Las películas que basan todo su peso en sus actores están entre las producciones más difíciles de llevar. Necesitan tener un ávido director y un afilado guionista para lograr una buena combinación. Sin embargo, todo depende de la correcta elección de ese actor, que será el que lleve el peso de la película en sus hombros. Lenny Abrahamson ha sabido acertar con su última propuesta, ‘La habitación’, con la que ha conseguido entrar en la terna de los premios Oscar con cuatro nominaciones, todas ellas en categorías importantes.
Jack es un niño de cinco años que vive con su madre, Ma, en una habitación. Para él, el mundo entero está en ese pequeño habitáculo, todo lo demás no es real. Su madre le da de comer, le atiende y le ayuda a crecer como buenamente puede. Por las noches, el pequeño debe esconderse en el armario, ya que llega el Viejo Nick, que le hace cosas extrañas a su madre en contra de su voluntad. Un día Ma se da cuenta de que pronto deberá hacer lo que pueda para escapar de esa habitación si quiere que su hijo no tenga traumas irreparables.
Abrahamson se basa en la novela homónima de Emma Donoghue, que se ha encargado de adaptar su propio escrito para el cine. Inspirado en el caso real de Elisabeth Fritzl, una joven que estuvo cautiva durante 24 años por su propio padre, el cual la violó y le provocó que tuviese siete hijos. Esos hechos tan traumáticos, Donoghue supo tomarlos como referencia para su novela, que ahora cobra vida.
Sin duda, lo que llama la atención de esta propuesta es su puesta en escena inicial. Durante todo un primer acto, la sensación de confinamiento provoca una clara angustia que asfixia al ver a los dos protagonistas en cautiverio. El contraste entre lo vivaz que es el niño y en la frustración y el bloqueo emocional que tiene su madre hacen de esa combinación una interesante muestra de cómo afecta psicológicamente un hecho tan inhumano como el que padece Joy (Ma) durante ya siete años. Abrahamson y Donoghue construyen un relato tenebroso en el que se puede ver esa relación materno-filial como una auténtica exhalación de esperanza. Alejada de la clásica propuesta del típico drama basado en hechos reales, ese primer acto es potente y atrapa al espectador, provocándole un verdadero horror por lo que ve.
Sin embargo, todo cambia en el segundo acto, en el momento en el que aparecen más personajes. El peso del drama, del horror que se vive, queda diluido entre los nuevos actores que entran en la trama. Con lo cual, esa segunda parte sí hace de ‘La habitación’ un típico producto ideal para las sobremesas televisivas.
Pese a que eso supone un gran bache, lo cierto es que su dupla de protagonistas tiene una fuerte conexión que, en seguida, llevará al público a su terreno. Brie Larson tiene el reto de ser esa joven que es forzada a estar en esa habitación, la actriz consigue transmitir el terror vivido durante todos esos años de encierro. Pero quien se roba el espectáculo es Jacob Tremblay, el pequeño Jack. Sorprende ver cómo un niño de ocho años es capaz de mantener bajo sus hombros la trama completa; puesto que Larson prácticamente desaparece del mapa en el segundo acto. Sin duda, quien debería estar nominado (y ganar) es Tremblay, un descubrimiento que hace que se venga a la mente Quvenzhané Wallis con ‘Bestias del sur salvaje’. Larson, sin embargo, tiene una fuerza maternal sobrehumana al inicio, pero que va perdiendo fuerza conforme la trama se va resolviendo. En un año en el que están Charlotte Rampling, Cate Blanchett y Saoirse Ronan, la previsible victoria en los Oscar de Larson se antoja injusta.
Aunque Abrahamson no haya sabido llevar bien la trama en su último tramo, ‘La habitación’ es una magnífica propuesta de actores, que confirma a este director como un maestro de orquesta para el lucimiento de sus protagonistas. Ya lo demostró, en menor medida, en sus anteriores trabajos (‘Frank’ o ‘Garaje’, por ejemplo) pero es este relato en el que el realizador irlandés se ha lucido mejor. Sin duda, una carrera prometedora. Una propuesta interesante que, gracias a sus interpretaciones, hacen que su visionado merezca la pena.
3.5 / 5