El segundo episodio de la quinta temporada de Juego de Tronos se llama The House of Black and White y fue dirigido, como el primero, por Michael Slovis. Un capítulo repleto de intrigas y recelos en el que, al fin, podemos descubrir qué es de Arya (Maisie Williams), después de no salir siquiera en la entrega de la última semana. ¡Alerta spoiler!
No tengo miedo
De hecho, el primer plano en esta ocasión es para la joven Stark, que terminó la última temporada en un barco camino de Braavos, donde aparece. La ciudad libre, presidida por la enorme figura de un guerrero guardando su puerto, parece impresionar a Arya. Eso sí, ella misma se fortalece con el mantra “No tengo miedo”. Tras un paseo por los canales de la ciudad, llega a la Casa de Blanco y Negro, donde busca a alguien en especial. La gran estructura cuenta con una puerta doble con un lado blanco y otro negro, como no podía ser de otra forma.
Al señor monje con cara de pocos amigos que le abre la puerta le enseña la moneda que le entregó Jagen H’ghar. El señor pasa de su cara y la deja fuera, pero Arya se queda allí viendo pasar los días. Hasta que uno de ellos, harta de esperar, se cansa, tira la moneda al mar y se larga.
Se entretiene cazando palomas, supongo que para comer. Hasta que se encuentra al monje que le cerró la puerta en las narices. Le sigue y éste le devuelve la moneda. ¿El monje buceador? En un giro de los acontecimientos, el señor se transforma en el propio Jagen. ESCENA LOCA AQUÍ. Le invita a entrar en la Casa de Blanco y Negro y ella entra y seguimos sin saber qué pasará con la joven Arya Stark.
A veces no tenemos elección
Una trama algo floja es la de Pod y Brienne, que en su busca de Sansa deciden hacer un alto en el camino en una venta. Da la casualidad, sin embargo, que es el mismo sitio en el que se encuentra la joven con su tío Petyr. Tanto en Arya como en Sansa se nota el drama familiar. La primera ha perdido toda traza de inocencia. La segunda directamente se ha vuelto una mustia.
Brienne se presenta ante Sansa y le promete aconsejarla y defenderla, algo que ya le prometió que haría a su madre, antes de morir. Sin embargo Petyr es un señor desconfiado por naturaleza, y le recuerda que fue acusada de matar a Renly Baratheon. Claro que ella repite que fue una sombra, cosa que tampoco se cree allí nadie. Sansa, además, se acuerda de que se arrodilló ante Joffrey, y por ahí no pasa. “A veces no tenemos elección”. “Pero a veces sí la tenemos”, contesta una molesta Sansa, antes de despedirse.
La conversación no va como Brienne quería. Petyr insta a que se quede con ellos, pero la caballero, oliéndose lo que va a pasar, decide huir con Pod. Y algo malo tenían pensado para ella, pues los guardas van tras ellos. En pleno bosque se separan y Brienne tiene que elegir entre buscar a su escudero o seguir a Sansa. Escoge rescatar a su intrépido acompañante antes de continuar tras la joven y su tío. ¿Dónde irán?
Jardines del Agua
En Desembarco del Rey, Cersei está muy preocupada por su hija Myrcella (Nell Tiger Free) y así se lo hace saber a su hermano (y verdadero padre de la niña). La joven está en el reino de Dorne, donde su tío Tyrion la mandó como prometida de Trystane Martell (Toby Sebastian), hijo del príncipe del lugar, Doran (Alexander Siddig). En Dorne, sin embargo, están un poco enfadados con los Lannister, a los que culpan de la muerte de Oberyn y Elia Martell, hermanos de Doran.
En un alarde de valentía y paternidad inusitado, Jaime decide que se desplazará a los Jardines del Agua a por su hija, para traerla de vuelta. Pues está claro que allí la chica no está a salvo. Para esta misión, decide contar con la ayuda de Bronn del Aguasnegras (Jerome Flynn), al que vemos pasear con su prometida Lollys Stokeworth (Elizabeth Cadwallader) por la playa.
