Esta quinta temporada de la serie de Showtime Homeland llega a su fin con un episodio, el número 12, repleto de giros y sorpresas. Algunas las podríamos intuir, después de lo ocurrido en el capítulo anterior, pero hay otras que nos han pillado pensando en otras tramas, ciertamente. ¡Alerta spoiler!
Sobrevivir
Carrie terminaba la semana pasada entrando a un túnel con destino desconocido y a expensas de un atentado a punto de perpetrarse. Sin embargo, la trama no dura mucho más que escasos minutos en nuestras pantallas. Carrie tiene un encontronazo en el túnel con Qasim, mientras su primo Bibi se encarga de armar la bomba de gas sarín (pues el detonador a distancia, recordemos, se les había roto).
Qasim en realidad no quiere matar a nadie, ni es mala persona, y Mathison de eso se da cuenta. Así que convence al terrorista para que se enfrente a Bibi y le detenga. Qasim lo hace, y por eso es herido de muerte por su primo, que tampoco dura mucho cuando Carrie comienza a disparar.
Ahí termina esta trama, con Mathison sosteniendo a Qasim mientras el hombre muere en sus brazos, reconociéndole como el que ayudó a Quinn a sobrevivir al gas sarín. Su muerte afecta bastante a Carrie, que termina en casa (casa de Jonas) dormida. Le despierta él mismo y tienen un tórrido encuentro que, sin embargo, no precede a una normalidad que ahora podría volver a sus vidas.
Y no lo hace porque Jonas dice que se acaba. En realidad ya se había acabado cuando Mathison huyó al monte con un arma, ¿no? Para él es muy difícil continuar, volver como si nada hubiese pasado. Y ahí termina su historia, aparentemente. ¿Tendremos más Jonas en la sexta temporada?
Trato
¿Os acordáis del ultimátum de Laura Sutton en la televisión sobre los demás documentos filtrados? Pues esta trama también avanza, tanto que se termina. Aparentemente (aquí todo es aparente). Astrid detiene a Laura, irrumpiendo en la Fundación Düring y llevándosela a ella y su portátil B. Buscando en este segundo equipo, logran encontrar a Numan y le detienen en plena calle. Y la cosa no pinta bien.
Primero Astrid le cuenta que Faisal, el señor que se tiró por la ventana, está muerto. Eso enfada más a la periodista, que le amenaza con pagar por matarle. Pero la agente tiene más noticias para ella: tienen a Numan, y no solo eso, tienen los documentos. Además, el hacker está en Alemania por visado y puede que no se lo renueven y tenga que volver a su país, con un destino incierto pero seguro que fatal.
Así que, ante tremendo giro, Laura decide ceder y mentir en televisión. Con tal de limpiar la imagen de la agencia alemana, cuenta ante las cámaras que se equivocó, que Faisal era un terrorista que apoyaba a Bibi. El BND suelta a Numan, que llama a Laura, aunque ella le comenta que ya no podrán volver a ponerse en contacto, como parte del “trato”. ¿Qué hará Numan entonces? ¿Continuará la trama la siguiente temporada? ¿Existen más copias de esos documentos?
Vendetta
Mientras todo esto ocurre, Saul se ha propuesto encontrar a Allison. Les dio otro objetivo del atentado a posta y ya queda claro de qué bando estaba. Para su suerte, todavía tienen retenido a Ivan, que aunque se muestra reacio a admitir ciertas cosas al principio, termina hablando.
Tampoco tiene mucho más donde elegir: o ha fallado o le han engañado. O ambas cosas y resulta que Carr no jugaba con nadie a solas. Saul le ofrece una salida decente y aparentemente liviana a su situación, sin mucho ruido y algo de esperanza, y Krupin se sube al carro sin pensarlo.
Se nos muestra entonces un poco el paradero de Allison, que sigue herida en el hombro después de tener que huir del hospital. Custodiada por la inteligencia rusa, parece que van a curarle el balazo antes de salir de Alemania y poner rumbo a Rusia escondida durante horas en el maletero de un coche.
Lo que pasa es que Saul ya sabe de su plan de huida, gracias a la colaboración de Ivan. Con una trampa en plena carretera, el coche en el que viaja escondida la agente doble termina con más agujeros que un queso gruyer. Después de tantas balas, Berenson y su equipo abren el maletero, para encontrar el cuerpo sin vida de Allison, en uno de los momentazos del capítulo, sin duda.
Nunca más
Quinn ha empeorado y, cuando Carrie vuelve al hospital a visitarle, está siendo intervenido en una delicada operación. Una enfermera trata de tranquilizar a Mathison y llevarla a la sala de espera, pero no. Ella prefiere dirigirse a la capilla del recinto y rezar porque todo salga bien. Pero no es así. Un médico le cuenta después que hay muy pocas posibilidades de que Quinn sobreviva y que, si lo consigue, el daño en su cerebro es irreparable y le quedarán secuelas.
Aunque siga en coma en su habitación, el agente se comunica con su compañera por una carta que le escribió por si pasaba algo y le entregó a Dar Adal. Empieza a leerla, pero es interrumpida por Saul, quien tiene una oferta que hacerle. Gracias a ella el atentado no sucedió, así que la CIA quiere recompensarle con más responsabilidad y una nueva misión que Carrie no tarda en rechazar, asegurando que “ya no es esa persona nunca más”.
No es la única sorpresa que nos llevamos, que Carrie parece estar fuera -y de una vez por todas- de la CIA. Otto Düring se declara. La figura de Otto siempre me ha parecido sospechosa, nunca he sabido de qué. Intuía que podía sentir algo por Mathison, en el momento en el que mintió sobre un encuentro con ella a Jonas. Es este final de temporada, Düring le muestra sus sentimientos a una Carrie en shock.
Otto le dará un tiempo para pensarlo, ahora que Mathison volverá a casa con Franny a recuperarse de los últimos tiempos, tan convulsos. Y no creo que estos sentimientos sean ciertamente correspondidos por su parte, pero oye, nunca se sabe. Nunca se sabe.
Nosotros
No es el único, tampoco, que se le declara a Carrie. También lo hace Quinn. Su carta comienza con un “supongo que he muerto, y un nosotros no ha pasado”. Desde el más allá, o el más acá, o algo intermedio, Quinn le confiesa a Carrie que lo suyo siempre fue la oscuridad, una vida de oscuridad que no le hubiese permitido nunca nada más con nadie, salvo tal vez con ella.
Pero no ha pasado, y en la carta le pide que no cuelguen ninguna estrella en el muro de agentes caídos, ni digan ningún discurso en su honor. Siempre tendió a la oscuridad, es a lo que se dedicaba. Es lo que quiso. Y ahora la oscuridad le tiene a él. Le pide que le recuerde como un faro que le aleje de las rocas.
Y en el momento en el que su propia voz en off parece que se apaga, una luz misteriosa ilumina la habitación del hospital, donde Carrie había comenzado a retirarle a Quinn las máquinas que le mantenían con vida. En realidad no nos muestran todo el proceso, pero es lo que yo saco en claro de semejante escena. ¿O acaso esa misteriosa luz hace cambiar en el último momento a Mathison sobre lo que iba a hacer? ¿Qué pensáis vosotros? Yo lo veo remoto. Pero nunca se sabe. Nunca se sabe.
Última actualización: 21/12/2015