No os voy a engañar: el final del capítulo de la semana pasada de Gotham me dejó algo de bajón. Porque por fin teníamos un malo a la altura (después de la desaparición de la guerra mafiosa) y van y nos lo matan. Puede que Jerome no fuese el Joker, pero por falta de malvados en esta serie no será. ¡Alerta spoiler!
No soy tu hombre
Antes de empezar, permitidme que me repita: qué bien lo hace Robin Lord Taylor como Pingüino. Ahora que es quien –supuestamente- corta el bacalao en Gotham, necesita saber quién orquestó la fuga de Arkham y quiere ser el nuevo malo de la ciudad. Cuando el nuevo malo de la ciudad debería de ser él, que lo suyo le ha costado. De hecho, no tarda en descubrirlo: allí mismo tiene a Tabitha, en su cuartel general, con una invitación oficial por parte de su hermano.
Theo le recibe con una sonrisa en la cara y no es para menos. A falta de alcalde, hay nuevas elecciones a la vista. Y, aunque ni siquiera ha presentado candidatura, la gente le considera el candidato ideal. La entrada en camisón de Barbara a la estancia hace que la bombilla de Pingüino se encienda y entienda que todo lo ocurrido fue cosa suya.
Resulta que Theo quiere reconvertir totalmente Gotham en una ciudad futurística y moderna, aunque para construir su megalópolis tenga que destruir miles de casas. Y es un héroe, no puede hacerlo. Ahí es donde entra Pingüino: será su destructor. Y empezaría en campaña, haciendo que los otros candidatos a alcalde se retirasen, e intentándolo también con él (pero sin ningún éxito y de mentira, claro).
Pingüino, sin embargo, rechaza su oferta. “No soy tu hombre. Lo que necesitas es un asesino, y esto es Gotham: puedes encontrarlos en la guía, en la A”. Por supuesto, Theo siempre tiene un plan B, y le muestra a Pingüino en una pantalla a su madre Gertrude, nuestra loca preferida, a la que tiene retenida. “Si ellos mueren, tu madre vive. Es simple”.
Equipo Alpha
Después de todo lo ocurrido en la ciudad, alguien se ha dado cuenta de que algo falla en el departamento de policía. Pero bueno, es que a Jim casi no le ha dado tiempo a estrenarse. Reciben la visita de Nathaniel Barnes (Michael Chiklis), un capitán que hace una entrada triunfal en comisaría rompiendo una silla contra el suelo, para captar su atención. Es el nuevo jefe, es decir, adiós al ascenso de Gordon.
El nuevo capitán les da una chapa tremenda acerca de lo último ocurrido allí (y tiene razón, que un loco se paseó por allí y montó un Puerto Hurraco). No solo despide a un puñado de agentes que tenían un expediente claro-oscuro (y, sin embargo, se salva Bullock, que lo debe de tener negro), sino que asegura que si se entera de algo turbio el involucrado perderá el trabajo e irá para adelante, a la cárcel.
Barnes sabe perfectamente que Jim piensa como él, así que le designa como segundo al mando, su mano derecha. Bullock, por supuesto, no cree que aquello vaya a llegar demasiado lejos: Gotham no tiene caminos rectos. Simplemente no existen. Y ellos mismos han tenido que recurrir, muchas veces, a ciertos atajos para conseguir resultados.
El nuevo capitán tiene un plan, y se cita con Gordon en la academia de policía. Allí reclutarán a un grupo de cadetes a punto de graduarse para formar un equipo que, aunque con poca experiencia, tenga todo el empeño del mundo en defender la ley en la ciudad.
Y, sobre todo, que no tengan deudas con nadie ni sean corruptos. Y a mí que me asombra que en Gotham haya gente que siga queriendo ser policía. Garret (Lenny Platt), Pinkney, Josie y Martinez son los elegidos para esta nueva fuerza de choque, llamada Alpha, que operará bajo orden directa de Jim.