Esta futura boda, planeada por Cersei, ahora no va a producirse, pues la mujer no se casará con él sino con un tal Sir Willys Bracken. Eso sí, si el ex mercenario (ahora caballero) acompaña a Jaime, él se encargará de que termine con una mejor esposa con un mejor castillo. Viendo Bronn que se queda sin braguetazo ni título nobiliario ni nada, no tiene más remedio que aceptar.
Parten hacia los Jardines del Agua (el Alcázar de Sevilla), donde la tranquilidad del paraje parece llegar a su fin. El príncipe Doran sabe perfectamente que su hermano Oberyn no murió asesinado, sino que lo hizo en un juicio por combate que perdió y punto. Le acompaña Ellaria Arena (Indira Varma) o Sand, en inglés, quien fuese amante de Oberyn (y madre de cuatro de sus hijas, las más pequeñas; las hijas de Oberyn se hacen llamar Serpientes de la Arena). La mujer no tiene el tacto conciliador de Doran y propone mandarle a Cersei su hija a trozos. ¿Terminará el Príncipe haciéndole caso?
Consejero de los Rumores
¿Y Tyrion? Va camino de Meereen, con Varys. Antes, sin embargo, nos enteramos de que pararán en Volantis. Tyrion quiere salir a dar un paseo durante el viaje, pero como Varys le comenta, debe de seguir escondido, pues su hermana Cersei ha prometido un señorío a quién le entregue su cabeza. De hecho, en ese momento observamos como unos hombres le entregan una cabeza a la Reina, aunque obviamente no es la de su hermano.
En Desembarco del Rey, de hecho, las cosas se le complican a Cersei. Porque aunque el rey es su hijo Tommen, se han dado cuenta todos de que quien manda en realidad es ella. Deciden que es hora de buscar una Mano del Rey, aunque Tommen (en realidad, la propia Cersei) ya se ha puesto el día con algunos nombramientos para contentar a la gente: por ejemplo, Qyburn (Anton Lesser), antiguo maestre, es nombrado –ante el descontento de los presentes- Consejero de los Rumores, en sustitución de Varys. Que es algo así como ser el Cotilla Mayor del Reino.
Un tío de Cersei, Kevan (Ian Gelder), se da cuenta de que la mujer está tratando al Consejo y a su hijo como títeres. Cosa a la que él no está dispuesto, e incluso rechaza el puesto de Consejero de Guerra que se le otorga.
#Jon2015
En el Muro también ocurren cosas. Por un lado, la hija de Stannis, Shireen Baratheon (Kerry Ingram), está enseñando a leer a Elí (Hannah Murray), hasta que su madre Selyse Florent (Tara Fitzgerald) se lo impide, pues se trata de una salvaje y dice que son peligrosos.
Por otro lado, a Jon le están echando la bronca por acortar el sufrimiento de Mance Rayder en la pira. Tampoco le pasa nada, están todos muy preocupados por la elección de un nuevo Lord Comandante, que seguramente sea Ser Allister. El Rey, en vez de castigarle, le pide a Jon que le ayude a conseguir el Norte, para así poder continuar hasta Desembarco del Rey. Él es un bastardo, así que no puede hacer mucho para que en Invernalia la gente le siga.
Eso sí, Stannis tiene una oferta muy tentadora: le ofrece a Jon Invernalia. Si se arrodilla y le jura lealtad, le impondrá el apellido Stark -lo que siempre ha querido- y será coronado Señor. Por supuesto, será su aliado hacia la victoria. Aun así, Jon piensa rechazarlo, ya que hizo un juramento a la Guardia de la Noche. “Si no me tomo en serio mi propia palabra, ¿qué clase de Señor de Invernalia sería?”
