Con este capítulo la segunda temporada –frenética- de Cómo defender a un asesino llega a su fin. Y lo hace, por supuesto, con muerte, drama, verdades y muchas preguntas para una próxima temporada, que me ha parecido leer que empezaría en septiembre. Un final emocionante y dramático en el que cerramos un capítulo importante, aunque se abren muchos más. Recuerda qué pasó en el episodio anterior aquí. ¡Alerta spoiler!
Se llamaba Sam
Con esta serie siempre igual, ¿por dónde empiezo? Con nuestra protagonista, Annalise, que termina refugiándose en casa de su madre, llorosa y dormida, entre posters de Prince, Whitney en sus años buenos y Michael Jackson. Allí está su madre, Ophelia, que no la recibe con los brazos tan abiertos como se podría esperar (se ve que Annalise se pasa poco por allí, y normal, con tanto trabajo y crimen que tapar en casa).
Pero a su madre se le une su hermana (Annalise tiene una hermana, sí) y un montón de familiares que aparecen de repente en una fiesta que termina de aguarse cuando hace acto de presencia su padre, que parece que se desentendió muy pronto de eso de cuidar de los hijos y trató muy mal a su madre. Pero si al mal rollo que deja en su propia casa y al que le produce tener allí a su padre le sumamos, encima, que su hermana le echa en cara no aparecer por allí, pues menuda visita.
Todo parece arreglarlo Nate, que se presenta por sorpresa y destapa la curiosidad de toda la familia (y nuestras sospechas), que le interroga bien a fondo en plena sobremesa. La música está alta, el agua con misterio presente, y en un arrebato de sinceridad Annalise le confiesa a su madre (después de algún que otro comentario acerca de su decisión de no tener hijos) que sí que tuvo uno, pero que murió. Solo entonces nos damos cuenta de la poca (escasa, nula) comunicación con su familia. Ni que estaba embarazada les contó.
Por la noche, Ophelia despierta a Annalise y la saca al jardín, donde las dos –en batín- se encargan de enterrar un papel que simbolice el entierro de ese bebé. Es, un segundo antes de que Annalise se derrumbe, cuando nos enteramos de que se llamaba Sam. Y que efectivamente sí que era un bebé muy querido por su madre.
Murdertastic
Por supuesto, la huida de Annalise no deja indiferente al resto del equipo, que entra en pánico. Y más cuando el fiscal decide, misteriosamente, citar a la abogada como acusada. Al menos le da la opción de presentarse voluntariamente, antes de ordenar su búsqueda y captura. ¿Pero esto a qué viene? Pues bien, el Keating 5 se pone a pensar y deducen que tiene a un topo, que gracias a las habilidades de hacker de Oliver descubrimos que es Caleb.
Caleb ha estado hablando con la policía a sus espaldas desde quién sabe cuándo, una noticia que no parece sorprender a Annalise que, por fin, decide contestar el teléfono y que es hora de volver a su despacho y a su vida tan loca. Y tiene un plan, porque Annalise sabe cosas que nosotros no. Y así se presenta ante el fiscal, al que le asegura que todo lo que tiene contra ella no sirve, porque su informador es un psicópata. Y un asesino.
¿¡Cómo!? Así es. De repente aparece el flashback. Y la luz. Hace dos capítulos Philip (en casa de Wes) atacaba a Annalise. Pero no nos mostraron, claro, que después del ataque le entrega un USB que contiene, atención, el historial del FitBit de Caleb. El día que murió su tía (la madre de Philip, en el coche), Caleb había salido a correr. Y los datos de ese USB le ubican justamente en la escena del crimen a la hora del crimen.
Pero Annalise no se queda ahí: Nate consigue que Catherine diga por fin la verdad y confiese que dormía con su hermanastro (nada de sexo, solo besos y otras cosas (?)) y que el día que murieron sus padres no estaba allí. Vamos, que Caleb mató a sus padres, y a su tía, y puso el ADN de Philip donde tenía que estar y la pistola en la mansión donde tenía que estar. Pero se le olvidó que la FitBit monitoriza tu situación. Y Catherine le amaba tanto que se lo calló todo. Y quedó como único heredero. Claro.
Así termina el caso de los Hapstall. Phillip está allí mismo, en la comisaria con Annalise, para declararlo todo. Es una lástima que Caleb decida acabar con su vida en la bañera de su casa. Porque toda esa sangre no tiene remedio, está muerto. Personalmente me esperaba algo más en el final de esta trama, me he quedado algo indiferente. ¿Qué pasa con Catherine? ¿Queda libre? ¿Y entonces quién mandaba los videos? ¿Philip? Porque en uno de ellos salía Caleb. No sé, no sé si me convence.
