Si hay una película que puede competir con Amelie por ser la película más asquerosa de los últimos años , esa película se titula Juno.
Jason Reitman supo salir del embrollo con una deliciosamente bien envuelta historia de rabiosa actualidad disfrazada de anuncio de diseño de compañía aérea, Up in the air. Y teniendo en cuenta que Gracias por fumar seguía siendo su cinta más ácida, reconforta comprobar que en su alianza con la guionista Diablo Cody ambos han aprendido de sus errores.
Young Adult, con una galáctica Charlize Theron a la cabeza, se muestra como el reverso tenebroso de Beautiful Girls, aquella agradable y blanquísima epopeya sobre el regreso a casa que nos regaló el tristemente desaparecido Ted Demme hace más de quince años. Si algo comparten las dos películas, además del regreso de algún hijo pródigo que ha triunfado más o menos (salir de los pueblos de de ambas películas ya supone un triunfo personal para cualquiera de los personajes), es una banda sonora acertada, plagada de himnos generacionales que pueden decir tanto como las afiladas palabras de su protagonista.
Mavis Gary (Theron), escritora en la sombra de una saga de moda entre la muchachada, emocionalmente inestable y con tendencia al alcoholismo, recibe un correo electrónico mientras trabaja en su residencia de Minneapolis anunciando el nacimiento de la primera hija del que fuera el amor de su vida y juventud, Buddy Slade (Patrick Wilson) La rubia emprende entonces un viaje de ida y vuelta para intentar sobreponerse a ese tipo de derrota tan dolorosa. Allí, de vuelta en el pueblo, entablará una relación muy peculiar con Matt Freehauf (deslumbrante Patton Oswalt), que le sirve de apoyo moral y desahogo.
Demasiado triste para ser una comedia desternillante y demasiado divertida para ser un melodrama de cuidado, Young Adult resulta indiespensable.
solo digo que es bonita pero le falta animación.