En la primera secuencia de El Irlandés (The Guard, 2011), el director y guionista, John Michael McDonagh demuestra tener un pulso parecido al que demostró su hermano Martin en Escondidos en Brujas (In Bruges, 2008). Tirando de melancolía y desencanto y apoyado en una banda sonora casi western por parte de Calexico, la película recorre sus hora y media a una velocidad constante, sin prisa pero sin pausa, apoyada en unos diálogos que los dos personajes principales de la trama, interpretados por Brendan Gleeson y Don Cheadle, disfrutan y saborean dándose juego mutuamente. La comedia deja paso a la investigación policial europea y regala a un protagonista muy interesante, capaz de resultar nauseabundo y tierno a la vez. Una especia de Torrente o Teniente Corrupto pero con valores. La película tiene un aire marciano que le sienta muy bien y el estupendo elenco de intérpretes se apoya en un guión de hierro y un montaje moderno y muy interesante que en otras manos habría acabado resultando atropellado y empalagoso.
Thriller de pueblo con tintes cómicos con un reparto de primera y mucho estilo. Que nadie espere una comedia desternillante porque no lo es, pero es cierto que tiene un aire de comedia absurda con ecos de Wes Anderson y unos villanos de traca. Recomendable para oxigenar el cerebro.