Lo bueno se acaba: el capítulo de esta semana de Better Call Saul es el último de esta segunda temporada. Al menos nos despedimos sabiendo que ya hay en ciernes una nueva tanta de episodios, aún sin fecha de estreno. Después del tremendo final del capítulo anterior, la cosa cambia esta semana, aunque al final parece que los problemas no dejan del todo a nuestro protagonista. ¡Alerta spoiler!
Gimmy Jimmy
La serie nos engaña un poco al principio del episodio. Vemos a Jimmy, en el hospital, a la vera de una cama. Todos pensamos que se trata de Chuck, pero no es así, pues su hermano está a su lado. Nos encontramos en el pasado, donde los McGill están reunidos en la habitación de su madre, que se encuentra allí y ya van un par de días.
Jimmy insta a su hermano a dejar la habitación un rato y acompañarle a comprar algo de comida, algo que Chuck reúsa. En el rato que Jimmy está fuera, su madre se despierta, llama a Jimmy desconsoladamente y muere. Y Chuck, muy molesto con ella por ni siquiera haber reparado en su presencia allí, miente a Jimmy y le cuenta que ni despertó.
Esa introducción nos ayuda, una vez más, a descubrir el abismo que separa a ambos hermanos. Porque, ya en el presente, vemos finalmente como Jimmy decide entrar a la copistería y socorrer a su hermano, aunque eso vuele por los aires tanto esfuerzo encubriendo su sabotaje. Al menos parece que está bien y no hay daño físico (la doctora, por supuesto, no deja de reparar en su aflicción electromagnética sin fundamento ninguno).
El primer encuentro entre ambos hermanos, a oscuras, es muy intenso. Chuck da cuenta de que si Jimmy estaba en la copistería es porque tenía razón y le saboteó y había vuelto a sobornar al encargado del lugar. Sin embargo, Ernie (asistente de Chuck y amigo de Jimmy), decide echarle un cable y miente a su jefe diciendo que él le llamó antes de que todo ocurriese porque estaba preocupado por él.
Por cierto, en la sala de espera, mientras Jimmy espera los resultados de una prueba de su hermano, por fin podemos ver su anuncio, de nuevo direccionado a gente mayor. Y está genial el “Gimmy Jimmy”, yo le contrataría. La prueba de Chuck indica que no tiene ningún daño especial pero, por la “exposición” a la electricidad durante la prueba, se ha quedado un estado catatónico inducido, del que tarda varias horas en salir.
Confesión
Chuck vuelve a casa, y Jimmy vuelve a su trabajo. Parece que el anuncio ha funcionado y tiene el despacho repleto de ancianos. Pronto recibe una llamada de Hamlin, que le cuenta que su hermano ha decidido abandonar el bufete, irse de HH&M. Por supuesto, Jimmy va a su casa a pedirle explicaciones. El lugar está algo cambiado: Chuck, que asegura que no se ha ido, sino que se retira, ha forrado todas las paredes y techo con esas mantas térmicas de papel de aluminio, para aislarse todavía más de las ondas electromagnéticas.
¿Y ese cambio? Pues porque al final admite que falló, que cometió un error. Ya ni siquiera puede copiar bien una dirección de un cliente. Y todo por culpa de la electricidad; le está afectando tanto que les hizo perder Mesa Verde. Es entonces cuando Jimmy decide confesar. Decide confesar que todo pasó y todo lo hizo como su hermano aseguraba, que le saboteó y traicionó y se calló, por Kim. Y ahora está confesando para que se sienta mejor, y para que se saque de la cabeza esa idea absurda de dejar la abogacía.
Jimmy acaba de confesar un delito. Y es consciente. Pero es la palabra de su hermano contra la suya. Por supuesto, yo ya lo venía venir. Cuando Chuck se queda solo, se acerca a la mesa y descubrimos una grabadora. Klick. ¿Desde cuándo a estado Chuck fingiendo? Parece que vuelven los problemas a la vida de James McGill.
Apunta y dispara
También en este capítulo tenemos un hueco para Mike. Después de pasarse dos episodios espiando muy de cerca a Hector Salamanca y su banda, ahora le vemos probando un rifle de alta precisión en pleno desierto, un arma que decide quedarse, acompañada de una sola bala. Más tarde, en un peñasco sobre un valle, se dispone a disparar desde lo lejos a Hector, que está con los suyos a punto de liquidar a un tío. Se trata del conductor del camión de colores fosforitos que asaltó.
Mike solo necesita un tiro, a poder ser rápido, para así no llevar sobre sus hombros otra muerte más. Lo que pasa es que da la casualidad que entre su mira y Hector se encuentra Nacho, toda la escena. Los secuaces del narco terminan matando al conductor, y enterrándolo, y Nacho no se mueve de su sitio. Mike no puede disparar, y no lo hace. Pero algo pasa: escucha un ruido, como la bocina de un coche. Es el suyo. Alguien ha querido evitar que disparase y ha puesto una rama para hacérselo saber. ¿De quién se trata? ¿Habrá segundo intento en la nueva temporada?
Última actualización: 19/04/2016