Hay capítulos de Homeland que sí y otros que no. Este es de los segundos: aunque hay dos plot twist sorprendentes, no nos ha gustado ninguno de ellos. Un episodio de paso, esperamos. El recap del capítulo anterior aquí. ¡Alerta spoiler!
Quinn
Quinn, por alguna razón, sigue con Astrid en aquella casa del bosque. Después de su conversación con Dar Adal, supongo que no querrá acercarse mucho a Carrie. Y sin Carrie, ¿a quién se va a acercar? Primero decide investigar un poco a su compañera de casa, Astrid, de la que encuentra su pistola en el coche, a la que le quita las balas -seguramente- por posibles futuros inciertos. ERROR.
Más tarde, en una visita al supermercado, Quinn va a toparse con el vecino de Carrie, el asesino misterioso que mató a Conlin. Le ve minutos después entrar a un hotel cercano. En este punto yo ya me intuía que esto iba a acabar mal. Porque las casualidades existen, pero en Homeland no. Después de discutir con Astrid, se dirige al hotel y deja a un señor inconsciente sólo para caer en la cuenta de que no era el asesino misterioso. ¿Se ha apoderado la paranoia de Quinn?
Peter vuelve raudo a la casa a pedir disculpas a Astrid, mientras ella le cuenta que se larga de allí. La actitud de Quinn es un poco problemática: está claro que está solo y eso, pero no olvidemos que le secuestraron del psiquiátrico. Supongo que está mejor allí, a la sombra de Dar Adal, que en cualquier otro lado.
Lo importante aquí es que, en plena “reconciliación” entre ambos, nos damos cuenta de que Quinn no se ha imaginado nada y un disparo desde el bosque interrumpe el momento. Se trata del señor misterioso, al que Astrid se enfrenta con la pistola de su coche, sí, la que no tiene balas. El asesino sí y dispara a la espía, rematándola segundos después. Después va a por Quinn, que huyendo termina cayendo al lago. Pasan uno largo minuto hasta que el señor misterioso se va y le vemos salir de las aguas. Aparentemente a salvo.
Javadi
Algo bueno: por primera vez esta temporada vemos a Carrie y Saul “trabajar” juntos. Sin Franny cerca, Mathison se pasa las horas deprimida y lacrimosa. Max antes tenía que hacerse cargo de la hija o del ex-compañero espía de Mathison, ahora le toca ella. Y en esas recibe la visita de Berenson, que precisa de su ayuda. Necesita que Carrie le consiga un encuentro entre la presidenta electa y Javadi, que está viviendo de incógnito en un refugio para gente sin hogar. Una reunión que puede beneficiar a ambos: ella tendría confirmación de que se está respetando el pacto anti nuclear y él consigue asilo político y un montón de billetes.
Mathison no está para hacer nada, así que Saul la lleva a ver -de lejos- a Franny, que juega feliz con otros niños en su nuevo hogar. Viendo que está bien, se ponen al asunto en cuestión. Carrie se sorprende al escuchar las sospechas que tiene él, de que tienen un topo en la CIA que juega en contra del pacto antinuclear; Saul lo hace cuando ella le cuenta lo de la explosión, y la muerte de Conlin. No serán las únicas sorpresas que se lleven este capítulo.
Mathison lleva a Javadi a un lugar indeterminado en el que se encuentran con Keane. La futura presidenta no se fía de Javadi, un señor que bombardeaba a soldados estadounidenses y que terminó espiando para ellos. Claro que Saul le deja claro que son su última carta, pues en su país saben que es espía doble y su vida corre peligro.
La sorpresa es que Javadi le cuenta a Keane lo contrario a lo que habíamos escuchado hasta el momento: Irán sí que está violando el acuerdo y está en contacto con Corea del Norte. Saul queda atónito y pide a la presidenta que no le escuche, pero claro la reunión era precisamente para eso. Javadi les ha traicionado y ahora la credibilidad de ambos está por los suelos.
Dar Adal
No es casualidad que todas las tornas se vuelvan favorables a Dar Adal y su plan, él hace lo posible porque así ocurra. Su siguiente jugada es, de hecho, muy sucia. Estas últimas semanas hemos estado viendo y escuchando a un presentador de radio muy crítico con la futura presidenta de Estados Unidos. Justo ahora que ella ha empezado a hablar de su hijo muerto en la guerra, él consigue una entrevista de un señor que sirvió con él y que afirma que no fue precisamente un héroe: murió de un tiro en la espalda en plena huida del lugar.
Se hace también con la grabación de uno de los cascos que llevan los soldados, en el que se ve claramente qué ocurrió. Efectivamente vemos a Andrew Keane corriendo entre los disparos, pero trata de salvar a algunos compañeros heridos y es entonces cuando recibe el tiro. Dar Adal observa con el presentador las imágenes dubitativo, al menos hasta que el hombre le pone la nueva versión, un collage del vídeo cortado a su antojo y con trozos de la entrevista en el que le tachan de cobarde. ¿Será capaz?
Última actualización: 13/03/2017