Creo que soy tu hijo
Os lo digo ya: la gran sorpresa del capítulo nos la da Frank. Y es que POR FIN descubrimos la respuesta a una pregunta que arrastramos desde la temporada pasada. ¿Por qué mató Frank a Lila por orden de Sam? ¿Qué le debía? Pues bien, le debía que mató a su hijo, de algún modo. Resulta que, durante el juicio Mahoney, Frank es sobornado por medio de una mujer con la que tiene un tórrido encuentro para que espíe a su jefa.
A cambio de un montón de billetes, Frank coloca un micro en la habitación de Annalise, lo que lleva a Mahoney a conocer que iba a la policía a contar sus amenazas y lo que provoca que éste ordene su “accidente”. Pero lo peor es que se lo cuenta a Sam. Y Sam se enfada, sí, porque también era su hijo. Pero no tanto como cabría esperar: impide a Frank contárselo a Annalise nunca jamás y le asegura que le debe una. Y esa es la que se cobra con lo de Lila.
Pero hay más. La situación con Annalise es muy tensa entre ambos desde que Laurel le contó a Annalise que fue él quien mató a Lila. Pero es que Laurel también la lía otro poco más cuando le cuenta a Frank que Mahoney es el padre de Wes. Este dato hace que salten todas sus alarmas, pues puede llevar a que se descubra su secreto y su traición. Sea como sea, decide marcharse y Laurel encuentra su apartamento totalmente vacío.
Minutos después vemos a Wes, en Nueva York, donde se encuentra con su padre Mahoney senior. Con ganas de respuestas, se planta frente a él y le suelta un “creo que soy tu hijo”. De repente, un disparo, y Mahoney cae muerto al suelo. ¿Mi apuesta? Pues que ha sido en la distancia, Frank, en un intento por frenar y salvar semejante pasado. Pero está claro que es algo que vamos a descubrir la temporada que viene. Por cierto, ¿por qué todo el mundo que se cruza con Wes resulta muerto? Su madre, Sam, Rebecca, Mahoney…
Lo que nos queda para septiembre
Voy a hacer ahora un pequeño repaso por los personajes, por ver cómo queda la cosa. Empiezo con Annalise, que está de vuelta en casa después de enterrar a su hijo y se encuentra a Bonnie, a la que le pide que Frank no vuelva más. ¿Por matar a Lila? ¿Y Bonnie que mató a Rebecca qué? Frank puede disparar a Mahoney (suponiendo que es él quien dispara), pero en esta serie todo se acaba sabiendo. Su relación con Bonnie siempre ha sido muy estrecha, ¿Pero hasta dónde? Bonnie sigue siendo un personaje muy misterioso. Y su historia con Sam todavía queda difusa.
En este capítulo Nate se abraza con fuerza a Annalise, y parece que la pareja sale más reforzada que nunca. ¿Terminarán juntos del todo? ¿Es Nate totalmente inocente, como aparenta en estos momentos? La otra pareja de la serie, los #coliver, tienen también su dramita en ciernes. Resulta que Connor sí ha entrado en Stanford, pero antes de enterarse llama Oliver allí -haciéndose pasar por él- para renunciar a su plaza. Y borra el mail, eliminando pruebas. Se nota que algo se le ha pegado de Annalise. ¿Pero sabrá algún día Connor todo esto? Seguro que sí. ¿Sobrevivirá su relación? Ya no estoy tan seguro.
Y por último tenemos dos amoríos pendientes. Por un lado, los #wesrel, que decíais que no, que no, pero que sí. Yo veo chispa, es evidente, pero las cosas se complican: Frank desaparecido y Wes con un nuevo drama en sangre. Por cierto, ¿qué pasa con la familia de Laurel? Necesitamos conocer más de ahí, me parece que su background resulta muy interesante.
Lo de los #masher es, sin duda, el momento cómico del episodio, con Michaela arrepintiéndose de antemano con un “Oh Dios mío, lo vamos a volver a hacer”. La chica no ha tenido mucha fortuna con sus novios: su prometido Aiden fue una antigua conquista de Connor, el hermanastro de Rebecca lo hacía todo por interés, y resulta que Caleb ha resultado ser LO PEOR. Y ahora está muerto. Por su parte, Asher tiene todavía pendiente lo de la chica aquella, trama que tapó lo de su padre, que tapó lo de Sinclair. ¿Y cómo reaccionará su ya no-relación con Bonnie?
Muchas preguntas, como siempre. Mucho muerto y mucho drama. Contemos los meses hasta que la serie vuelva. Nosotros nos leemos en septiembre (si Frank quiere).
Última actualización: 18/03/2016