¿Estamos ante el capítulo de Homeland más impresionante de toda la temporada? Yo digo sí. El episodio anterior ya nos dejaba bastante descompuestos: Carrie sabía quién era el topo, Saul estaba en manos de los terroristas (otra vez) y aparentemente Estados Unidos aceptaba un intercambio de rehenes claramente desigual. ¿Pero qué tendrá este capítulo que puede mejorar todo lo anterior? ¡Alerta spoiler!
Empezamos esta semana con Quinn, que mira disgustado como cinco de los terroristas más peligrosos están a punto de quedar en libertad. Es el encargado de firmar por parte de la CIA, y no parece muy de su agrado cumplir las órdenes de Haqqani, ¿pero qué otra opción tienen? Carrie, por su parte, tiene algunas sospechas: el líder simuló su muerte antes de que Saul apareciese por allí. Hay algo más importante detrás y necesitan saber qué es.
El problema es que no solo tienen problemas fuera, hay uno bastante importante dentro, y tienen que acercarse a Boyd con cautela, o saldrá espantado. Le preguntan sobre Bachman, amigo suyo, y le cuentan que estaba intercambiando información secreta antes de su muerte. ¿Sabía él algo acerca de eso? La información salió del ordenador de Martha, su mujer. ¿Fue él? Asegura que no. Tampoco le hace falta ningún intermediario para eso, ¿verdad?
Carrie le aprieta algo más contra las cuerdas. Le enseña los documentos, y le acusa directamente de colaborar con Sandy. Tiene pruebas, así que sí que fue él. No irá a ningún lado hasta que les diga quién del servicio secreto era el contacto de Bachman. Porque eso era lo sospechoso, Sandy tenía información muy buena acerca de los talibanes, y era la inteligencia pakistaní quien se la pasaba. Carrie le confiesa que sabe que fue él quien cambió sus medicinas, y que sabe que fue bajo el mandato de esa persona.
Estás acabada
Boyd no suelta prenda, no quiere admitir nada, así que Carrie pasa al siguiente nivel. Sabe cómo hacer que hable, y lo terminará haciendo. Pero si hay alguien que se pasa por el forro a la CIA es Martha, e interrumpe allí mismo preguntando por su marido. Es su embajada y quiere una explicación. Sin su autorización, Carrie no puede interrogar a nadie. “Estás acabada”. Se lleva a su esposo, pero todo se trata de un teatro organizado por Lockhart con la colaboración de la embajadora. Y no da resultado. Sigue negándolo todo.
Dennis trata de dejar la Embajada. Le cuenta a los guardas que sale para su oficina, pero no cuela. Martha aparece y le quita la bolsa, lleva ropa, dinero y el pasaporte. Dennis huía. Todavía sigue sin decir la verdad, así que le retendrán en una celda.
Saul ha vuelto a la suya, a otra. Pero ahora tienen mucho más cuidado para que no vuelva a escapar. A los talibanes les gusta mucho la promoción, y utilizan a Saul como protagonista de un nuevo video reivindicativo. Ya se encuentra en Islamabad, suponemos que para el intercambio. A Carrie le llama Mira, la esposa de Saul. Le dice, en pocas palabras, que no se fía de ella y que su marido puede salir muy mal parado en ese intercambio si se les ocurre jugársela a Haqqani. ¿Tenía Carrie algo pensado? ¿Algún plan secreto?
Llega la hora del intercambio. Carrie va al lugar de encuentro con los pakistanís junto a Redmond y el capitán Franzen. Tasneem pregunta por Lockhart. Cuando Carrie ve a Aasar, mientras están hablando sobre el lugar del intercambio, decide llamarle y le cuenta que algo no va bien. El lugar escogido no es muy adecuado, pues quedan todos muy expuestos. Además, Aasar –misteriosamente- no fue invitado al proceso de selección. Vemos como Tasneem parece sospechar de la conversación entre ambos. Parece que algo va a ocurrir.
