Alberto Morais se ha forjado como uno de los directores de cine social más interesantes del panorama del cine español. Tras las estupendas ‘Las olas’ y ‘Los chicos del puerto’ llega ‘La madre’, sección oficial en la Seminci 2016, una película que da un paso hacia delante en una carrera muy prometedora.
La madre, buen cine social español
Miguel es un chico de 14 años que está vigilado por los servicios sociales. Su madre, Carmen, es una persona triste y amargada, que no tiene trabajo y es incapaz de hacerse cargo de él. Un día, la mujer desaparece y esto obliga a Miguel a deambular por las calles para encontrar un refugio que evite que sea capturado por los servicios sociales.
Para su cuarta película, Morais ha creado un relato intenso con un joven protagonista que lleva todo el peso de la película. Javier Mendo, el abandonado Miguel, es un auténtico descubrimiento en una película intimista que puede interpretarse como una metáfora sobre el abandono de la protección de un sistema que ha dejado a sus nuevas generaciones a la deriva.
Javier Mendo, todo un descubrimiento
Morais crea un intenso relato que recuerda a la película alemana ‘Jack’, de Edward Berger’, a la belga ‘El niño de la bicicleta’ de los Hermanos Dardenne o ‘Nadie sabe’ del japonés Hirokazu Kore-eda. Un joven que se ve abocado a refugiarse donde puede mientras busca recuperar el calor materno, una Laia Marull que vuelve a colaborar con Morais y que muestra su rostro más amargo y desesperanzado.
‘La madre’ es una fuerte crítica social que demuestra que el cine español va teniendo cada vez más propuestas semejantes a las del cine social europeo. ‘La madre’ está a la altura de películas como ‘Hermosa juventud’ o ‘Techo y comida’. Morais logra darle la suficiente distancia para evitar caer en fáciles sentimentalismos y maniqueísmos propios de este tipo de cine.
A la altura de películas como ‘El niño de la bicicleta’ o ‘Techo y comida’
Directo y mordaz en su crítica hacia el abandono de la infancia, ‘La madre’ muestra a esos niños que están al borde la marginalidad haciéndolo con distancia, asumiendo un papel de mero espectador ante la sucesión de los hechos, que recuerda a la maestría de los Hermanos Dardenne.
Con un elenco estupendo y una historia sólida, ‘La madre’ es un magnífico relato sobre esa realidad que muchos desconocen y que apenas se ve más allá de las cifras. Una película que abofetea el corazón del espectador para llegar hasta lo más profundo de su ser con un mensaje fuerte y concientizado. Un drama amargo y duro que demuestra que el buen cine social es posible.