El Lord Comandante (número 998) se elige de forma democrática entre todos los guardias. Antes, se piden candidatos. Cuando empieza la votación entre Allister y el otro candidato, Mallister, Sam empieza a hablar. Teme que las cosas cambien y echen de allí a los Salvajes, entre ellos a Elí y su bebé. Por eso propone a Jon. Él fue quien –en realidad- protegió el Muro.
Sus oponentes, por supuesto, sacan a relucir su escarceo amoroso con una salvaje. Pero, obviamente, Snow gana. Porque Jon siendo Lord Comandante es lo que necesitábamos todos. Al menos que mande en algún sitio, si no va a ser en Invernalia.
De buena ley
¿Y Daenerys? Su amante y Gusano Gris, el jefe de los Inmaculados, siguen buscando por las calles alguna pista sobre los Hijos de la Arpía. Logran encontrar a uno y Dany convoca a su consejo de sabios para ver qué hacer. En Meereen las cosas parecen haber cambiado mucho demasiado rápido y eso no gusta a los poderosos. Tiene que actuar con cautela. Intentando evitar las comparaciones con su padre, el Rey Loco, Dany decide someter al malvado capturado a un juicio justo, antes de ser castigado.
Sin embargo, no le hacen caso, y uno de los presentes en la reunión termina matando al detenido sin juicio ni nada. Como bien le indica Dany al tipo, “la ley es la ley”, y ahora es él el detenido. Y así es como la Reina acaba de enfadar a uno y otros. ¿Veis qué fácil? Le condena a morir –y lo mata- en público, sabiendo que solo así podrá imponer justicia. Pero mal asunto, Dany, mal asunto. Ahora en vez de pétalos, le llueven piedras.
Para nuestra sorpresa, esa misma noche, se asoma al balcón y hace acto de presencia su dragón escapado, Drogon. No le hace mucho caso y vuela de allí, pero al menos no se la intenta comer como los otros dos. Con el vuelo se ese dragón durante la última escena del episodio, parece que también desaparece toda su autoridad, y todo su poder.
Opinión
Ojalá, de verdad os lo digo, Arya se transforme en algo así como una ninja y termine vengándose por la muerte de cada uno de sus familiares, lo que le llevaría, sin duda, mucho tiempo. ¿Qué, si no, iba a hacer en la Casa de Blanco y Negro? Pues aprender a defenderse, más. Supongo.
Por primera vez en la serie, la cámara pone su foco sobre Dorne. Me gusta que lo haga ahora que, después de cuatro temporadas, nos ha dado tiempo a situar cada reino en su sitio. Otro escenario en el que seguro que ocurren multitud de cosas en el futuro.
Jon, por su parte, se convierte en Lord Comandante y ya tiene cierto pretexto para justificar el rechazo a la oferta de Stannis. Si bien Invernalia es un dulce muy goloso, no tengo duda de que el futuro que le espera en el Muro al joven pasa por cruzarlo. O, al menos, hacer ALGO. Que sin los salvajes tampoco hay mucha emoción.
¿Y qué os parece el papel de Tyrion en esta temporada? Sinceramente, lo encuentro soso. Se ha convertido en algo así como una figura diplomática que, como apunta Varys, jugará un importante papel. Pero lo veo más a la sombra.
Cuando llegue a Meereen a conocer a Daenerys puede que ya no quede Daenerys que conocer. La Reina se ha visto inversa en el antiguo drama de distinguir entre lo legítimo (la idea del pueblo de que había que asesinar al Hijo de la Arpía) y lo legal (asesinar está feo y el castigo es la muerte, aunque el primer muerto fuese Hijo de la Arpía).
Dany ha gobernado al pueblo llano con concesiones de libertad y gracia, y a los poderos con temor y mano dura. Ahora, cuando el descontento se apodera del pueblo, los poderosos se verán capaces de todo. Y yo aquí auguro alguna traición y más de una revuelta. Mucho más.
Por cierto, creo que es el primer capítulo de toda la serie en el que no se ve carne. Creo. Todo un logro.
Puntuación: 8
Última actualización: 20/04/2015