Cuerda de presos
A Saul le meten en una furgoneta con un niño que lleva un chaleco repleto de explosivos conectados a un móvil. Cuando él era director de la CIA, un drone mató a su padre y a su hermano. “Él es feliz llevándolo”. Al punto de encuentro llegan primero los prisioneros, aunque tanto el servicio secreto pakistaní (ISI) como Carrie y compañía ya están en sus puestos. Desde la Embajada, Martha, Lockhart y Quinn están al tanto de todo por medio de una pantalla. En realidad parece un intercambio entre el ISI y la CIA. Aunque sabemos que es prácticamente así.
Estos son momentos de mucha tensión. Incluso para quien lo está viendo en su casa. Como Carrie, sabemos que algo no va bien, que algo falla. Saul se niega a bajar de la furgoneta, no quiere ser partícipe de eso ni ser intercambiado por ningún terrorista. Le dejan ahí en medio y la furgoneta retrocede, pero también han dejado al niño con la bomba. La cosa empieza a ponerse fea y todo el mundo está muy nervioso. El niño actúa de seguro, y cuando los prisioneros estén libres, se irá con ellos. La garantía que Tasneem le da a Carrie es que Haqqani no mataría a sus propios hombres.
Los terroristas avanzan, pero entonces Saul se echa al suelo. Si continúa así, llamarán al teléfono que lleva el niño y ambos explotarán, pero es que eso es lo que él quiere. Carrie decide intervenir y aproximarse a ellos. Se acerca a una bomba como quien va a comprar el pan, calmada, aparentemente. Le pide, por favor, que se mueva. Y acepta. El intercambio se lleva a cabo, y los terroristas son soltados.
¿Todos?
Martha va a visitar a Dennis. Le cuenta que el intercambio ha finalizado y Saul está de camino a la embajada. Vemos tres furgonetas oscuras por la ciudad, en una de ellas van Redmond, Carrie y Saul. El primero recibe una llamada de Mira, y se la pasa a Saul. De repente, una bola de fuego. Un proyectil impacta con el primero de los coches de la comitiva, en plena ciudad. El coche en el que van ellos choca con el primero. Cuando los del tercer coche se disponen a salir, otro proyectil lo hace saltar por los aires. El suceso llega rápidamente a la Embajada. El director de la CIA ordena el despliegue de los marines.
Estaba claro que algo tenía que pasar. Parece que el coche en el que van Carrie y el resto es el único que no arde. Pero si eso fuese malo, la cosa empeora. Cuando Martha se entera, se lo comunica a Dennis. “Los marines han ido al lugar de los hechos, a brindar asistencia.” La respuesta de su marido me pone los pelos de punta: “¿Todos?” Boyd confiesa, eso es lo que Tasneem quería saber, como Carrie salía y entraba de la Embajada. Por el túnel que hay debajo de ella. Al que acaba de entrar Haqqani con un montón de hombres.
Opinión
Este final no sé si podremos aguantarlo. No durante mucho tiempo. Entiendo que haya gente que eche de menos las temporadas anteriores pero con este capítulo te puede dar un ataque. ¿Seguirá Carrie viva? ¿Qué será de la Embajada ahora que la están asaltando? Está claro que la emboscada no era más que un escalón más en el plan de Haqqani. Eso era lo que buscaba Mathison al principio del episodio, ese plan que el terrorista tenía ya en mente incluso antes de que Saul pisara Pakistán.
La cara de la Embajadora cuando se entera de que Tasneem es la enlace de su marido es un poema, y la de cualquiera que vea este capítulo, me incluyo. Todo cobra un sentido maquiavélico y fatal. Haqqani ha sido el más listo y ahora parece que va a tomar la Embajada a la fuerza. Uno de los sitios más seguros de la ciudad. Aunque ponerle esa birria de candado a un acceso tan importante como el del túnel me parece tristísimo. ¿Aguantaréis estoicamente al siguiente episodio? Yo lo intentaré, pero no prometo nada.
Puntuación: 9
Última actualización: 24/11/2014