Rodrigo Sorogoyen (El reino), uno de los directores del momento, se pasa a la televisión con Antidisturbios, una de las series importantes de la temporada, disponible online en Movistar Plus, que arranca en quinta con un espectacular primer capítulo, que cuenta con un gran reparto, y que evita ponerse a favor ni en contra de la policía o de las plataformas antidesahucios.
ANTIDISTURBIOS de Rodrigo Sorogoyen
La ficción íntimamente ligada a la realidad es una propuesta intermedia entre la evasión vinculada a uno de los géneros comerciales clásicos que suele proponer la televisión convencional y las biografías o historias basadas en hechos reales. Antidisturbios, serie original de Movistar +, es ficción pero se acerca mucho a los temas sociopolíticos que solemos ver en los informativos: las protestas ante un desahucio, la presunta violencia policial y las sospechas de corrupción de personas próximas al poder son los ejes que sustentan a esta serie y la perfilan ya desde el principio como una propuesta relativamente arriesgada que indica que algo se empieza a mover por fin en el sector de las series televisivas nacionales.
Ya hemos explicado de forma básica los conceptos con los que trabaja esta serie, pero a nivel creativo es fácil intuir que su germen es el envolvente y adrenalínico episodio inicial: lo que iba a ser el desalojo rutinario de una familia que no paga el alquiler se va convirtiendo progresivamente en una pesadilla para la pequeña unidad de seis policías antidisturbios a los que han encargado la tarea y que se ven atrapados entre una asociación que se ha volcado precisamente en el caso de esa familia y está dispuesta a impedir el desahucio con uñas y dientes, y unos mandos policiales y judiciales que insisten en que la misión no debe ser abortada pese a la imposibilidad de conseguir refuerzos.
Seis hombres sin piedad
Todos los elogios que reciba este vibrante primer capítulo serán escasos: sin ánimo de exagerar, se podría decir con poco margen de duda que es el mejor arranque de una serie en la historia de la televisión en España. Como contrapartida, esto supone que el resto de capítulos no estén a la altura de las expectativas despertadas por este punto de partida. La trama no tira de muchos de los hilos abiertos: no se va a profundizar en el peliagudo tema de los desahucios ni de los movimientos que se oponen a los mismos, ni tampoco se va a denunciar las condiciones en las que trabaja la policía, ni de como se les utiliza como carne de cañón ariete del poder, ni se va a hablar de racismo ni de la proliferación de ideologías extremistas dentro de los cuerpos de seguridad, ni de la problemática de los inmigrantes, etc.
Esto resulta fácil de comprender si tenemos en cuenta que, mientras Estados Unidos lleva ya dos décadas de revolución en el campo de las series televisivas, España se ha puesto las pilas y ha empezado a descubrir que existe más mundo fuera de la dramedia para toda la familia desde hace como mucho 5 años. Una serie como Antidisturbios, que va al grano, que trae a la pequeña pantalla a un nombre tan potente del cine como Rodrigo Sorogoyen con su saber hacer y su riqueza de recursos, y que resuelve con eficacia y concisión una trama policíaca sin enredarse con los vaivenes sentimentales ni familiares de cada uno de los seis integrantes de la unidad ni de la agente de asuntos internos que debe estudiar si su actuación durante el desahucio fue correcta y proporcionada, representa ya un hito. Pedirle además que no pase de puntillas sobre temas espinosos y que no acabe desembocando en una trama de corrupción política y judicial más bien convencional sería demasiado.
Sorogoyen ha logrado además reunir un contundente reparto que reúne a intérpretes sobradamente consolidados como Raúl Arévalo y Roberto Álamo con otros nombres que pueden dar mucho que hablar a partir de ahora; especialmente la protagonista, Vicky Luengo, y el joven Patrick Criado, con un papel pequeño pero agradecido.