Empiezo a pensar que la cosa es mía, que el cine de animación sigue creándose con amor y que estoy convirtiéndome en un viejo cascarrabias. Es curioso que el tráiler de Epic me resultara tan atractivo como la película aburrida. Pero creo que tiene una explicación.
Epic: el mundo secreto, es una película muy bonita y llena de color que parte de una premisa atractiva. Hasta ahí estamos de acuerdo. Las voces originales tienen la gracia de cracks como Jason Sudeikis, Colin Farrell, Christoph Waltz o Pitbull, y Chris Wedge es el director de confianza de la división animada de Fox.
Pero el resultado final está desgastado, muy visto y el principal problema son los personajes, poco más que dibujos desanimados y anticarismáticos, sobre todo el científico y la hija, lo que hace que no exista empatía y que no logre transmitir ninguna emoción. Es más, si los comodines chistosos y guasones no son lo que deberían ser, no los pongas.
No estaría mal que cuando se gasten cien millones de dólares en una película de animación alguien revisara los guiones, porque de Los Pitufos 2 a Epic no hay demasiada diferencia al fin y al cabo. Y eso que estamos hablando de ocho guionistas acreditados.
Más cerca del Epic Fail que del Epic Win.