Poco puede decirse que no se haya dicho ya de The Wire (Bajo Escucha), una de las series más famosas de la historia de la televisión. Pese a que no recibió ninguno de los grandes premios de la televisión, es alabada por la crítica, es alabada por el público, y ha sido objeto hasta de ensayos sociológicos y filosóficos por gente como Slavoj Zizek (filósofo esloveno elevado a la categoría de estrella del rock&roll). Y de manera justa. The wire (Bajo Escucha) es algo que nunca antes se había hecho. Y dada su enorme calidad y popularidad, probablemente nunca volverá a hacerse.
¿Por qué? Porque todo lo que se haga con la intención de seguir la senda de The wire va a parecerse demasiado a The wire. La serie rompe con la tradición de las series de policías de mostrar espectacularidad antes que veracidad (no hay más que echar un vistazo a las típicas series de policías americanas para darse cuenta de que éstas buscaban en exceso las frases y situaciones más grandilocuentes). Pero es que además The wire tiene el propósito de ser una serie real, o al menos, todo lo real que sea posible. Su objetivo es el de afrontar un problema tan complejo como el del tráfico de drogas y sus consecuencias (crimen, marginación, luchas de poder, etc…) pero tratando a los espectadores como adultos inteligentes. Sin posicionar de antemano, sin lanzar mensajes preconcebidos, sin adoctrinar. Simplemente, tratando de explicar uno de los problemas más complejos que tienen nuestras sociedades de la forma más realista y veraz posible.
David Simon, uno de sus creadores, ha manifestado que a pesar de ser presentada como un drama policíaco, la serie trata en realidad “de las ciudades americanas, y de cómo vivimos todos juntos. Sobre cómo las instituciones afectan a los ciudadanos. Da igual que se trate de un policía, un trabajador del puerto, un traficante de drogas, un político, un juez, o un abogado, en última instancia todos tienen que transigir con aquella institución con la que están comprometidos”.
El premio Nobel de literatura en 2010 Mario Vargas Llosa hizo un análisis de la serie en el que exclama que “The wire tiene la densidad, la diversidad, la ambición totalizadora y las sorpresas e imponderables que en las buenas novelas parecen reproducir la vida misma, algo que no he visto nunca en una serie televisiva, a las que suele caracterizar la superficialidad y el esquematismo”.
Todo dicho, véanla.
Última actualización: 20/08/2013