Volvemos con una nueva sesión de The Big Bang Theory, la serie protagonizada por Jim Parsons y Johnny Galecki, entre otros. En este decimonoveno episodio de la octava temporada titulado “The Skywalker Incursion”, Sheldon y Leonard iniciarán un viaje que terminará como nunca habían imaginado. Por su parte, Penny, Raj y Amy ayudarán a hacer limpieza a Bernadette y Howard, pero una disputa cambiará el curso de las cosas. Si quieres saber al detalle lo sucedido sigue leyendo pero ¡¡alerta spoiler!!
Espíritu aventurero
Leonard y Sheldon van a realizar un viaje en coche para acudir a otra universidad a dar una conferencia sobre el artículo que escribieron juntos. Pero lo que parecía un viaje normal se convierte en toda una locura cuando Sheldon acepta poner música para amenizar el trayecto y celebrar el éxito de su investigación. ¿Tanto ha cambiado el doctor Cooper? ¿Hasta estos extremos hemos llegado?
Como tienen tiempo de sobra para llegar puntuales, ambos deciden pasarse por el rancho Skywalker, propiedad de George Lucas. Llegar hasta el lugar no les ha resultado nada complicado pero una vez allí se topan con una puerta. Dispuesto a entrar, llaman al timbre y a pesar de un discurso poco convincente, logran que la puerta se abra y les reciban.
El siguiente paso que les aproxima a George Lucas es pasar por el arco de seguridad. Allí se encuentran con un guardia bastante simpático pero, lógicamente, a pesar de los infantiles argumentos y las súplicas, no les deja pasar. Sin embargo, Sheldon no se da por vencido y sale del vehículo dispuesto a entrar a pie. En una carrera logra divisar la rústica casa de George Lucas pero rápidamente es paralizado por los guardias de seguridad.
Tanto Sheldon como el pobre Leonard, que no ha hecho nada, son detenidos en una sala junto a otro hombre que saltó una de las cercas y fue descubierto besando a una de las esculturas de Chewbacca. Finalmente, aunque no consiguen ver nada más del rancho, les dejan libres sin presentar cargos contra ellos pero si les vuelven a ver por el lugar, llamarán a la policía.
Aunque han perdido la oportunidad de realizar su conferencia y no han llegado a conocer a George Lucas, ambos se toman la experiencia como toda una aventura. Asimismo, poca gente puede decir que haya entrado en el mismísimo rancho Skywalker y, además, ¿cuándo volverá a ver Leonard a Sheldon desplomándose en el suelo? ¡Ese recuerdo no tiene precio!
Una lección de juego
Mientras tanto, el resto del grupo se dispone a vender algunos de los trastos del garaje de la casa de la señora Wolowitz. Allí hay muchos objetos de Howard que guardan gran valor para él, pero su esposa no está dispuesta a cargar con tantos trastos inútiles, lo que provoca una pequeña discusión entre ambos (aunque todos sabemos quién ganará la batalla).
Entre tanto objeto olvidado encuentran una vieja mesa de ping-pong que les sirve para decidir qué hacer con ese TARDIS tan preciado de la serie Doctor Who que Howard guarda como paño en oro. Por parte de Bernadette jugará Penny, mientras que por la parte de Howard jugará Raj. El partido va a favor de Howard hasta que una sucia treta de Bernadette hace cambiar de parecer a Raj.
Viendo que su amigo acepta el chantaje de su mujer, Howard cambia de opinión y quita a su amigo ya que ahora prefiere como jugadora a Amy. Y, para sorpresa de todos, Amy es una magnífica jugadora. Como Penny no ha demostrado ser estupenda, Bernadette también pide cambio, ahora Raj competirá por ella a cambio de tener la TARDIS en su casa.
Viendo que van empatados y que Amy tiene el saque y ha demostrado ser muy buena con su servicio, Bernadette vuelve a recurrir a una de sus estratagemas: ¿cómo se vería el cuarto de Amy siendo la entrada de la TARDIS? Seguro que Sheldon no se niega a entrar en su cuarto. Finalmente, Bernadette logra su objetivo y consigue deshacerse del objeto que pasa a formar parte de la habitación de Amy.
Última actualización: 03/04/2015