Si creíamos haber tocado techo viendo a Stallone y Schwarzenegger juntos en pantalla, Hollywood vuelve a deshojar la margarita de la nostalgia y nos ofrece un encuentro cinematográfico aún más imposible e impensable.
Tenemos a Rocky Balboa (Sylvester Stallone) y a Toro Salvaje (Robert De Niro) enfrentados en el ring, no literalmente pero desde luego esa es la sombra que planea sobre toda la película, viendo durante algunos momentos del metraje fotografías sacadas directamente de las películas antes señaladas.
“La Gran Revancha” ha sido uno de los grandes fracasos en la taquilla navideña en Estados Unidos, pero no me cabe duda de que la calidad de la película ha sido lo de menos en este funesto resultado. Que alguien de la Warner Bros viera un adelanto de esta película y pensara que sería la producción ideal por la que apostar en las navidades USA, es un síntoma más de la debacle general de multitud de proyectos “made in Hollywood”. Creer que una película protagonizada por dos actores en sus 70 años se convirtiera en el principal reclamo en cines en unas festividades donde la gran masa de público es joven, es algo que sobrepasa los límites de la ciencia ficción.
Estamos ante una película apta para un tipo limitado y concreto de público. Los amantes del cine de los 70, 80 y principios de los 90 encontrarán en “La Gran Revancha” más de un motivo para darle una merecida oportunidad. Por un lado tenemos a Robert De Niro, de lejos lo más divertido de la película, acompañado de un Sylvester Stallone que sin la frescura de antaño, vuelve a enfundarse los guantes de boxeo que tantas alegrías le dieron a lo largo de su carrera. Como secundarios una radiante a sus 60 años Kim Basinguer, un adorable Alan Arkin y un frente joven compuesto por un Jon Bernthal que va camino del estrellato tras su paso por “The Walking Dead” y un Kevin Hart como un clon de Chris Tucker en “Hora Punta”.
Chascarrillos de medio pelo, donde las palabras gordo y viejo son tan recurrentes en “La Gran Revancha” como los clichés más típicos del género de comedia de toda la vida. Pero esta simpleza quizás se traduzca en humanidad en este entorno de actores que dejó atrás sus tiempos de gloria y que ya nunca volverán a ser lo que fueron, y de los que tenemos mucha suerte de poder disfrutarlos aún en la gran pantalla.
“La Gran Revancha” no es más que un simple y agradable divertimento que nos traerá buenas recuerdos, pero con el gran error de ser vendida como la gran comedia que no llega a ser, pero tened por seguro que no estamos ante una mala película. El veterano en comedias Peter Segal ha creado un decente producto cinematográfico que te hará reír y que te tocará de pasada alguna fibra sensible. ¿Necesaria? Quizás no, pero prescindible puede que tampoco.
3 / 5
