«—¿A ti cuanto te queda de vida?
—No lo sé, nunca he tenido móvil.»
Este dialogo, tan divertido como, en el fondo, tenebroso y alegórico de los tiempos actuales en el primer mundo, es el destello más brillante de ingenio y originalidad de la última película del belga Jaco Van Dormael.
El director de El octavo día o Las vidas posibles de Mr. Nobody, el filme que le dio fama y reconocimiento internacional, peca en El nuevo nuevo testamento de los mismos fallos que en la película protagonizada por Jared Leto. A saber: premisa atractiva, envoltorio epatante, pero fondo tedioso y estructura narrativa repetitiva que agota el efecto sorpresa del inicio y acaba provocando cierta indiferencia, cuando no agotamiento, en el espectador.
Y es una pena, porque el argumento de El nuevo nuevo testamento prometía, con esa especie de actualización de las sagradas escrituras pasada por el filtro de un imitador de Jean-Pierre Jeunet. Pero tras una primera media hora prometedora, la película se va deslizando hacia la nada más absoluta intentado por el camino ir de película con mensaje, a la vez que pretende (pero no consigue) satirizar la iconografía católica.
Lo malo de apostar por el virtuosismo visual como marca personal con la que ganarse al espectador es que si te sale mal la jugada, si no logras que el mecanismo se mantenga engrasado durante la totalidad del metraje, la película acaba derrumbándose cual castillo de naipes y convirtiéndose en antipática. Y es que Amélie, Delicatessen o Terry Gilliam solo hay uno, y Van Dormael lleva camino de ser el alumno listo de la clase que versiona trabajos de cursos pasados en lugar de un cineasta con voz propia.
Ni siquiera el siempre eficiente Benoit Poelvoorde —recomiendo recuperar de él Tímidos anónimos— consigue dominar su papel de tiránico y “torrentiano” dios. Mención aparte merece Catherine Deneuve, una actriz tremendamente icónica y que aquí está tremendamente antipática (eso no es nuevo) y, sobre todo, tremendamente atolondrada.
Si sois muy amantes del cine francófono, no os molesta que el director os intente demostrar a cada plano lo listo que es, o bien estudiáis en una escuela de cine y queréis copiar ideas visuales para vuestro proyecto de fin de curso (y Amélie ya se la ha llevado un compi), puede que El nuevo nuevo testamento sea vuestra película del próximo fin de semana. Para todos los demás, lanzaos de cabeza a disfrutar de esa cuasi obra maestra que es Marte (The Martian).
2 / 5