Noelle-Neumann en su teoría ‘Espiral del silencio’, explicó entre sus páginas, en cierta manera, la inacción de la sociedad ante hechos denunciables. “Hoy se puede demostrar que, aunque la gente vea claramente que algo no es correcto, se mantendrá callada si la opinión pública (opiniones que se pueden mostrar en público sin temor al aislamiento) y, por ello el consenso sobre lo que constituye el buen gusto y la opinión moralmente correcta, se manifiesta en contra”, escribía. El realizador Tom McCarthy demuestra con ‘Spotlight’ tener una oculta vocación por el periodismo, aquél que nació como un oficio.
En el año 2002, el equipo de Spotlight, el grupo de periodistas de investigación del Boston Globe, destapó uno de los escándalos más polémicos conocidos en Estados Unidos. Los periodistas descubrieron varios casos de abusos sexuales a menores por parte de varios sacerdotes en Massachusetts. Los hechos no son sólo recientes, hay casos sin resolver de varias décadas. Esto provoca que el suceso no sea algo aislado, sino que afecte a todo el sistema de la Iglesia Católica, que se encargó de tapar lo ocurrido y dejó que esos actos quedasen impunes. El equipo de reporteros verá que se enfrentarán a una de las instituciones más fuertes e influyentes de la sociedad estadounidense: La iglesia.
McCarthy ha sido aprendiz sagaz y ha leído el Manual de estilo que fue ‘The Newsroom’ de Aaron Sorkin sobre lo que debe ser el buen periodismo. Sin embargo, el realizador parte de hechos históricos, que existieron y provocaron que este grupo de investigación periodística se alzase con el Premio Pulitzer al Servicio Público. Con lo cual, el director opta por una propuesta austera en la que se centra únicamente en la labor profesional de sus protagonistas. McCarthy evidencia que su película es la labor en sí de lo que debe ser un profesional de la Sociedad de Información, no hay dramas familiares ni sentimentales (eso lo deja a la mera intuición bajo miradas y contextos).
El descubrimiento de la verdad, de investigar, preguntar, contrastar fuentes, recorrer la calle. Lo que fue el periodismo antes de la era digital, eso es por lo que aboga McCarthy en ‘Spotlight’. El realizador ha sabido calibrar las dosis dramáticas centrándose en la investigación. El tema que trata, la pederastia dentro de la Iglesia, es lo suficientemente doloroso para que se ahonde explícitamente en lo que ocurrió. Por ello, el cineasta ha sabido crear un guión –junto con Josh Singer– en el que las referencias a los curas son lo más elípticas posibles. Apenas se ven religiosos en la cinta, pero la Iglesia está de manera casi omnipresente mediante símbolos como una parroquia o un crucifijo, lo que demuestra que su influencia en la sociedad es lo que, realmente, ha impedido destapar los casos antes.
Niklas Luhmann, reconocido por las Teorías de Sistemas, dijo: “Lo que sabemos del mundo es aquello que sabemos por los medios masivos de comunicación”. Y ahí destaca McCarthy su principal crítica a la degeneración del oficio periodístico. El peligro que corre la sociedad al no estar bien informada por la desidia de cierto sector de comunicadores. ‘Spotlight’ aboga por recuperar la esencia del clásico periodismo, como hizo Alan J. Pakula en 1976 con ‘Todos los hombres del presidente’ con el caso Watergate; Sidney Lumet sobre el poder de los medios con ‘Network’ o por la dedicación a una profesión en ‘Veredicto final’; o George Clooney en ‘Buenas noches y buena suerte’.
McCarthy ha aprendido a ser un ávido periodista, no como su personaje en ‘The Wire’. Con un elenco entregado a esa pasión periodística, Michael Keaton y Mark Ruffalo ofrecen dos claros ejemplos diferentes de comunicadores, esta propuesta pretende dar algo de luz al incierto futuro de las ciencias de comunicación, en una época de copy-paste, utilización sólo de fuentes oficiales y devoción enfermiza a la inmediatez. ‘Spotlight’ es la demostración plena de la necesidad de tener unos medios de comunicación que gocen de buena salud para garantizar el buen funcionamiento de la democracia. Cine entregado su labor profesional y una de las obras maestras de los últimos años.
4.5 / 5