La recta final de esta temporada de Cómo defender a un asesino nos deja, en realidad, como las otras: un cadáver (o dos), sorpresas y muchas preguntas por resolver. Eso sí, en algo vemos diferencia, y es que es un final de temporada más o menos feliz. El recap del capítulo 13 aquí. ¡Alerta spoiler!
Denver muere en un “accidente” de tráfico
Por suerte para nosotros, no tardamos demasiado en descubrir quién es el muerto en ese “accidente” de coche que parecía que iba a ser el gran acontecimiento del final de temporada (pero no). Bonnie iba conduciendo la última vez que la vimos en pantalla, pero tampoco. Ni ella ni nadie que nos pueda doler siquiera un poquito. Nos pasean por todos los protagonistas, en un ronda rápida que nos va tachando posibles muertos. Pero quién se iba a pensar que en la sala de autopsias estuviese Denver.
La muerte de Denver, fortuita o provocada, no deja de ser de cierto alivio para Keating y los suyos. Annalise decide tomar el mando de todo (como es habitual) y se encarga de organizar qué van a hacer con Jorge Castillo y qué con Simon, que se ha puesto muy pesado con eso del trato que hace con nuestros protagonistas. El padre de Laurel, por cierto, está muy preocupado por su exmujer: la madre de Laurel no aparece por ningún lado, y sospecha que algo le ha hecho ella. Y tiene toda la pinta.
Qué ha pasado con la mujer es un cabo que la temporada nos deja suelto, aunque todo apunta a su propia hija, a la que vemos más tarde con unos arañazos en el brazo ciertamente incriminatorios. De hecho, Laurel fue la última en verla, y también fue la última en ver con vida a Denver, y quieren que declare al respecto. Esto es toda una oportunidad, que Keating ve de oro para echar tierra sobre Jorge. Laurel dice que fue para hablar sobre si iba a seguir de becaria en la oficina de Denver, pero que él quería hablar de su padre, que resulta que se conocían. Aquello, por supuesto, pone en el punto de mira a Jorge.
Jorge Castillo es detenido gracias a Tegan
En realidad si alguien se merece el MVP del capítulo, por su trabajo (o sus investigaciones paralelas), es Nate, que encuentra en una taquilla remota de Denver el móvil de Dominic, que le dio Laurel poco antes, y el disco duro desaparecido, donde están los documentos chungos de la empresa de Jorge. Supuestamente, porque Oliver se pone a buscar y allí no aparece nada. Keating pasa al plan B: Tegan. Annalise va a hablar con ella para cambiarla de bando, algo que no funciona. Parece.
Keating termina llamando directamente a Jorge para contarle que tienen el disco duro, y se lo dará si favorece que Laurel tenga la custodia del pequeño Christopher. Tienen un momento de tensión y reproches que, al menos, termina bien: Jorge acepta y tenemos reencuentro madre e hijo. Pero claro, esto es Cómo defender a un asesino, y Keating no puede dejar al abuelo irse de rositas después de haber, a todas luces y con ayuda de su exmujer, mandado matar a Wes y estropeado la vida de todos ellos todos estos meses.
El plan se pone en marcha y, nada más salir del hospital, algunos agentes detienen a Jorge Castillo por una ristra de crímenes, destapando la jugada de la abogada: aunque Tegan le decía que no, le escribía en un papel que estaba de acuerdo con el plan, y se convierte en la informadora que necesitaban. Eso sí, Tegan no es tonta y tendrá total inmunidad. Y Jorge va derechito a prisión.
¿De quién es hijo Gabriel Maddox?
Así que todos contentos. Casi. Habría apostado a que Connor y Oliver no llegaban a final de temporada (juntos, o por separado), pero la pareja con el drama encima resultó ser Michaela y Asher, que esta semana parece que sí que sí lo suyo acaba for good. Él piensa que su hasta ahora novia es una persona malvada, lo que puede que sea un poquito verdad. Michaela se pasa todo el episodio viendo peligrar toda su vida por culpa de Simon, así que termina cumpliendo su amenaza y denunciándole como ilegal, lo que implica que puede que le deporten a su país.
Otras cosas que pasan. Connor nos descubre que no dejó la universidad, sino que se salió porque había sacado unas notas penosas, aunque decide que quiere volver. También sigue en pie su boda con Oliver, que decide llevar de padrino a Asher (éste se ha mudado al piso de Wes). Esta trama no sé si termina aquí: Annalise habla con Isaac, que se recupera en el hospital, y él le dice que no se verán nunca más. Y si acaba así menudo final más cutre.
Con todo, termina la cosa bien para Annalise, que gana en su caso de Lahey padre, lo que es todo un acontecimiento y eso, pero que queda solapado en seguida por otra cosa. Nate resulta que también descubre en la taquilla misteriosa aquella un montón de ficheros con todos los trapos sucios/limpios/rotos de los protagonistas, y aunque se lo comenta a Bonnie y le dice que los ha destruido, luego nos enteramos de que no.
Se pasa unos segundos ojeando hasta que llega al que parece expediente de Bonnie, en el que se leería una nota sobre un posible hijo vivo. En esas nos enseñan a un tal Gabriel Maddox (Rome Flynn), que está en el campus para apuntarse en la universidad. Casualmente, allí está Frank también para apuntarse, y reconoce al chaval y llama a alguien asegurando que está allí. Y ya tenemos servido el misterio para la temporada próxima. ¿Quién es Gabriel? ¿Dónde está la madre de Laurel? ¿Qué hacemos mientras la serie vuelve?
Última actualización: 16/05/2020