La vida de Iñaki y Carmen en Allí abajo gira en torno a la inminente boda, sin embargo, problemas familiares serán el hilo argumental de la historia de esta semana. Un total de 2.966.000 espectadores y un share del 16,9% son las marcas registradas por esta ficción de Antena 3 protagonizada por María León y Jon Plazaola, unos datos similares a los de semanas anteriores.
En este capítulo trece de la segunda temporada de Allí abajo, titulado “El resucitao”, Iñaki y su suegro viven apenados pensando que el compadre de Antonio ha pasado a mejor vida, lo que desconocen es que Frasquito está más cerca de lo que se imaginan. Mientras tanto, Carmen recorrerá las calles de Sevilla buscando a su madre. Por su parte, la cuadrilla de Iñaki se verá en una encrucijada por culpa del regalo de boda. Si quieres saber al detalle lo sucedido, sigue leyendo pero ¡¡alerta spoiler!!
¿Dónde está Frasquito?
Comenzamos el capítulo justo donde lo dejamos la semana pasada, con Antonio e Iñaki asumiendo la muerte de Frasquito. Para comprobar si las palabras de su suegro son ciertas, el vasco sale en busca del supuesto cadáver, sin embargo, llegan a tiempo para ver cómo la grúa se lleva la furgoneta de Antonio por estar mal estacionada. Por mucho que intentan correr para evitar que también se lleven a Frasquito, les resulta imposible alcanzar el vehículo.
Como todavía no tienen el cuerpo de Frasquito, ambos deciden ocultar la verdad a Carmen para evitarle un disgusto innecesario. Tras mucho discutir con el responsable del depósito de coches, Iñaki y Antonio consiguen recuperar la furgoneta pero, para su sorpresa, Frasquito no está dentro del vehículo. ¿Dónde se ha metido? ¿Sigue vivo y ha conseguido salir por su propio pie? Si es así, ¿dónde se encuentra ahora Frasquito?
Mientras tanto, mareado y desorientado, Frasquito logra llegar hasta la clínica para que Jozé pueda ayudarle y sea tratado por los doctores. Frasquito le asegura a Carmen que a penas bebió durante la despedida, pero a pesar de eso no consigue acordarse de lo que sucedió durante la noche anterior. La analítica corrobora la versión de Frasquito y no hay ni rastro de alcohol en su sangre, pero para curarse en salud, el hombre tendrá que quedarse en observación.
Por su parte, Carmen intenta poner a prueba a Antonio y a Iñaki para ver si son capaces de aguantar su mentira. Viendo que sí, que no hacen más que inventar una historia que no tiene sentido, Carmen les confiesa que Frasquito llegó al hospital desorientado tras haber sido abandonado por sus amigos en un coche. Tras echarles la bronca, la enfermera prohíbe a su padre y a su futuro marido que vayan a verle.
Este muerto está muy vivo
Desobedeciendo las órdenes de su hija, Antonio llega a la clínica y le pide a Irene que le diga dónde esta su compadre. La despistada enfermera entiende que se refiere a un paciente que ingresó al mismo tiempo y que ha fallecido, por lo que le explica a Antonio que su amigo ha pasado a mejor vida, un completo malentendido ya que Frasquito se encuentra perfectamente.
Con la intención de despedirse de su amigo, Antonio entra en la habitación indicada por Irene, encontrándose con la viuda del señor fallecido y produciéndose una situación vergonzosa al comprobar que el cuerpo sin vida no es el de su amigo. Afortunadamente, Frasquito simplemente tiene una lesión cervical que le provoca los mareos y desmayos, pero tendrá que cuidarse, dejarse de tantas tareas en el campo y llevar un molesto collarín que le protegerá.
