando muy buenos momentos para un crepuscular Mark Hamill, un actor al que se le debería dar más opciones interpretativas fuera de la saga ‘Star Wars’, sobre todo por lograr transmitir la frustración, la melancolía y la redención de una manera tan acertada, máxime cuando el actor estaba en desacuerdo con el rumbo del mítico personaje.
Por otro, el destruir prácticamente toda la mitología y, por qué no decirlo, la mitomanía que se ha forjado alrededor de la saga puede provocar perplejidad en los fans más acérrimos de la saga. No hay que olvidar de que se trata de una franquicia que nació en 1977, que tiene 40 años a sus espaldas y que debe toda su fama y legado a los personajes que creó George Lucas. De ahí, que pueda producirse la pregunta de si Disney ha aprovechado la fama de una franquicia más que consolidada para, realmente, crear algo ajeno de la trilogía original de ‘Star Wars’.
Polémica ruptura del pasado y lo futuro
Más allá de ese planteamiento, en el que se puede entender que cause indignación en ciertos sectores de los fans de la saga, cierto es que ‘Star Wars: Los últimos Jedi’ no es una mala película, tiene acción y logra mantener la tensión e incertidumbre casi hasta el último instante, pese a sobrarle algo de metraje. Sus actores están correctos y todos cumplen con su cometido, Carrie Fisher vuelve a erigirse como la reina, más que princesa, de la saga, mientras que los personajes de Daisy Ridley, John Boyega, Oscar Isaac y Adam Driver se desarrollan con coherencia, aunque dando alguna que otra sorpresa. Mención especial para Kelly Marie Tran, que sorprende con Rose, un nuevo personaje femenino que se intuye que será muy importante en entregas venideras de la saga.
Toca ver si el derrumbar los iconos de la saga original y el significado que tenía consigo valdrá la pena para un tercer episodio que, supuestamente, debe ser el broche de oro de esta nueva trilogía y si, realmente, da pie para un nuevo comienzo, ya que Disney tiene intención de continuar con ‘Star Wars’ más allá del noveno episodio. De momento, nos queda disfrutar de una película arriesgada en sus decisiones.