Que alguien salve a Gertrude Kapelput
Mientras a Galavan le entregan la Medalla al Valor y el Coraje, aprovechando que están todas las cámaras grabando y que un coche con una metralleta intenta matarle, presenta oficiamente su candidatura a la alcaldía. Otra cosa no, pero las puestas en escena a este señor le quedan muy forzadas. Por ahora, ya tiene una rival menos, que muere a manos de Pingüino.
Por supuesto, Gordon no tarda nada y menos en descubrir que el asesino de la candidata es Oswald. ¿Actuará contra él? Porque ha hecho algunas cosas por él últimamente. Pingüino deja el trabajo sucio con el último candidato que queda para Victor, que es como su arma secreta. Gordon y el equipo Alfa consiguen salvar al candidato.
Jim visita a Pingüino para pedirle explicaciones, pero Oswald sabe que ha fallado y la vida de Gertrude corre peligro. No le cuenta nada pero, por supuesto, le recuerda que tiene una deuda con él. Como sea, el asunto se resolverá en breve: Barnes ordena ir con todo contra Pingüino.
Love is in the Nygma
Nygma continúa lidiando con su yo interior que le hace ser más bravo que un toro de lidia. Este otro Nygma le convence de que tiene que invitar a cenar a Miss Kringle, se lo debe, le salvó la vida en el asalto a la comisaría. Ante todo pronóstico, Nygma se deja llevar e invita a una velada idílica a la mujer, que acepta encantada ante tal abrumador cambio.
Todo va sobre ruedas hasta que el científico menta la muerte del agente Dougherty, aquel que pretendiese a Kringle, y que solo él sabe que está muerto. Trata de redimir su metedura de pata sacando el tema de su voz en la cabeza (de mal en peor va este señor), aunque por supuesto suaviza eso de que se ve fuera de ella y discuten y todo. Kringle parece convencida y se besan. ¿Nuevo romance en comisaría?
Internet ha hablado: Está claro que Nygma es Enygma y ahí no hay nada que hacer ni nada en plan Jerome. Pero… ¿es Kringle Harley Quinn? ¿Le veis una vena malvada a nuestra querida y callada amiga?
Silver St. Cloud
Bruce, por el acuerdo al que llegó la semana pasado con Alfred, ha vuelvo al colegio. Su mayordomo, mientras le espera en la puerta, tiene un encontronazo con Selina, a la que le propina una sonora guantada en la cara. Y que le sirva de aviso para estar alejada del joven Wayne. Obviamente, Selina no hará caso. ¿No?
Bruce, por cierto, invita a cenar a Galavan a un hotel muy pijo y muy caro, cena que correrá por parte de su bolsillo. Pero claro, le salvó la vida. Lo cierto es que Alfred no ha ido a recogerle, sino a entregarle el chándal. Como parte de su entrenamiento, deberá de llegar a la mansión corriendo (10 kilómetros). Menudo mayordomo.
El encuentro Galavan-Bruce es más interesante de lo esperado, porque Theo también quería hablar con Bruce. Y sobre la muerte de sus padres. Galavan ve extraño que nadie haya avanzado en aquel crimen ni un poco. ¿Porqué no habrá sido él, no? AY como sí. Mientras cenan, Bruce no deja de fijarse en una muchacha que –justamente- está jugueteando con una fuente cercana al restaurante.
La muchacha se llama Silver St. Cloud (Natalie Alyn Lind), es su sobrina y perdió a sus padres, como él. Ahora vive con y a la vera de Theo. Por supuesto, Bruce muestra un interés pubescente en ella. El personaje viene directo de la saga de Batman, donde es uno de los intereses amorosos del protagonista. Por supuesto, irán al mismo instituto y, por supuesto, todo ello está preparado por Galavan. ¿Quiere que financie su campaña? Si lo tiene todo prácticamente hecho. ¿Qué planes tiene Theo para Bruce Wayne?
Última actualización: 13/10/2015