Ya está aquí el recap del quinto capítulo de la nueva serie de moda: Better Call Saul. El spin off precuela de Breaking bad que cuenta la vida y obra de James McGill antes de convertirse en Saul Goodman vuelve una semana más cargado de momentos. Antes de continuar tal vez gustes de repasar el recap del episodio anterior. ¡Alerta spoiler!
Condición
¿Se acuerdan de la pasmada vecina que veía como Chuck le robaba el periódico envuelto en papel de aluminio? Pues la señora, que todos tenemos una vecina así, ni corta ni perezosa, ha llamado a la policía. Y eso que el hermano de James le echaba valor y además de salir a la intemperie con todo ese electromagnetismo, le dejaba dinero debajo de una piedra a cambio del diario.
Al habla de la policía, Chuck se acerca a la puerta e intenta explicarles que prefiere no abrirles la puerta, por su “condición”. Claro, la señora no le vendió el periódico, en eso tienen razón, pero él le dejó 5 dólares, que por un diario está bastante bien. Mientras él intenta explicarse, uno de los agentes se dirige a la puerta trasera y se da cuenta de que en la casa todos los cables de luz están cortados. Como algo raro pasa allí, los policías echan la puerta abajo, mientras un pobre Chuck trata de protegerse de la luz.
En otro punto de la ciudad, McGill tiene un nuevo cliente. El primero de varios, a decir verdad. El anuncio funcionó y ahora está entrando en el rancho de Richard Sipes. Mientras entra, Jimmy va ensayando cómo explicar que conduce el coche de su asistente (mentira, claro). James es el abogado que necesita para lo que Sipes tiene entre manos: tiene en propiedad más de cuatro kilómetros cuadrados y quiere independizarse de los Estados Unidos.
República de Sandia
McGill se queda a cuadros, pero acepta. Será difícil y obviamente terminarán en el Tribunal Supremo; antes de que se lo piense, Richard le ofrece un millón de dólares, la mitad por adelantado. A Jimmy le parece genial claro y Sipes va a por el dinero. El problema es que es su dinero, suyo, hecho por él. Y con su cara. Se trata de la moneda oficial de la futura República de Sandia. Al principio vemos a James reír, poco antes de salir de allí a toda pastilla.
Su siguiente cliente es Roland Jaycocks. El hombre también le vio en televisión y le pregunta si entiende de patentes, cosa en la que según McGill está especializado (mentira, claro). Parece algo importante, pues Ronald le hace firmar un documento de confidencialidad antes de enseñarle su invento, pues tiene miedo de que le roben la idea. Se trata de un váter. Una especie de váter de entrenamiento. Asegura que a los niños les cuesta usar el váter y con su “Tony, el váter amigo”, no será un problema gracias a su sistema de voz y refuerzo positivo.
Mientras deja caer algunos objetos de prueba dentro el váter empieza a decir cosas algo sucias como “Oh, así se hace” o “Lléname, lo quiero todo”. La cara de Jimmy es un poema y deja caer que a lo mejor es un poco sexual, indecente. Tiene que salir de allí corriendo, pero esta vez porque Jaycocks le echa de allí a gritos de “malpensado”. James se defiende, no es él quien ha inventado un váter sexual.
La mitad son idiotas
Por último, McGill tiene otra cita, esta vez con una señora que anda muy muy lento que colecciona figuras de porcelana. Tienen que hablar sobre su testamento y el montón de condiciones que tiene que contener, entre ellas alguna referida a su voluminosa colección. En seguida se da cuenta de que Jimmy es un tipo listo, ella que pensaba que todos los abogados eran idiotas. James no tarde en corregirla: la mitad son idiotas, la otra mitad son ladrones.
Esa misma noche vemos a McGill pintándole las uñas a Kim. Jimmy no para de imitar la voz del váter Tony mientras ambos se ríen. Kim parece que le da una idea al abogado: especializarse en los mayores, que tanto tienen que lidiar con compañías de seguros y familiares aprovechados. Es entonces cuando recibe una llamada de Howard, es sobre Chuck, está en el hospital. Cuando llegan allí, ven a su hermano pasándolo fatal debajo de los tubos de luz.
En seguida, Jimmy empieza a apagarlo todo mientras la médica llama a seguridad. Asegura que Chuck es alérgico a la electricidad y Kim les pide que hagan caso. Cualquier cosa con batería o conectado le hace daño, así que saca de allí todos los móviles y aparatos. Está allí por lo del periódico, y por enfrentarse a los policías. La doctora pide internar un mes a Chuck, pero él toma consciencia y se niega.
Representante legal
Sigue empeñado en su sensibilidad al electromagnetismo. Mientras se enrolla en los síntomas y cómo es su vida, la doctora enciende sin que se dé cuenta un aparato eléctrico y Chuck parece no darse cuenta. Sin embargo, todos allí entienden que es un problema mental y que si no hacen algo puede ser peor. Si alguna vez estuviese en peligro o algo, no podría llamar a nadie por su móvil ni nada. Necesita de ayuda profesional.
Kim habla con Hamlin y le comenta después su preocupación a James. No cree que tengan que ingresar en ningún sitio a Chuck, pero McGill sabe que eso es porque entonces él sería su representante legal y liquidaría su parte del bufete de abogados. Pero por ahora solo le quiere asustar: se llevará a su hermano a casa, donde mejor puede estar. Allí mismo se dan cuenta de que tienen una conversación pendiente, su presencia en el periódico.
Jimmy es claro, no ha vuelto a las andadas. De hecho tiene muchos clientes nuevos y piensa especializarse en ayudar con sus cosas legales a la gente mayor. Le promete a su hermano que actuará bajo las reglas, lo del anuncio solo fue una manera de empezar, un poco de show. Poco después vemos a James viendo la tele y copiándole el traje a un señor.
Gelatina
En un centro de mayores, observamos a un montón de ancianos comiendo gelatina. Cuando una señora termina, se da cuenta de que hay algo al final del envase: un anuncio de McGill en el que se ofrece a ayudar con sus testamentos. De repente, hace aparición con su nuevo traje copiado y empieza a saludarles a todos.
Más tarde, en el aparcamiento, por primera vez en la serie parece que Jimmy tiene los suficientes sellos de aparcamiento como para salir sin soltar dinero. También le entrega a Mike una tarjeta y le dice que se ha especializado en gente mayor. Por si conoce a alguien, claro. Después la serie se centra en la figura de Mike. Le vemos desayunar e intercambiar miradas con una mujer, incluso recibe una visita inesperada.
Opinión
¿Son los clientes de Jimmy los más raros de América? Es probable. ¿Cómo le irá ahora con su nueva especialidad? La historia de Chuck es muy importante, pues parece el único anclaje de James con el juego limpio. ¿Será capaz de apartar por completo a su hermano del bufete y conseguir el dinero? Y Mike cobra un repentino protagonismo. ¿Quién es esa mujer?
Me encantan las localizaciones de esta serie.
Puntuación: 8,5
Última actualización: 03/03/2015