Kingsman: Servicio Secreto es todo un homenaje ciertamente satírico al género de cine de espías. Colin Firth y Samuel L. Jackson encarnan a los arquetipos de este tipo de películas de una forma tan exagerada que incluso parece creíble. Coincidiendo con el estreno de este título en cines el próximo 27 de febrero, hacemos un repaso a las mejores películas de espías de los últimos años (o por lo menos nuestras favoritas).
007 James Bond: Quantum of Solace
El máximo exponente del cine de espías es, sin lugar a dudas, el agente británico 007, James Bond. Daniel Craig, último intérprete de este famoso héroe, ha creado un espía actual, tal y como establece el cánon del siglo XXI. Todo un amante de la elegancia, las nuevas tecnologías y las mujeres, pero duro y rudo como el hombre con más testosterona del mundo.
De la saga de películas con Craig como Bond, Quantum of Solace (2008) es el que mejor ejemplifica el cine de espías clásico gracias a la variedad de entornos y situaciones, las innumerables persecuciones automovilísticas y no menos tiroteos y explosiones. Pero ante todo, Quantum of Solace ofrece al espectador una variedad original de armas de espía y de enredos conspiratorios entre agencias, suficiente para equiparar narración con acción.
Si bien la saga siempre ha girado en torno a una organización misteriosa directamente antagonista del servicio británico, la oscura siguiente entrega de Skyfall se volcó de una forma más extrema en el thriller que en la pura acción, exceptuando posiblemente el último tercio de la película. El siguiente proyecto de nombre Spectre, sin embargo, parece regresar al cine de espías más convencional y, posiblemente, le quite a Quantum of Solace el título de la última mejor película de espías.
El mito de Bourne
Jason Bourne tiene un especial mérito como aportación al cine de espías. Se trata del mejor personaje equiparable a James Bond pero de origen estadounidense. El espía norteamericano por excelencia tenía como reto ser rival del agente británico y los proyectos presentados en esta saga cumplen perfectamente. Sin caer en la acción más enrevesada, la trilogía inicial de la saga Bourne (excluimos voluntariamente El legado de Bourne), puede ser comparada con la longeva saga de 007 sin salir demasiado malparada.
Tenemos aquí también a un héroe experto en combate cuerpo a cuerpo, armas de todo tipo y conducción profesional de vehículos. Pero al contrario que James Bond, Bourne es una víctima de su estado y no disfruta de su condición. Sufre pérdida de memoria y se enamora fácilmente. Pero también parece más habilidoso con la tecnología informática más actual y su devenir por países europeos es más profundo que lo mostrado en la saga de Bond, más propia de países exóticos. El descubrimiento de los secretos encerrados en la maltratada mente de Bourne será la trama central de todas sus películas.
Bourne es una actualización correcta del cine de espías y una mina de oro cinematográfica. Sus tres films (El caso Bourne, El mito de Bourne y El ultimátum de Bourne) han sido un rotundo éxito que volverá a repetirse con la confirmada cuarta entrega con Matt Damon de protagonista en 2016.
Misión Imposible: Protocolo Fantasma
Si Craig y Damon representan el cine de espías clásicos, Tom Cruise como Ethan Hunt ofrece el cine de espías más frenético. La acción en esta saga que ya ha confirmado una quinta entrega con el mismo protagonista, transcurre entre explosión y tiroteos, pasando por todo tipo de transportes imposibles y tecnología casi propia de la ciencia ficción.
Tras una tercera entrega de reconocido éxito, Misión Imposible: Protocolo Fantasma (2011) superó todas las expectativas y arrasó en pantallas de todo el mundo. Sin quitarle efectismo, Tom Cruise representó a un espía más fresco y carismático que en ocasiones anteriores y encandiló a un público que sabe la clase de artificios que esta saga puede ofrecer. Exigir más de un guión típicamente blockbusteriano sería casi un sacrilegio.
El topo
Si el cine de espías con glamour o la acción sin frenos no son del gusto del espectador, quizás el género consiga más aceptación entre los seguidores del thriller. Para ellos se creó especialmente la película El topo (2011), un film dirigido por Tomas Alfredson y protagonizada magistralmente por Gary Oldman.
En esta ocasión Oldman interpreta a un espía que retiran tras una operación desastrosa en Hungría. Antes de dejar el servicio, sin embargo, debe afrontar una última misión consistente en descubrir a un topo del que sospechan se encuentra en la cúpula de los servicios secretos recientemente restituida. Impecablemente presentada, la película El Topo aporta tensión narrativa en cada fotograma sin caer en una acción descompasada. Sólo para los fans más exigentes.
Quemar después de leer
Los hermanos Cohen también ofrecieron su particular punto de vista del cine de espías en la película Quemar después de leer (2008). El film presenta un caso realista en el que un espía prejubilado (John Malkovich) pierde sus memorias con múltiples datos delicados para el interés de la seguridad nacional.
En su búsqueda por recuperarlos se encontrará con el amante de su mujer (George Clooney), un deportista descerebrado (Brad Pitt) y una mujer obsesionada con operaciones de estética (Frances McDormand). Si el enredo va in crescendo conforme la película se acerca al clímax final, la inoperancia de los servicios secretos estadounidenses es reflejada cada vez con mayor crueldad. Toda una crítica a los servicios secretos que, al menos en esta película, están muy alejados de lo que Craig, Damon o Cruise llevan demostrando los últimos años.
Hasta aquí nuestro repaso de las mejores películas de espías que hemos podido disfrutar en los últimos años, ¿cuál es tu película de espías favorita? Os dejamos con el tráiler de Kingsman: Servicio Secreto que llegará a nuestros cines este próximo viernes 27 de Febrero.
Última actualización: 16/01/2018
buen filme de espias salt por angeline