Tras la estupenda ‘Dos buenos tipos’, llega otra Buddy movie, se trata de ‘Un espía y medio’, una comedia dirigida por Rawson Marshall Thurber y protagonizada por Dwayne Johnson y Kevin Hart, una típica comedia de acción que trae a la mente películas como ‘Hora punta’, ‘Infiltrados en Miami’ o ‘Dos policías rebeldes’.
Año 1996 en Chicago, Robbie Wheirdicht es un chico obeso que vive al margen de sus compañeros de clase, que lo acosan e intimidan cada vez que lo ven. Por el contrario, Calvin Joyner es el chico más popular del instituto: Es un lince en los estudios, magnífico deportista y amante de las artes. El chaval lo tiene todo y será nombrada alumno del año en la fiesta de fin de curso. Es en ese momento cuando el grupo de malotes, liderado por un chico llamado Trevor, decide humillar al pobre Robbie dejándole desnudo delante de todos sus compañeros en plena celebración, siendo Calvin el único que le muestra su apoyo en un momento tan vergonzoso.
Años más tarde, Calvin se ha convertido en un contable de clase media, casado con su novia de toda la vida y con una vida aburrida. En la fiesta del reencuentro de antiguos alumnos, un hombre llamado Bob Stone contacta con Calvin, se trata de un tipo altísimo y con unos músculos de culturista que son más duros que una piedra. Se trata de Robbie, que ahora se ha convertido en un importante espía de la CIA y necesitará la ayuda de Calvin al saber éste de finanzas.
La película está llena de tópicos, a cada cual más previsible. Con lo cual, desde el primer momento se sabe qué va a ocurrir y cómo van a suceder los acontecimientos. De hecho, esta mezcla entre ‘The D Train’, ‘Hermanísimas’ y ‘Hora punta’ no parte por un buen camino. Su guión es predecible y le falta imaginación. Todo ello es cierto.
Pero entonces, ¿cómo es que la película logra arrancar carcajadas en sus momentos de humor y que suba la adrenalina en las escenas de acción? La respuesta es sencilla: Dwayne Johnson y Kevin Hart, ambos son el alma de la película y son capaces de levantar una comedia típica y absurda gracias a su carisma y la buena química que desprenden.
La Roca consigue hacer reír gracias a un histriónico personaje, increíblemente exagerado que, gracias a ello, consigue funcionar. Johnson vuelve a demostrar su habilidad para enganchar al público en el género que sabe llevar: Acción, ahora mezclado con comedia. El actor vuelve a ser el gran reclamo de la película. Junto al ex luchador está en un estupendo Kevin Hart, que no para y vuelve a traer una comedieta con un humor con sello propio. Cierto es que difícilmente logra atraer a una audiencia más allá de la local propia, ya que la mayor parte de chistes están hechos para el público estadounidense, pero Hart derrocha chispa y carisma, lo que hace que pueda levantar un proyecto como éste, algo que no pudo hacer con la denostada ‘Infiltrados en Miami’.
Johnson y Hart combinados aportan a esta propuesta la suficiente energía para merecer ser vista. También es verdad que su humor y su acción, aunque muy típicos, están por encima de la media de muchos otros productos similares. Con lo cual, esto provoca que ‘Un espía y medio’ sea puro divertimento para grandes audiencias, logrando captar a la atención de su público objetivo. Imposible mirarlo mal.