El cineasta danés Bille August no consiguió aunar a crítica y público con ‘Tren de noche a Lisboa’. El aclamado realizador, ganador de dos Palmas de Oro en Cannes, lo vuelve a intentar con ‘Corazón silencioso’, que consiguió el premio a la Mejor Actriz para Paprika Steen en la 62ª edición del Festival de San Sebastián.
Esther padece esclerosis lateral amiotrófica, sabe que le queda poco tiempo de vida antes de no poder siquiera articular palabra. Por ello, y después de meses negociándolo con su marido e hija, decide acabar con su vida antes de que la enfermedad le deje sin movilidad. Pero antes desea despedirse, así que organiza una reunión familiar para el fin de semana donde las hijas, las parejas de éstas, su marido y su mejor amiga puedan darle el último adiós. Sin embargo, durante el transcurso de los días, sus hijas empiezan a replantearse la decisión, a la vez que surgen antiguos conflictos y fantasmas del pasado.
August hace alarde del buen hacer de la realización nórdica en los dramas de salón. El realizador sabe llevar el guión de un debutante en largometrajes, Christian Torpe, que no consigue llegar al nivel de drama y reflexión propio de una obra de este tipo. Pese a ello, la buena labor de dirección como la de la interpretación por parte del reparto hace de esta propuesta un interesante ensayo sobre la llamada muerte digna vista desde una perspectiva aséptica y carente de espiritualidad.
A diferencia de propuestas del gran Ingmar Bergman, que planteaba la muerte con un trasfondo más reflexivo, August evade cualquier cuestión sobre lo que depara el fin de la vida, el miedo a lo desconocido. Con lo cual, su protagonista acepta este trance de una forma excepcionalmente racional. De esta forma, el cineasta abre preguntas al público pero de una forma inesperada: ¿Es así como se percibe la muerte en el siglo XXI?
La frialdad de ese lado se equilibra con el amor familiar. Las hijas, por motivos completamente diferentes, dudarán de la decisión de su madre. Ninguna lo hará por motivos existenciales, lo que hace que se vuelva a la cuestión anteriormente planteada: ¿Es así cómo se ve el fin de la vida en las sociedades más avanzadas?
‘Corazón silencioso’ quizás no sea la cinta mejor filmada de Bille August, que estuvo detrás de filmes celebrados como ‘Pelle el conquistador’, ‘Las mejores intenciones’ y ‘Una canción para Martin’. Sin embargo, sí es un estupendo ejercicio para un cineasta al que le fascina contar historias intimistas.
Gracias a un excelente reparto, los diálogos entre Danica Curcic y Pilou Asbæk (recientemente incorporado a ‘Juego de tronos’) o Paprika Steen son lo mejor: la parte más visceral de una tragedia tan anunciada como comedida. Además de la entereza de Ghita Nørby, que a solas tendrá que enfrentarse a ese momento al que todo el mundo no puede escapar: La muerte.
Elegante, sutil, comedida, ‘Corazón silencioso’ es como un vino selección especial del año, no será un Gran Reserva pero se disfruta en la deleite del paladar.
4 / 5