Es posible que las Navidades ya nos queden un poco lejos, pero la serie How to get away with murder nos devuelve a ellas, y puede ser que se traten de las últimas que pasan nuestros protagonistas en libertad, quién sabe. Todos ellos se separan por primera vez y regresan de sus hogares todavía algo tocados por aquello de librarse –en teoría- del asesinato del marido de su profesora (y con su ayuda). Recuerda repasar el episodio anterior. ¡Alerta spoiler!
¿Feliz navidad?
La vuelta a la rutina es algo terrible, un nuevo semestre y el reencuentro del Keating 5 resulta algo tenso, pero voy a empezar por el caso del episodio, porque es lo menos interesante, como en las mejores series. Annalise decide representar a Jackie, que no solo tiene una relación fatal con su marido (abusa de ella), sino que además tienen a dos adolescentes encerradas en el sótano porque él quiere hijos y ella es estéril.
Saber del caso de la abogada dio a Jackie el valor suficiente como para plantarse frente a su marido, y decidió recurrir a ella. Además, cuando una de las jóvenes tuvo un hijo, Jackie se las arregló para hacerles pensar a todos que había muerto, aunque la verdad es que lo tenía oculto y lo cuidaba como propio. Porque eso sí, ella no ayudó a las chicas a escapar pero las trataba como una madre.
Abandonos
El caso se retuerce cuando Annalise se entera que Jackie drogaba a las jóvenes, cosa que ella admite, pero todo para que no recordasen los abusos en un futuro y pudiesen superarlo. Parece que, cuando encuentran al niño escondido (no sin antes querer Jackie un acuerdo para no pisar la cárcel), Keating recuerda lo mucho que ella hubiese querido ser madre, así que abandona el caso. Deja de ser la abogada de Jackie, a la que mintió y no hay acuerdo ni nada. Y ahí se acaba, porque lo importante –repito- viene después.
El episodio de esta semana recurre a los flashbacks dentro de los flashbacks. Una vez que se reencuentran los miembros del equipo de Keating, cada uno de ellos recuerda cómo ha pasado las vacaciones en su casa, y cómo cada uno recordó en su momento lo que pasó con Sam y cómo se deshicieron de él.
Coliver
Connor me tiene preocupado. Lleva un par de capítulos sin meneo con nadie y eso es que algo le pasa. Cuando llega a casa, en Michigan, su hermana le enseña el regalito que tiene para él (un joven apuesto), pero parece no interesarle demasiado. Ahora está tratando de ser bueno. Porque –miente- tiene algo así como un novio y eso. Se refiere a Oliver, pero como vemos al retorno de Connor, Oliver no está muy por la labor.
Para Oliver no están saliendo. No hasta que Connor supere lo de su problema de drogas (que se inventó por el ataque de ansiedad por lo de Sam). Además, todavía recuerda que –cuando no eran nada- Connor tuvo aquel meneo con el chico de la oficina que se lanzó después por una ventana. Sin embargo le quiere, es su droga le asegura, y se tomarán las cosas despacio, pero hay esperanza.
Pero Connor es, sin duda, el que peor lleva lo de ser cómplice de asesinato. Todavía le reprocha a Laurel que avisase a Annalise cuando iban a confesarlo todo. O que nadie le dijese que ella lo sabía. Además, le han robado el coche y claro –repleto de ADN de un tipo a trozos- no puede denunciarlo a la policía.
Laurel Castillo
La familia de Laurel Castillo es rica. Pero rica de mansión en Florida con mesa arreglada y chistes durante la cena. Lo que pasa es que su padre (y lo que aparenta ser su madrastra) pasan de lo que haga Laurel en su vida. Pero ya se sabe lo que tienen las cenas familiares, empieza a correr el vino y las lenguas se van soltando. La verdad es que cuenta con una normalidad pasmosa a la familia el caso de Sam (el de la muerte de Lila, claro), lo que hace enfadar a su padre, que la manda a paseo.
De todos los personajes del grupo, Laurel parece la única con cierto interés en mantenerlo unido. A su vuelta no duda en contar lo mal que fueron las cosas en casa, lo que les ha echado de menos y les reprimenda que, si no están unidos, van a terminar en la cárcel. Tarde o temprano. Eso sí, es muy astuta y en seguida comprende que fue Frank quien le robó el coche a Connor, y que se habrá encargado de hacerlo desaparecer. Además Frank se ha pasado las Navidades con Asher, intentando atar ese cabo suelto.
Una pesadilla
La pompa de jabón en la que vive Michela está a punto de explotar. Su boda con Aiden se acerca y parece que todo aquel lío con su futura suegra está olvidado. Un buen día de Navidad, la chica se viste de gala para una fiesta elitista de gente importante y amigos de su novio. Pero claro, lo del muerto, su anillo perdido y lo de la suegra pasa factura. Cuando ve a Aiden reírse animadamente con un compañero de trabajo, el agua con misterio le hace perder la cabeza.
El escarceo preadolescente de su futuro marido con Connor en el pasado vuelve y Michaela no duda en separarle del compañero en seguida. Ella no ha pasado por todo eso, ha firmado todo eso e incluso ha comprado un nuevo anillo (baratero) para que ahora Aiden decida no casarse porque, después de la escenita, el chico decide atrasar la boda. Una boda que no llega, y a este paso no llegará.
Las vacaciones de Wes han sido mucho peores. Se ha quedado en la universidad, donde ha hecho compañía a Rebecca. Sin embargo, las pesadillas no le dejan dormir. No olvidemos que fue la mano ejecutora. Además empieza a fijarse en los destrozos que aún quedan visibles del anterior inquilino de su piso, Rudy. El tal Rudy sigue recibiendo dinero y cartas de su abuela, así que yo de aquí auguro una trama chunga de algún modo.
Cuñadas
¿Y Annalise? Keating pasó una temporada fuera y ahora ha vuelto y se encuentra de frente con Hannah, la hermana de Sam. La mujer lleva una temporada detrás de Annalise. No solo piensa firmemente que su hermano es inocente sino que no se cree que ande desaparecido por ahí. La cuñada no duda en jugar sucio (recordándole a Bonnie lo importante que era para su hermano a ver si así le cuenta algo) y sigue pensando que Sam está vivo.
Keating le entrega a Hannah todas las pruebas que tiene contra Sam, para que entre en razón. Pero la mujer es lista y sabe por dónde va: no había ADN de Sam en Lila –quitando la del bebé- ni testigos. Encima, descubre que Annalise está con Nate y, aunque parece aceptarlo, estoy seguro de que traerá problemas.
Al final del capítulo aparece la bomba: han descubierto los restos del cuerpo de Sam. Todo se precipita, aparece el miedo. ¿Se mantendrá el grupo unido?
Opinión
Este episodio nos ha servido para conocer un poco más a cada uno de los personajes principales. Sin duda descubrimos que el Keating 5 no está tan unido como pueda parecer, pero ese encuentro tan tenso de los cinco con Hannah estoy seguro que les mantendrá unidos.
También tengo muchas preguntas sobre el entorno más cercano de Annalise. ¿Hasta qué punto sabe Bonnie algo? Se supone que no sabe nada. ¿Y Frank? Se ha metido de lleno en el fango para ayudar al grupo. ¿Pero por qué? Sin duda, muchos borrones restan todavía en una trama trepidante que parece que se complica por momentos.
Puntuación: 8,5
En el próximo capítulo:
Última actualización: 06/02/2015