Quizás para los cinéfilos más curtidos, el principal ingrediente atrayente de Dead Man Down (La venganza del hombre muerto) sea el reencuentro en la gran pantalla del director Niels Arden Oplev con la actriz Noomi Rapace tras la exitosa e impactante Los Hombres que no amaban a las mujeres. Pero este reencuentro se queda en nada con una campaña publicitaria con tráilers que incitaban a la acción pura y dura, craso error, porque aunque existe no es ni mucho menos el grosso argumental de la película que nos atañe.
Dead Man Down se torna en un muy buen drama de personajes, donde estas escenas dramáticas superan de largo a las tomas de acción. Victor (Colin Farrell) es un miembro del sindicato del crimen liderado por Alphonse (Terrence Howard), cuyos miembros son asesinados uno a uno por un clan rival. Victor se encuentra ocasionalmente con Beatrice (Noomi Rapace) una misteriosa mujer francesa con la cara cicatrizada. Según la película progresa, ambos personajes se unirán en una serie de venganzas interiores que les llevarán a encaminarse hacia un violento clímax final.
La relación entre los personajes protagonistas con un Colin Farrell en plan Ryan Gosling en “Drive” y una Noomi Rapace tan dura como en la mencionada adaptación de la trilogía de Stieg Larsson, es el toque especial que destaca a esta producción de los típicos dramas sobre el crimen. Victor, un buen hombre, es convertido por las circunstancias a cursar la vida del crimen y Beatrice una frágil víctima de un accidente que la marca de por vida, van consiguiendo a lo largo del metraje una crítica entre ellos muy creíble que hace que el espectador termine apoyándoles a muerte.
Los actores secundarios como Dominic Cooper, Darcy, el amigo de Victor en el clan, F. Murray Abraham, olvidado desde la oscarizada Amadeus, en un notable papel como Gregor, el consejero de Victor en sus planes, y la actriz francesa Isabelle Huppert como la madre de Beatrice, lucen bien en sus papeles y no quedan muy lejos de la más que funcional pareja protagonista.
Las escenas de acción es lo menos destacable de la película, sin nada fuera de lo común, aunque con un clímax final que parece sacado directamente de Los Mercenarios, con disparos y explosiones de nivel. Sobre todo disfrutable en sus aspectos más dramáticos y en el conseguido desarrollo de personajes, Dead Man Down ha sido una película machacada por la taquilla, quizás por ese vano intento de las productoras de vender un producto como lo que no era.