Night of the demons, de Kevin Tenney (1988)
Una película con la palabra demons en el título tenía que entrar en la lista y la primera opción era, claramente, la obra maestra de Lamberto Bava de 1985. Lo que pasa es que la segunda película de Kevin Tenney tiene todos los ingredientes para destacar como recomendación para esta fecha. No sólo estamos ante una visión algo más nerd y menos europea que la película de Bava, es que aquí nos metemos de lleno en territorio Halloween: la noche de las brujas, un variopinto y estereotipado grupo de mozos y mozas, representantes de todas las tribus urbanas posibles, deciden pasar la noche en un antiguo caserón que antes servía de funeraria. Claro, los chavales deciden hacer espiritismo delante de un gran espejo, y la cosa se complica.
El director de la peli había debutado con Whitchboard, vehículo espiritista para nuestro amor de los ochenta, Tawny Kitaen, de la que nos enamoramos en Despedida de soltero.
Grandes maquillajes, bastante bestialismo y algún baile ridículo adornan una película que dio para una trilogía y, cómo no, para un remake.