Gerard Butler vuelve a su Escocia natal y se da un garbeo por el cine independiente en Keepers, un estupendo y muy tenso thriller de tres personajes aislados presentado en el último Festival de Sitges. Peter Mullan, otro escocés de gran prestigio en el Reino Unido, le acompaña en un relato que adapta una historia real, la de tres fareros desaparecidos hace más de un siglo.
KEEPERS, EL MISTERIO DEL FARO de Kristoffer Nyholm
Aunque siempre hay algún motivo, real o inventado, para el cinismo, la explicación más verosímil para que Gerard Butler, un actor que ha triunfado claramente en Hollywood, haya aceptado un papel en una película independiente, a la que más bien le ha costado encontrar fecha de estreno y en la que comparte el protagonismo con dos actores de mucho menor caché, es sencillamente que le ha encantado el guión. Mientras podemos tener dudas de si Nicole Kidman o Emma Stone se ponen a las órdenes de Yorgos Lanthimos porque realmente les gusta el proyecto o como movimiento estratégico para incrementar su prestigio y lograr alguna nominación a los Oscar, el director Kristoffer Nyholm es un perfecto desconocido en el cine internacional y, aunque cuenta con una larga trayectoria televisiva, la mayor parte ha sido rodada en danés y sueco; así que por qué no pensar que las estrellas también tienen su corazoncito y que a Butler le puede haber hecho ilusión trabajar en su Escocia natal.
Tres hombres sin piedad y aislados
No es de extrañar que el guión de Keepers haya conseguido atraer tanto a Butler como a un habitual del cine social británico como Peter Mullan, porque está estupendamente construido. Se trata de una historia tan sencilla de resumir como difícil de llevar a cabo con éxito: tres hombres en una pequeña isla que deben cuidar de un faro y que acaban inmersos en una pesadilla opresiva y claustrofóbica. Un punto de partida que podríamos calificar de polanskiano, aunque el director polaco la habría dotado de un sentido del humor negro y de un erotismo u homoerotismo que aquí están ausentes.
No nos encontramos ante una obra de autor, sino ante un ejercicio de estilo de género con un guión de construcción muy clásica: presentación del escenario y de los personajes, que son tres estereotipos masculinos de tres generaciones, el joven novato, el marinero de mediana edad, y el veterano, y primer giro que introducirá el suspense y la violencia en la historia. Tras el planteamiento, un nudo o parte central en el que se irá incrementando la tensión a partir de un conflicto con invasores externos que podrían ser una amenaza potencial para nuestros tres personajes, y un conflicto interno: la lucha por el liderazgo entre los dos hombres experimentados y la rebeldía del joven, que tendrá que elegir entre su ambición y la sensatez de escuchar la voz de la experiencia de los otros, que podría ser, por otra parte, un canto de sirena con intención de engañarle. Todo ello para llegar a un desenlace, que evidentemente no vamos a explicitar, pero que consigue ser no demasiado previsible sin tampoco buscar la sorpresa a costa de lo que sea, incluyendo cargarse la coherencia interna de la historia, como vemos en tantas ocasiones.
En resumen, Keepers es una historia muy bien construida y contada que hará las delicias de quienes disfruten con relatos de suspense claustrofóbicos y angustiosos. Probablemente su modestia le impedirá figurar en listados de mejores peliculas del año y competir con títulos de menor solidez pero mejor oropel y marketing, pero así es como funciona el mercado.