La relación entre los hermanos McGill no ha sido fácil, eso ya nos había quedado claro. Ahora bien, este capítulo marca un punto de inflexión entre ellos que ya comenzó con la dichosa cinta de Chuck. El recap de lo que pasó la semana pasada está aquí. ¡Alerta spoiler!
Tacto
Este episodio no tenemos ni rastro de Los Pollos Hermanos, ni Mike, ni nadie más. Ellos solos. Por un lado Jimmy, con su aliada Kim y un plan muy elaborado y que puede salir fatal. Por otro, Chuck, acompañado de Hamlin y la cinta. En medio, un tribunal que puede decidir el futuro de nuestro protagonista y la andadura de la serie.
Por el momento ya empieza el capítulo enseñándonos hasta donde llega la “dolencia” de Chuck en un flashback en el que, en una cena con su exmujer, le lanza el móvil lejos en plena llamada, excusándose en que es de mala educación interrumpir una velada tan amena. Rebecca sale volada de allí, por supuesto.
En el presente ya intuimos que Jimmy y Kim tienen un plan. Pero de ninguna manera nos íbamos a imaginar que pasaba por llevar un pez en una bolsa a un veterinario, al que Jimmy le encomienda pasarle a alguien “con tacto”. Que, por cierto, “contacto” ellos que amanecen lavándose los dientes juntos. Porque nada está reñido con el hecho de compartir bufete, gastos, relación abogado-cliente y cama.
Eléctrico-electrónico
Una vez que han preparado la sala eliminando cualquier rastro electromagnético el día de la vista, Kim se encarga de preguntar a Hamlin sobre el pasado de Jimmy en su bufete. Y tiene que hacer tiempo, pues alguien se retrasa. Al principio pensamos que ese alguien es un señor que al final consigue llegar a tiempo (y el plan se pone en marcha) cuando se topa en las escaleras con Chuck. Se trata de Huell Babineaux (Lavell Crawford), y ya sabemos que algo ha hecho con McGill mayor en su efímero choque camino de la sala de vistas.
Sin embargo, la persona a la que esperan no es al señor que manda el veterinario, sino a Rebecca. ¿Qué pinta aquí? Pues al principio yo tenía dos opciones: o Jimmy quiere que Chuck se ponga nervioso (que es lo que piensa él, y que pasa, por supuesto) o, pensando muy mal, quiere que la caída en su trampa le hunda del todo teniéndola a ella allí. En realidad Jimmy no es mala persona (al menos todavía), y la presencia de Rebecca puede ser lo único que ayude un poco a su hermano después de lo que va a pasar.
Porque es un poco SAVAGE. Jimmy le pide a Chuck que mire en el bolsillo de su chaqueta, después de un breve discurso sobre su enfermedad y cómo si hubiese algo eléctrico-electrónico cerca se daría cuenta. Del bolsillo saca una batería de móvil completamente cargada, que Huell le había metido allí. Además, Babineaux es testigo de Kim, aunque aquello pierde relevancia porque Chuck SE VUELVE LOCO. Y lo mejor es que lo hace intentando explicar que no lo está.
En su discurso, cargado de resentimiento, le echa en cara a Jimmy prácticamente todo: desde robar dinero de pequeño a conseguir ser abogado, como si la ley y el McGill menor no pudiesen llevarse bien. O, al menos, regular. El episodio no va más allá que la vuelta a la calma de Chuck, con la mirada perdida, y la de sus señorías que parece que han cambiado un poco de opinión respecto al caso. ¿Cuál será su sentencia? Parece que cae del lado de Jimmy. ¿Cuál será el futuro de Chuck?
Última actualización: 16/05/2020