“Brisa fresca sobre las montañas”, más conocido como Keanu Reeves, que heredó este apodo hawaiano por el nombre de Keanu que le pusieron sus padres, es un tipo simpático pese a lo que pueda parecer. Sin embargo su relación con el séptimo arte nunca ha terminado de cuajar. Actualmente presenta su debut como director y, seguro, dará mucho de qué hablar porque El Poder del Tai Chi (Man of Tai Chi) no es una película corriente.
Keanu Reeves tuvo una infancia dura, como la tiene cualquier chaval que ve cómo su padre abandona a la familia. Esa cruda realidad le motivó para desarrollarse en un deporte como el hockey sobre hielo, una de sus pasiones, así como también para probar suerte en la interpretación.
Talento y atractivo por un físico poco corriente debido a su mezcla anglosajona y de islas orientales, le abrieron unas pequeñas puertas en series de televisión y algún que otro film de poca trascendencia. Fue el género de acción el que le dio a conocer con la película Breaking Point (1991), traducida en España con Le llaman Bodhi (pocos comentarios sobre la traducción del título original).
La aventura entre surfistas atracadores le valió una entrada a Hollywood, que no desaprovechó. En 1994 estrenará con Sandra Bullock (años más tarde se reencontrarían ante las cámaras) con la adrenalítica Speed, escudada también por Dennis Hooper.
De Keanu Reeves son conocidas prácticamente todas las películas de acción. Johnny Mnemonic (1995) no fue un taquillazo pero perdura en la memoria de los cinéfilos; la trilogía The Matrix (1999 – 2003) mantiene su alargada sombra como film de culto de la ciencia ficción sobre cada uno de los protagonistas, en especial del bien remunerado actor principal; posteriormente films como Constantine (2005) o Ultimatúm a la Tierra (2008) han sido éxito incuestionable a nivel comercial. Que la crítica le apoye es ya otro cantar.
¿Qué se le echa en cara a Keanu Reeves? Una falta de expresividad de emociones y papeles estereotipados que se traslada a todos sus personajes. Por estas razones casi todos los films dentro de géneros como el thriller, el drama o el romance son a menudo lapidados por la prensa y, cuando no, se trata de títulos demasiado independientes como para destacar en taquilla. Una posible excepción sería la endulzada Un paseo por las nubes (1995) en el que coincidió con Aitana Sánchez-Gijón o el thriller El abogado del diablo con Al Pacino y Charlize Therón (1997).
Esta relación imposible de un artista como Keanu Reeves que prefiere el cine independiente pese a no poder resistir la tentación de participar en blockbusters, es una de las razones por las que se pone detrás de la cámara y demuestra, de nuevo, su peculiar talento.
El Poder del Tai Chi (Man of Tai Chi) ha sido vista en pases de prensa y, qué curioso, se le critica una falta de expresividad emotiva en los personajes y una historia demasiado purista para una distribución comercial al nivel más alto. Pero por primera vez se comienza a debatir si esta carencia de emotividad no será en realidad un estilo de hacer cine que el propio actor transmite en todo lo que hace, para bien o para mal.
El mismo Reeves confesó que El Poder del Tai Chi es una película sobre kung fu con kung fu. Una de las pocas producciones de acción sobre este arte marcial, que lo respeta al máximo a nivel de fidelidad. De hecho se intenta transmitir una cercanía entre Oriente y Occidente proponiendo una versión bilingüe en la que inglés y chino se funden en un único título, sólo para los espectadores que no pongan pegas a los subtítulos.
Si el actor-director mantiene este tipo de cine en futuras producciones, podría labrarse una reputación por su estilo propio, pero si cede a tentaciones hollywoodienses, quizás sea recordado sólo como uno más de sus extraños proyectos que tan difíciles son de encajar en este mundo sediento de films planos, espectaculares y ruidosos.
El Poder del Tai Chi se estrena en España este próximo 11 de Abril. Os dejamos con el tráiler.
Tráiler en español de El Poder del Tai Chi (Man of Tai Chi)
Última actualización: 10/04/2014