Esta semana sí hemos tenido nuestra sesión de emoción e intriga con Homeland. Los seguidores ya no podían esperar más: el último capítulo terminó abruptamente con la entrada de Haqqani en la Embajada de EEUU. Pero lo más importante no es eso, sino saber si Carrie sigue entera. Los demás me dan un poco igual. Ciertamente.
Homeland 4×13
Nasneem quería saber por dónde entraba y salía Mathison del lugar, y Boyd se lo contó. Ahora, están bajo ataque, bajo asalto, bajo un montón de cosas por su culpa. Y, encima, se ha descubierto el pastel y la espía pakistaní ya se ha dejado ver como una colaboradora necesaria de los terroristas. ¿Cómo seguirá la historia? ¿Carrie, estás ahí? ¡Alerta spoiler!
Las joyas de la corona
Carrie se mueve, ¡se mueve! Está viva, igual que Saul. El que no ha corrido la misma suerte es Redmond, y cualquier otro de los coches. Solo ellos dos están vivos, y están siendo auxiliados por los marines que protegen la Embajada. Allí, con cierto entrenamiento, solo quedan Quinn y un par de soldados. Todavía no sabe que les están invadiendo.
En el lugar de las explosiones, la cosa va a peor. Después de lanzar dos coches por los aires, les están disparando. El plan de Haqqani de vaciar la Embajada parece que funciona y ahora los Marines no pueden moverse de allí. Carrie, que no sabe qué está ocurriendo, llama a Aasan pidiendo refuerzos. El hombre, que va en coche oficial con Nasneem, alucina cuando ésta le pide que espere 10 minutos para hacer la llamada que mande tropas al lugar del tiroteo. “Los americanos se han metido mucho en nuestras cosas”. Khan sabe que Haqqani tiene que estar metido en el ajo.
En la Embajada, aunque no tienen noticia aún de ninguna “brecha”, empieza a cundir un poquito el pánico y se preparan para quemarlo todo. Los documentos clasificados se guardan y se mantienen todos alerta con el dedo en el botón de “suprimir”. Mientras que Martha se refugia en un lugar seguro, a Lockhart le entregan “las joyas de la corona”, una lista de nombres con todos los agentes en el país que Bachman no se fio de trasladar a ningún servidor. Tardaron dos años en hacerlo, y no piensan quemarlo así como así.
Haqqani no tarda en hacer acto de presencia y disparar a cualquiera que se cruza en su camino. Mucha gracia me ha hecho ver al director de la CIA, Lockhart, con el maletín contra una pared antes de salir corriendo. Un poco de seriedad, hombre; huye, pero sin que se note. Lo cierto es que el terrorista busca, justamente, esa lista. En “la bóveda”, Martha, Lockhart y una parte –más bien pequeña- del personal de la Embajada aguardan y piden que alguien les rescate.
Es una guerra
Haqqani lleva a la puerta de “la bóveda” a algunos rehenes (entre ellos, Max y Fara) y pide a Martha que la abran. Sabe que el maletín que busca está dentro, y va matando uno a uno a todos los rehenes. Martha les cuenta que ella no puede abrir la puerta, pero parece que eso al terrorista no le sirve. Si no le dan la lista, matará al siguiente rehén: Fara. Lockhart quiere salir, pero la Embajadora sabe que si abre esa puerta todos estarán muertos. “Es una guerra”.
Después de una cuenta atrás que impacienta a todo el mundo, la puerta se abre. Lockhart sale con el maletín y cierra la puerta detrás de él: todo un detalle. El problema es que no te puedes fiar de nadie. Cuando Haqqani tiene el maletín, mata a Fara (¡noooo!) y ordena al resto de terroristas que hagan lo mismo. Por suerte, Quinn y otro soldado entran en escena y disparan a Haqqani, que logra escapar. Lockhart, y Max, sobreviven.
Cuando por fin llegaron los refuerzos –tarde- y Carrie logra volver a la Embajada con Saul, lo que se encuentran allí es dantesco: una bandera terrorista colgada de la fachada y casi 40 muertos. El ataque, por supuesto, tiene sus consecuencias. El Presidente de EEUU ha decidido romper relaciones con Pakistán y van a desalojar el lugar. Todos volverán a su país.
Martha vuelve a meter a su marido donde estaba, en los calabozos. Sigue acusado de traición y es el culpable de todo aquello. Pero el hombre le pide una última cosa: un cinturón. Yo supongo que si quiere un cinturón será para quitarse la vida. Y supongo, que la Embajadora no se lo dará. Error, sí que se lo da. ¿Estamos ante el final del profesor Boyd?
Sea lo que sea será
Quinn interroga a Saul. Al hombre no le ha dado tiempo a sentarse en todo el día. Te secuestran, te escapas, quieres morir para que no te vuelvan a atrapar pero te engañan y te atrapan. Más tarde, te intercambian por unos terroristas después de viajar por un camino repleto de baches sentado al lado de un niño-bomba. Cuando por fin eres libre, dos misiles te explotan y empieza un tiroteo. No Quinn, no preguntes a Saul porque no se acuerda de nada.
Aunque el ex director de la CIA no sea de mucha ayuda, Quinn se pone realmente nervioso y es Carrie la que tiene –por una vez- que bajarle un poco los humos. El agente no va a rendirse y huir. Le da igual que el ISI y el gobierno protejan y amparen a Haqqani, piensa atraparle, aunque Mathison le ordene directamente que recoja sus cosas y vuelva a casa. Es un hombre de recursos, no hay duda: decide coger los móviles de los terroristas para sacar información y sale de la Embajada de noche seguido de agentes del ISI.
Aunque en un primer momento pueda parecer que Quinn entra al mercado para despistar a los agentes secretos, lo cierto es que provoca un incendio y vuelve a la carretera, pero no sube al mismo coche. Entra con la pistola en mano al todoterreno de la inteligencia pakistaní y ordena al conductor (que no es otro que Ghazi) que conduzca. Lleva al hombre a un lugar escondido, donde piensa torturarle hasta que le diga dónde está Haqqani.
Este episodio de Homeland termina así. La gente se va. Saul, Lockhart, Martha, y Boyd, que finalmente no fue capaz de poner fin a su vida. Todos se marchan de Islamabad. Todos menos Carrie, que decide quedarse cinco días más e intentar localizar a Quinn.
Opinión
El capítulo de esta semana nos deja de repente con un escenario crucial: los dos agentes se encuentran solos en Pakistán. Quinn intentando averiguar el paradero de Haqqani, y Carrie intentando encontrarle a él. Todo puede pasar, pues ahora ya no tienen la protección de ningún equipo, ni de la Embajada.
De este episodio destacaría el distinto papel que juegan Martha y Lockhart. Como uno intenta evitar que haya más muertos mientras la Embajadora sabía que la entrega de aquella lista a Haqqani sería un error fatal. El terrorista tiene la lista, y ya nadie está a salvo.
Puntuación: 9
En el próximo capítulo de Homeland
Última actualización: 08/11/2018