Investigación Policial ha necesitado de un extraordinario boca-oreja para llegar a las pantallas españolas el mismo fin de semana que la ambiciosa nueva entrega de Terminator.
Con sobredosis de improvisación (sobre unas pautas bien marcadas por Aguirre), los actores se lanzan de cabeza hacia la guasa en un experimento entre el bajón de Jody Hill y el absurdo de Juan Cavestany, una mezcla de referentes tan inesperada como necesaria en nuestro cine, donde parece que los artífices del fenómeno lowcost olvidaron el sentido del humor en la escuela de cine mientras se empeñan en desgarrar la dolorosa realidad, dejando el sano cachondeo a un lado. La realidad es, tú y yo lo sabemos, que no es nada fácil hacer reír. Y de hacer reír los responsables de Investigación Policial saben un rato.
El productor, guionista y protagonista de la película, Daniel Aguirre se deja acompañar por Sergio Cortina, protagonista del desternillante y multipremiado cortometraje El ultimo onvre bibo (Daniel Aguirre, 2013) y un robaescenas nato que proporciona la química necesaria entre dos colegas metidos en una operación que probablemente sobrepasa sus capacidades.
Desde la secuencia inicial, que nos recuerda la importancia de un buen discurso sobre lo cotidiano (como en Reservoir Dogs pero hablando de nuestras infancias), hasta su explosivo final, la peli va añadiendo capas de trascendencia y pochez hasta rozar la épica del drama camuflado que tan bien maneja el director de Cuerpos de Seguridad. Afortunadamente, la película es mucho más: una comedia costumbrista-policial, un thriller de andar por casa y, sobre todo, una comedia hilarante que juega con el espectador hasta llegar a un multiclímax que se mete en el apreciado terreno del metalenguaje. Vamos, un no parar.
4 / 5