El regalo de la discordia
Ajenos a los problemas de su amigo, en el norte, después de superar la alocada despedida de soltero, la cuadrilla de Iñaki se prepara para encarar un nuevo problema: el regalo de boda. Después de darle muchas vueltas, la lluvia de ideas resulta ser un auténtico desastre y ninguno acepta la propuesta de los otros, negándose a hacerle un regalo tan cutre a su amigo. Incluso debido a estos malentendidos se plantean no acudir a la boda si no encuentran un presente perfecto para Iñaki.
Enfadados por no llegar a un acuerdo, Antxon, Peio y Koldo deciden sentarse en mesas separadas. Maritxu no soporta la actitud de la cuadrilla y le pide a Sabino que intente mediar para solucionar el problema. Gracias a las palabras del tío de Iñaki, la cuadrilla llega a una conclusión: lo más fácil es que cada uno compre su regalo por su cuenta de forma individual. Contentos por la decisión, los tres se presentan en la taberna con el mismo robot de cocina, volviendo al mismo problema del principio.
Viendo que no pueden seguir así porque va a llegar el día de la boda y no han encontrado un regalo, finalmente la cuadrilla decide optar por algo original y simbólico: una foto a tamaño real de ellos cuatro. De esta forma, Iñaki podrá tenerles presente en todo momento e incluso abrazarles cuando la nostalgia se apodere de él. Suena muy bonito pero, ¿pensará Iñaki igual? ¿Cómo reaccionará al ver este curioso regalo?
En busca de la madre perdida
Al ir a lavar el traje de Frasquito, Carmen encuentra en uno de los bolsillos una carta de su madre. Sorprendida, la enfermera intenta que le diga la dirección de su madre y le explique el motivo por el que se comunica con ella. Frasquito se niega y le ruega que no le cuente nada a su padre porque Antonio no sabe nada. Viendo que no le va a decir nada, Carmen le suplica que le explique por lo menos porqué les abandonó, pero el hombre le recuerda que hay cosas que es mejor no conocer.
Dispuesta a hacer algo al respecto, Carmen le cuenta a su hermano Rafi lo que ha descubierto y que está decidida a ir a buscarla, sobre todo al ver averiguado que reside en Sevilla. Por su parte, Rafi se niega a ser partícipe de dicha locura, para él su madre les abandonó y no merece que le recuperen, menos si ella nunca se ha preocupado por recuperarles. Tras ser advertida por su hermano de que sólo va encontrar problemas, Carmen se marcha con la misma idea en su cabeza: encontrar a Eva Morales.
Como era de esperar, Dolores se entera de todo y decide ayudar a Carmen consiguiéndole la lista de todas las Eva Morales que residen en la ciudad. Aunque en un principio rechaza la idea pensando que Rafi tiene razón y es mejor dejarlo estar, la enfermera acaba aceptando la propuesta de Dolores y ambas salen en busca de la madre. En la primera casa a la que llegan encuentran a un hombre cuya mujer, llamada Eva Morales, acaba de fallecer pero, para suerte de Carmen, es imposible que fuera su madre porque era negra.
Siguiendo las direcciones de la lista, llegan hasta la cárcel, donde una mujer que responde al nombre de Eva Morales está presa por delitos varios. Carmen se sorprende de que esa mujer pueda ser su madre, sobre todo porque hay cosas que no terminan de cuadrar, pero ella insiste en que es su progenitora. Sin embargo, una astuta Dolores consigue descubrir la verdad y que esa Eva Morales está fingiendo para aprovecharse de Carmen.
Después de todo el día dando vueltas por la ciudad, llegan a la última opción y Carmen le pide a Dolores que le deje enfrentarse sola a ese trago. Delante de la puerta, Carmen logra escuchar voces en el interior pero justo cuando iba a llamar al timbre decide recular y marcharse. Una auténtica lástima porque una llamada de Frasquito a Eva nos descubre que Carmen había llegado a la puerta correcta, aunque si hubieran abierto, habría descubierto que su madre ya no es como la recuerda porque ahora es un hombre.
Última actualización: 12/05/2016