La comedia femenina está en plena forma y podría considerarse que vive una etapa excepcional. Todo empezó en 2011 con ‘La boda de mi mejor amiga’, una interesante renovación del concepto de comedia romántica, alejada de los clichés típicos que fueron útiles en los 80 y 90 pero que ahora estaban desactualizados. Después vinieron ‘Cuerpos especiales’ y recientemente ‘Espías’, ahora llega ‘Y de repente tú’, la nueva comedia dirigida por Judd Apatow, que produjo las anteriores cintas nombradas y estuvo a cargo de éxitos en taquilla como ‘Virgen a los 40’ o ‘Si fuera fácil’.
Los padres de Amy se divorciaron cuando era ella muy pequeña. Antes de irse de casa, su padre le dijo tanto a ella como a su hermana Kim que la monogamia y las relaciones estables no son algo real. Años más tarde, ella es una prometedora periodista que vive entregándose a amores esporádicos y sin ningún tipo de compromiso. Cuando su jefa Dianna le obliga a escribir un artículo sobre el mundo deportivo, conoce al doctor Aaron Conners, médico deportivo que se encarga de tratar atletas. La atracción es mutua y Amy empezará a darse cuenta de que ha llegado a un punto muerto en su vida, esto le hará replantearse muchas cosas.
La premisa parece muy vista, aunque en enfoque masculino, un mujeriego empedernido decide redimirse cuando encuentra al amor de su vida. Ahora es una mujer con alergia al compromiso quien se plantea su vida cuando encuentra a un hombre que la quiere tal y como es. Pero no, no es así, ‘Y de repente tú’ es un interesante retrato acerca de cómo las relaciones con los padres afectan a largo plazo a los hijos. El creer que una relación estable no tiene futuro es algo que su padre le inculcó a la protagonista porque él tuvo un matrimonio frustrado. Ese aprendizaje debe ponerse en cuestión cuando se llega a la etapa adulta, algo que esta comedia sabe mostrar.
También es verdad que evita maniqueísmo sobre los estilos de vida, sólo dejando planteamientos acerca de uno mismo. Y lo hace en clave de comedia, con mirada amable y dicharachera. Y todo gracias a su dupla de protagonistas. Amy Schumer, que también firma el guión, es un chispazo en la cinta. Su humor es espontáneo, nada forzado y que recuerda a esa Renée Zellweger de ‘El diario de Bridget Jones’ pero más espabilada, independiente y nada enamoradiza.
A su lado un Bill Hader que hace de excelente partenaire ante una Schumer que es un torbellino al que es imposible no rendirse. Ambos le ponen una mirada cómica a los problemas relacionales en una sociedad cada vez más individualista. Un dúo de actores que saben complementar a sus personajes haciendo que no sean polos completamente opuestos. También un interesante elenco de secundarios, capitaneados por una irreconociblemente seductora y sexy Tilda Swinton, enriquece al filme.
Cierto es que, como buena comedia romántica, ha de acabar bien. Pero la forma en que lo finaliza, aunque convencional, regala escenas graciosas y muy divertidas. ‘Y de repente tú’ es la película más redonda que haya dirigido Judd Apatow, gracias especialmente a la labor de guionista de Schumer, que ha sabido dar parte de su identidad a una interesante, adulta y muy divertida comedia sobre la inmadurez en las relaciones y cómo poder afrontarlas. Las buenas cintas cómicas tienen esencia de mujer, si no, que se lo digan a Melissa McCarthy.
4 / 5