Que fácil y que difícil es a la vez, llevar a cabo una buena propuesta cinematográfica partiendo como base de una novela de éxito y en este caso concreto una fantástica novela.
Producción alemana, dirigida por el también director germano Philipp Stölzt, el cual usa todos los ingredientes fílmicos habidos y por haber y exprimiendo un moderado presupuesto para llevar a cabo una gran epopeya al más puro estilo clásico de “Lawrence de Arabia” o las películas bíblicas de los años 50. Pero en “El Médico” la propuesta puede que sea aún más interesante y enriquecedora que las películas mencionadas anteriormente.
Se nos invita a un viaje por la aventura del conocimiento, en este caso de la medicina, durante el siglo XVI. La incredulidad del extremismo religioso o las creencias y las teorías de los filósofos o los médicos de la Antigua Grecia como Hipócrates, se presentaban como una losa para el avance de la medicina. Sólo la devoción absoluta por la profesión y la creencia de un mundo mejor para la humanidad serían capaces de anteponerse a aquellas retrogradas creencias.
Philipp Stölzt, durante más de dos horas de metraje, representa los hechos acontecidos en el best-seller de Noah Gordon con una fotografía y realismo que a veces sondea lo sublime. Tendremos operaciones literales a corazón abierto, con capacidad de causar un importante impacto en el espectador, pero con un trasfondo escenográfico y artístico que nos recordará a “La lección de anatomía del Dr. Nicolaes Tulp” de Rembrandt, “Y aún dicen que el pescado es caro” de Joaquín Sorolla o “Piedad” de José de Ribera.
Buen trabajo de actores, donde una vez más sobresalen los secundarios con unos magníficos Ben Kingsley y Stellan Skarsgard, dos auténticos fueras de serie con los que siempre disfrutamos viéndoles en la gran pantalla.
Quizás demasiado ligera en diversos puntos de su desarrollo, imposibilitándole llegar a la más alta cota de calidad, pero a su vez facilitando el digerir de sus 150 minutos que en general no conocen el tedio.
La búsqueda de respuestas a la serie de preguntas que siempre formula la muerte, la negación de lo imposible, la ilusión como raíz de tus propias creencias y el camino a la libertad que predispone el avance en el conocimiento y la cultura con la Antigua Persia como núcleo principal, son las bases de una historia que enlaza perfectamente con los grandes problemas de la sociedad moderna.
Una interesante, humilde consigo misma y sincera propuesta cinematográfica que sirve como toque de atención al despilfarro sin resultado en la mayoría de cine Hollywood durante este año 2013.
4 / 5