Lewis Carroll en su novela ‘Alicia en el país de las maravillas’ escribió: “También el timón de la barca nos vuelve al hogar, ¡una alegre tripulación, bajo el sol que ya se oculta!”. Disney vuelve a traer de vuelta a la mítica heroína de las fábula de Carroll con su secuela: ‘Alicia a través del espejo’, que dirige en esta ocasión James Bobin, que consiguió devolverles el brillo del éxito a los Muppets con su película en 2011.
Tras los acontecimientos que ocurrieron en la primera película, Alicia se ha convertido en una valiente capitán de barco que surca los océanos de todo el mundo. Después de haber recorrido toda la China, vuelve a su Londres natal. En tres años han ocurrido un montón de cosas, entre ellas el ver cómo su madre ha tenido que vender su casa para evitar quedarse en la ruina. Esto provocará un dilema en la joven Alicia: ¿Ahora qué debe hacer con su vida?
En una elegante fiesta, la muchacha ve al señor Don Oruga pasear por el salón de baile. Intrigada, la joven vuelve al País de las Maravillas a través de un espejo. El Sombrerero Loco corre peligro, su vida se está marchitando rápidamente y sólo lo salvará de la muerte el saber qué ocurrió con su familia en el trágico Día Horribiloso. Por ello, Alicia decide que debe viajar al pasado. Para hacerlo necesitará la Cronosfera, que la guarda el Señor del Tiempo, un individuo que controla todo lo que ocurre en el pasado, el presente y el futuro.
El que Tim Burton se haya limitado sólo a labores de producción ha ayudado enormemente a esta segunda parte, que muestra un mundo más colorido y psicodélico, con diseños visuales más cercanos a la contradictoria imaginación de Lewis Carroll. Ya Bobin logró levantar a la franquicia de los Teleñecos con ‘Los Muppets’ y su secuela, ‘El tour de los Muppets’. En este caso, el realizador logra traer un aire renovado, infantil y familiar a la cinta, logrando que esta segunda visita sea más accesible y esté alejada de los tétricos mundos del realizador de ‘Eduardo Manostijeras’.
Desde el inicio el ritmo es frenético, no deja opción a la pausa, el fantástico País de las Maravillas debe ser rápidamente redescubierto, los personajes ya no necesitan presentación. Con ese tour de force, Bobin envuelve al público en una clásica historia de aventuras, con una heroína valiente aunque impetuosa y demasiado atrevida, lo que le da unos ricos matices al personaje. Porque, en lo que supera con creces esta cinta a su predecesora, en la gama de grises en los que están los personajes, ni los buenos son del todo bondadosos ni los malos son de esa forma porque sí. Como si de una fábula con moraleja se tratase, ‘Alicia a través del espejo’ recupera algo de la esencia original de la historia.
Esto se debe principalmente por una magnífica Mia Wasikowska, la actriz derrocha carisma y madurez y tiene una presencia mucho mayor que en la película predecesora. A su lado un auténtico roba-escenas que es Sacha Baron Cohen como el Señor del Tiempo y un correcto Johnny Depp, que ofrece la cara más austera del Sombrerero Loco. Correctas también Anne Hathaway y Helena Bonham Carter.
Sin embargo, el gran pero que tiene esta secuela es su guión, como también le ocurrió a la anterior cinta. Linda Woolverton es la principal culpable de esto, la guionista de películas tan infames como ‘Maléfica’ ha perdido el brillo que tenía en la década de los noventa, cuando escribió magistrales libretos de obras maestras como ‘La bella y la bestia’ y ‘El rey león’. Apenas hay innovación en la trama, el mensaje feminista es interesante pero no está bien formulado y parece ir por detrás de películas como ‘Brave (Indomable)’ o ‘Frozen: El reino del hielo’.
Problemas que provocan que, aunque se esté ante una película más completa y coherente de lo que fue la cinta de Tim Burton, no logre ir más allá de un agradable filme familiar. Por encima de ‘Alicia en el país de las maravillas’ y la horrible ‘Maléfica’ aunque por debajo de las estupendas ‘Cenicienta’ y ‘El libro de la selva’. Un divertido regreso al País de las Maravillas, ideal para toda la familia.
