Tras su último trabajo en la dirección de ‘El vuelo (Flight)‘, en el año 2012, Robert Zemeckis regresa con esta historia basada en hechos reales, ‘El desafío (The Walk)‘. Zemeckis nos regala una película que destaca en cuanto a la armonía visual que se desprende de cada escenario y acontecimiento que se desarrolla. Sin embargo y más allá de la prolijidad que distingue a la pieza cinematográfica, algunas defectos en su desarrollo hacen que la película no logre triunfar en la medida esperada.
Basada en las memorias escritas por Philippe Petit (Joseph Gordon-Levitt), ‘El desafío (The Walk)’ narra cómo este funambulista francés preparó el objetivo personal más arriesgado de su vida, el cual radicaba en caminar en una cuerda floja entre las Torres Gemelas de Nueva York en 1974.
La obra que nos presenta Zemeckis arranca de buena forma, con un tono que oscila siempre entre lo agradable y lo pintoresco. Esto se percibe a partir de una puesta en escena correctamente ambientada y cuidada que se complementa gratamente con el soundtrack, el cual adereza determinados sucesos y a la vez conserva el matiz animado que lleva el relato en casi todo momento.
Mención especial para el trabajo realizado por Joseph Gordon-Levitt en el papel protagonista. El actor (ahora también director y guionista tras su lanzamiento en 2013 de ‘Don Jon’), vuelve a contentar gracias a su carisma innato. Se encarga de encarnar a Philippe Petit (incluso añadiéndole el acento galo a su personaje), mostrándose un sujeto perseverante en cuanto a la búsqueda de sus metas y desfachatado para exhibir su arte callejero, algo esencial que se requiere al desempeñarse como mimo, equilibrista, mago y monociclista.
‘El desafío’, capaz de conservar una línea bastante constante en cuanto al entretenimiento, parece poseer dificultades a la hora del cambio de tono. El film da todo el tiempo la sensación de quedarse encasillado en un sitio en donde las cosas se muestran desde un lado ameno y carente de nervio. La historia, con todo lo que ha significado y con el enorme riesgo que supone que una persona decida cruzar las Torres Gemelas de un lado hacia otro de una cuerda, a tamaña altura, no logra resultar vertiginosa. La película, inclusive valiéndose de otros elementos que deberían complicar las situaciones, como el de la ilegalidad que incluye llevar a cabo el desafío que supo imponerse Philippe, o asimismo aspectos de su personalidad tales como la terquedad y tenacidad, no logra llegar al clímax de tensión necesario como para incomodar al público. Más allá de que se conozca lo que ha pasado por tratarse de un suceso real, existen proyecciones que en posiciones similares han conseguido crear un clima de rigidez importante y mayor que el que se expone aquí.
Se trata de pasar un buen rato, sumamente llevadero, gracias a las actuaciones no sólo de Gordon-Levitt sino además de quienes lo acompañan en el reparto (Ben Kingsley, siempre sobrio y Charlotte Le Bon), así como también a partir de la estética y de las imágenes armoniosas que se aprecian en la obra. En eso, principalmente, ‘El desafío (The Walk)’ cumple.
3 / 5