El capítulo de esta semana de Better Call Saul es una montaña rusa. Parece que Jimmy McGill no encuentra su sitio, luego sí, luego no y al final parece que a medias. Como en toda montaña rusa, falta descubrir como saldrá en la foto de recuerdo, que aunque ya sepamos con quién sale, todavía nos queda mucho looping y mucho tirabuzón para llegar hasta ahí. Recuerda lo que pasó en el episodio anterior aquí. ¡Alerta spoiler!
Playboy
La semana pasada descubrimos que el padre de Jimmy tenía una tienda-kiosko y ahora nos la muestran, con un jovencísimo Jimmy que se entretiene ojeando revistas poco sutiles. Su padre es un buenazo, hasta tal punto que es tonto: un señor no deja de engañarle con sus dramas inventados, y McGill padre sigue dándole dinero. Pero Jimmy le ha calado y el señor lo sabe. Antes de desaparecer con su pequeño botín, le cuenta al joven que en el mundo hay lobos y ovejas, y se pregunta cuál será él. No tarda mucho en elegir bando, y Jimmy se guarda algo de dinero de la caja en el bolsillo.
De ahí puede que venga el Jimmy que vemos ahora. Por eso se encuentra tan cómodo en la mentira, en juegos peligrosos. Ya en el presente le vemos junto a Mike en su declaración ante la policía, en la que expone que Tuco Salamanca no llevaba pistola el día de su reyerta. Se despega un poco de la versión que su tío le recomendó y tampoco dice que el arma fuese suya. Simplemente apareció allí. “Tal vez cayó cuando la llevaba un pájaro”, que asegura McGill. Con 50.000 dólares en el bolsillo, Mike ya solo tiene que esperar que Tuco salga de la cárcel sin ganas de revancha.
Las tramas avanzan y también la de Kim, que tiene una importante reunión con el que puede ser su nuevo lugar de trabajo, Schweikart & Coakley. Si firma, en dos años podría ser socia de pleno derecho, algo que parece muy muy lejano en HH&M. Jimmy también trata de seguir adelante y decide que es hora de dejar D&M, donde nunca ha terminado de encajar del todo. Trata de escribir una carta de renuncia junto a un trabajador de la firma llamado Omar, pero este le comenta que si renuncia en su primer año de trabajo tiene que devolver todo el dinero que ha cobrado en bonus. Así que tendrá que pensar en otra manera de salir de allí.
Cocobolo
Le cuesta, pero Jimmy lo consigue. Cuando ayer leía que este episodio sería célebre por su montaje nunca me imaginé semejante despliegue de colores. McGill hará todo lo posible para que le despidan, así que encuentra inspiración (en un muñeco inflable, de ahí el título) y decide renovar su armario con una camisa de cada color del arcoíris y las corbatas más feas que he visto yo en televisión. Las combina de forma aleatoria, tentando al mal gusto y abriendo los ojos de par en par de sus jefes y compañeros.
Pero no solo eso. Jimmy se dedica a preparar batidos en el trabajo, a tocar -malamente- la gaita y ni siquiera tira de la cadena después de usar el baño. Un montón de irregularidades que chocan de frente con el ambiente tranquilo y pacífico de D&M y que consigue que le despidan. Por supuesto, su jefe Cliff sabe que lo hace a posta, para mantener sus bonus. Un dinero que está dispuesto a perder con tal de quitarlo de su vista. Así vuelve Jimmy a su trastienda en el salón de belleza. Incluso necesita ayuda de Omar para la mudanza, pues decide quedarse su escritorio de cocobolo.
Su plan de volver a su vida anterior, sin embargo, tiene un matiz: no quiere hacerlo solo. Por eso se planta ante Kim con una original tarjeta de visita con las iniciales W y M. Wexler y McGill. Quiere que sean socios, porque Jimmy sabe que Rich, de S&D, no deja de ser otro Howard con otro nombre. Y Kim vale lo suficiente como para no tener que depender de ninguna firma detrás. Juntos trabajarían a su manera, codo con codo.
WM
¿Qué hace Kim? Refutar la realidad llamando, sin querer, a Rich con el nombre de Howard. Solo así parece darse cuenta de que Jimmy puede tener parte de razón. Eso sí, ¿está dispuesta a aliarse con McGill, después de conocer que sus métodos no siempre son cristalinos? En la azotea de S&D rompe la tarjeta de Jimmy, y solo entonces parece ver la luz. Y le propone a Jimmy compartir techo, y gastos, pero trabajando por separado, cada uno como independiente. Una manera inteligente de mantenerse cerca de Jimmy, pero no demasiado cerca de Jimmy.
También parece que Mike tiene que tomar una decisión importante. Después de una pequeña conversación con Jimmy sobre Tuco (recordemos que McGill también tuvo cierto encuentro en el desierto con el narco) y acompañar a su nuera en la compra de una nueva casa a la que mudarse, vemos a Mike frente a lo que parece el restaurante de Hector, tío de Tuco. ¿Le vigila porque quiere pedirle algún trabajo para ayudar a su nuera y a su nieta? ¿O está pensando en terminar con posibles amenazas futuras dándole una lección?
Última actualización: 29/03/2016