El episodio de esta semana de Gotham ha sido muy intenso. Dirigido por John Behring (Arrow, Numb3rs), tiene un montón de protagonistas y un final que no podemos entender, al menos todavía. El recap del anterior aquí. ¡Alerta spoiler!
Bruce Wayne
Empezamos la semana con Selina Kyle, que se cuela de nuevo en la mansión Wayne con el objetivo de matar al clon de Bruce, que dice que aunque la tiró por la ventana para matarla se alegra de verla. Consigue herirle, pero recordemos que él no siente dolor. Aunque aparece Alfred y se descubre que se trata de un impostor, no hay nada que hacer y el clon de marcha de allí sin contarles dónde está el Bruce real.
El Bruce real, por cierto, vuelve a Gotham. No terminamos de ver qué pinta el chamán en toda la historia del joven Wayne, pero el caso es que decide que es hora de volver a casa y allí se plantan los dos. En un lugar indeterminado, el señor le muestra a Bruce una de sus vivencias: él, enfadado por la muerte de sus padres, matando al que les mató. Será el que lo ordenó, porque al señor que les mató ya le vimos nosotros morir. ¿No? Total, con el simbolismo de guardar en una caja fuerte el collar de su madre, Bruce cambia para siempre y dice que “no siente nada”. ¿Así que ahora está en manos del chamán?
Barnes
Jim Gordon tiene un capítulo de locos, sin duda. Consigue, con Bullock, colarse en una especie de sótano secreto de Kathy, en el que encuentran una puerta oculta que lleva a una sala gigante con un búho de cristal. Sí, idéntico al que Jerome hizo trozos cuando entró en la mansión Wayne y lo puso todo patas arriba. Al menos esta vez nuestros protagonistas ven el mapa que guarda. Este tampoco sobrevive: cuando se lo van a llevar aparece Barnes, disfrazado no sé exactamente de qué, en su misión de encontrar y ejecutar a Jim.
Después de dejar a Bullock out, se lo lleva a Kathy, que sabía que le estaba traicionando y que le apena que todo acabe allí. Así, ordena a Barnes que le mate, pero ya sabemos cómo son los malos en esta serie, que les gusta un teatrillo: entre unas cosas y otras, paripé y explosiones, reaparece la policía y consiguen rescatar a Gordon.
Jim intenta entonces, mientras buscan a Barnes por toda la ciudad, detener a Kathy para interrogarla: quiere saber primero dónde está el arma secreta/virus y, después, dónde está Bruce (ya que Selina informa de lo que le contó el clon a Alfred, y éste al propio Gordon). Kathy solo dice que ella no manda en la Corte (SHOOK), y ahí es cuando furioso el mayordomo de los Wayne le clava un cuchillo en la mano. Una lástima que Barnes vuelva otra vez y se cargue a media comisaría (repito: el lugar menos seguro de Gotham).
De la manera más random posible, Barnes termina decapitando a Kathy. SHOOK, srly. Yo creo que esto no se lo esperaba nadie y ha sido todo un poco gasp! y un poco cutre también. La cuestión es que al final consiguen acabar con Barnes -por ahora- y, aunque Kathy ya no va a contar dónde está Bruce, consiguen pegar el búho y ver el mapa con sus misteriosos sitios marcados (esto la primera vez que lo vieron, una foto con el móvil, y no hubiese hecho falta).
Leslie
Pero si a esto de tener un arma secreta y gaseosa a punto de estallar en algún lugar, le sumas el devenir de personajes que, sin motivo, la lían pardísima, te sale un final de temporada de miedo. Sí, Leslie la ha liado pardísima. Porque ella tiene sueños con Mario, su hijo-de-mafioso marido muerto, que le habla y le hace beber su sangre. Con tal de saber la verdad del todo, hace una visita a Tetch, el que le infectó, que le confiesa todo y se ríe de la situación: ella culpa a Gordon por todo, cuando la culpa es suya (como le gustaba Jim, Tetch utilizó a Mario para que Gordon le matase y le odiase para siempre).
El caso es que debido a esto Lee decide coger la última muestra del virus que queda en comisaría e inyectársela. ¿Para qué? Dice ella que para cumplir con su penitencia por las cosas que ha hecho, o algo así, pero que no tiene ningún sentido. ¿O sí pero yo no lo veo? Se aceptan teorías aquí debajo.
Nygmobblepot returns
Una cosa está clara, Pingüino y Nygma son, sin duda, la pareja de la semana. Siguen los dos encerrados por la Corte de Búhos, y se odian a muerte. Oswald quiere venganza, aunque sinceramente no sabe muy bien cómo llevarla a cabo estando allí, los dos. Nygma se las apaña para drogar a su compañero y consigue salir de su celda, pero los últimos esfuerzos de Oswald consisten en hacer ruido, lo que hace que descubran a Ed y vuelva a su encierro.
Poco tardan en darse cuenta de que solo van a poder salir de allí si trabajan juntos, así que acuerdan una tregua para liberarse, para poder matarse. El plan resulta muy imaginativo: una amenaza de asesinato y gelatina como elemento estelar, un truco muy teatral que le pega más a Nygma que a Pingüino, pero que consigue sacarles de allí. Oswald consigue la llave y, ante toda sorpresa, libera a Ed y se despiden poco después a expensas de que, en el próximo encuentro, el objetivo será otro. Y Pingüino no se calla que tiene una “banda” a su disposición. Una lástima que se quieran matar, trabajan bien en equipo.
Última actualización: 16/05/2020