Crítica de La cabeza alta
Crítica de La cabeza alta
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C.S. Lewis dijo: “Si los rebeldes pudieran triunfar descubrirían que se habían destruido a sí mismos”. La rebeldía en su estado más puro está prácticamente enlazada con la ira. Un estado que en la adolescencia se incrementa debido a que es una etapa de constante evolución.La cabeza alta es la última cinta dirigida por Emmanuelle Bercot, que se convirtió en el filme de apertura del 68 Festival de Cannes, marcando un hito histórico al ser la primera en 30 años que abre este certamen una realizadora.

El joven Malony es un chico que se siente abandonado. Su madre, Séverine, es una mujer veinteañera inmadura y drogadicta que dejó que se lo llevaran los responsables de Asuntos Sociales. Ahora que tiene 16 años, se ha convertido en un joven delincuente que está constantemente de mal humor. Después de haber robado un coche, es llevado ante la juez Florence, que conoce y trata al chico desde que su madre lo dejó con 6 años. La mujer ve que Malony, pese a su ira y su tendencia a delinquir, no tiene mal corazón. Para intentar reinsertarlo en la sociedad contará con la ayuda de Yann, asistente social que acompañará al joven rebelde e intentará ayudarle.

Crítica de La cabeza alta

Emmanuelle Bercot vuelve a traer de vuelta los problemas de la adolescencia vistos de manera extrema como sucedió en ‘Clément’, ‘Backstage’ y la serie ‘Student Services’. La realizadora y actriz se mueve en un terreno que ya conoce, los problemas de la edad en plena pubertad. Ahora lo lleva ante un joven problemático, carne de mafias y drogadicción. Se trata de un tema manido que, pese a ser muy utilizado, con buena mano se consigue extraer un relato interesante. Algo que logra medianamente bien con esta propuesta.

Y es gracias a sus excelentes actores. Catherine Deneuve es una demostración de reinvención. La veterana actriz ha dejado atrás su imagen etérea y fría que le convirtieron en una de las grandes divas del cine francés en títulos como ‘Belle de jour’, ‘Repulsión’ o ‘El último metro’. De aquí a un tiempo está tomando papeles más cándidos pero no por ello más fáciles de realizar como ‘Potiche (Mujeres al poder)’, ‘En un patio de París o El viaje de Bettie donde ya trabajó con Bercot.

Junto a la mítica intérprete está un debutante capaz de medirse con ella, Rod Paradot. Pese a provenir de un área más amateur, el joven logra mimetizarse con un personaje caótico, impredecible y lleno de extremos. Paradot es un torbellino de emociones y sensaciones a flor de piel, todo en descubrimiento que viene apadrinado por la Deneuve y por otros dos grandes también: Benoît Magimel y Sara Forestier.

Crítica de La cabeza alta

Este excelente reparto equilibra un relato que, debido a las fuertes dosis de violencia que contiene, es a ratos algo tedioso por la constante cadena de desgracias a las que se enfrenta su protagonista. Sin embargo, la realizadora, que firma el guión junto con Marcia Romano, logra plasmar su mensaje: Hay veces que las buenas intenciones del sistema no son lo suficiente para lograr insertar a todos los individuos marginados de la sociedad. La buena voluntad y la ayuda de progenitores (si es que existen) son fundamentales para lograr que estos jóvenes logren salir de ese círculo vicioso.

Un alegato social a favor del diálogo y la cohesión de los distintos agentes sociales que hacen de esta propuesta una mirada optimista a otras similares recientes como Convicto (Starred Up) yGirlhood. Y, claramente, mejor filmada que la sobrevalorada Mommy de Xavier Dolan.

Bercot juega al límite y, en este caso, la jugada le ha salido bien, aunque empieza a tener síntomas de repetición. Sólo su próximo filme dirá si consigue, como la Deneuve, reinventarse o, por el contrario, quedarse estancada.


Puntuación Final:
4 / 5 Valoración de La Cabeza Alta - 4 sobre 5
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