Ya lo dijo Mahatma Gandhi: “El que retiene algo que no necesita es igual a un ladrón”. Jodie Foster es una de las celebridades de Hollywood más activas en materia política y de derechos de minorías. Con lo cual, no es de extrañar que su cuarta película como directora, ‘Money Monster’, hable sobre la actual crisis económica. Presentada fuera de concurso en la 69ª edición del Festival de Cannes, está protagonizada por George Clooney, Julia Roberts y Jack O’Connell.
Lee Gates presenta uno de los programas referentes en economía bursátil. Sus predicciones económicas le convierten, además, en un gurú de las finanzas en Wall Street. Su carácter algo canalla irrita a sus compañeros, incluida la directora del programa, Patty Fenn, que cambiará de trabajo al día siguiente. En este programa, Lee habla sobre la crisis de IBIS, una empresa cuyos beneficios se han desplomado, dejando a los pequeños accionistas sin sus ahorros. En medio de la emisión, aparece Kyle Budwell, un chico de 24 años que siguió los consejos de Lee y que ha perdido todo el dinero de su familia. Desesperado por la situación, decide secuestrar en directo al presentador y a todo el equipo técnico del plató, incluida Patty, provocando que el secuestro lo vean millones de personas en el país.
‘Money Monster’ tiene la esencia de los thrillers de los años 90 como ‘El informe pelícano’ o ‘Speed’, empieza rápidamente, sin dejar tiempo el público para respirar. Esto provoca que se esté ante una tensión constante, manteniendo el interés en el espectador en todo momento. Además, Foster encierra a sus personajes en un plató de televisión, oprimiéndolos y sacando su lado más primitivo o más estratégico según el momento. Junto con este buen ambiente de intriga se une una fuerte crítica social a aquellos especuladores de bolsa, en lo que se evidencia la clara ignorancia de los pequeños inversores, que realmente firman un cheque en blanco sin saber las consecuencias.
No obstante, el problema de ‘Money Monster’ es que su crítica se diluye conforme va pasando la trama, especialmente en los últimos actos, en los que se ve que el sistema no falla, sino que es la persona la que lo corrompe, sin ningún tipo de crítica a lo que, inicialmente, ponía en evidencia. Además de demostrar la completa irresponsabilidad de algunos de accionistas. Cierto es que sus últimas imágenes hacen referencias a una mayoría indiferente de ciudadanía a la que el sistema le da igual, es ahí, quizás, donde radica su mayor ojo crítico.
Los actores están en su salsa, George Clooney siempre afina con sus papeles más comprometidos y esta interpretación sigue la estela de otras producciones como ‘Los idus de marzo’, ‘Buenas noches y buena suerte’ o ‘Up in the Air’. Demuestra un ácido cinismo con un protagonista excesivamente pragmático y egocéntrico. Junto a Clooney está la brillante Julia Roberts, que vuelve a traer un papel comprometido y a su altura, llega a mantener la calma en un momento tan delicado como un secuestro y esa calma es capaz de transmitirla al espectador. La otra piedra angular es Jack O’Connell, una de las últimas promesas de la nueva generación de actores británico, el pelirrojo vuelve a traer una magnífica interpretación, en continuación a otras propuestas como ‘‘71’ o ‘Convicto’, es la furia y la indignación hecha persona.
Gracias a sus actores y a la tensión que mantiene en todo momento, ‘Money Monster’ es un estupendo thriller que mantendrá la atención en el público constantemente, con fuerte crítica social y a la espectacularización de las miserias personales. Quizás no llegue a ser tan potente como ‘La gran apuesta’ pero sí sigue la línea de la infravalorada ‘Expertos en crisis’ gracias a un correcto guión, obra de Alan Di Fiore, Jim Kouf y Jamie Linden. Hecha para amantes del género y que deseen ver una propuesta con mayor compromiso ético.