Crítica de La camarera Lynn
Crítica de La camarera Lynn
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El escritor y filósofo francés Michel de Montaigne describió al anhelo como “un deseo que desprecia y abandona lo que se tiene para correr detrás de lo que no se posee”. Para su segundo largometraje, Ingo Haeb adapta la novela de Markus Horts, ‘La camarera Lynn’, en un filme homónimo protagonizado por Vicky Krieps, Lena Lauzemis, Christian Aumer y Steffen Münster y Premio Especial del Jurado y FIPRESCI en el Festival de Montreal.

Lynn Zapatek trabaja como camarera en un hotel. Es una obsesionada del orden y de la limpieza, realiza su labor de manera excesiva y minuciosa. Su vida transcurre entre su profesión y su casa. Para amenizar su existencia, mantiene relaciones insatisfactorias con el gerente del hotel.

Crítica de La camarera Lynn

Sin embargo, Lynn esconde una afición: La de husmear y mirar el equipaje y objetos de los huéspedes. Esta camarera tiene una curiosidad inmensa por saber cómo es la vida de aquellos clientes que pasa por el hotel. Un día, mientras está escondida bajo la cama de uno de ellos, es testigo de cómo un hombre contrata los servicios de una prostituta. La meretriz resulta ser toda una dominátrix. Este descubrimiento le hará a Lynn entrar en mundo de sensaciones que nunca había tenido.

Ingo Haeb, que también se encarga del guión, crea un extraño mundo con un personaje peculiar, cuyos traumas se perciben e intuyen pero que el realizador no muestra. De hecho, durante todo el metraje el director se guarda muchos ases bajo la manga, dejando al espectador la libre interpretación del trasfondo de sus personajes.

Eso conlleva a un esfuerzo por parte del espectador que puede no agradar del todo. Sin embargo, el mundo de Lynn y su descubrimiento sexual hará que el espectador esté más pendiente de las sensaciones de su protagonista que de los traumas que le llevaron a tener un comportamiento obsesivo-compulsivo. Vicky Krieps, en su silencio y casi nulo lenguaje verbal, permite mostrar un personaje ido y completamente perdido hasta de lo que siente, esos deseos carnales que experimenta con la prostituta, encarnada excelentemente por Lena Lauzemis.

Crítica de La camarera Lynn

Con lo cual, de manera afable y pintoresca, se está ante un tipo de Amélie Poulain u Odette Toulemonde entremezclados con ‘Historia de O’ y con tintes de ‘Pretty Woman’ en clave lésbica. Una combinación de melaza y picante atrevida y muy original. Sí es cierto que hay momento en los que el comportamiento de su protagonista llega a cansar un poco. Sin embargo, se está ante una fábula agradable con unos personajes dignos de pertenecer a un filme de Robert Guédiguian.

Si bien, la ausencia de contextos y dejar en manos del público el pasado de sus personajes hacen que esta cinta no luzca como merece. Sin embargo, se está ante drama cómico curioso, atrevido y que en ningún momento aburre. Quizás no sea la delicia del año, pero sin duda, gustará y consigue que sus personajes atrapen y encandilen a quienes los ven y eso es un adorable logro.

 

Puntuación Final:
3 / 5 Valoración de La camarera Lynn - 3 sobre 5
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