Una semana más Iñaki y Carmen vuelven a deleitarnos con sus aventuras y desventuras en Allí abajo, la ficción de Antena 3 protagonizada por María León y Jon Plazaola. Un total de 2.960.000 personas asistieron a la despedida de soltero de Iñaki, una historia que no dejó indiferente a nadie. Gracias a este nuevo episodio, Allí abajo registró un buen 17,4% de share, un porcentaje que vuelve a crecer respecto a la semana anterior.
En este duodécimo capítulo de la segunda temporada de Allí abajo, titulado “Resacón en Triana”, Iñaki y su cuadrilla, acompañados por Antonio y Jozé, disfrutarán de una despedida de soltero mítica, de esas que pasan a la historia pero que también traerá más de un problema al novio. Mientras tanto, sin ayuda del vasco, Carmen tendrá que organizar los últimos preparativos de la boda. Si quieres saber al detalle lo sucedido, sigue leyendo pero ¡¡alerta spoiler!!
Una despedida inolvidable
Iñaki, su cuadrilla, Antonio y Jozé comienzan la mañana bastante aturdidos, desorientados y con una resaca de las que duran días. Por si fuera poco, la casa de Koldo ha quedado como si un tornado hubiera pasado por ahí, pero ese es el menor de sus problemas, Sabino ha amanecido vestido de costalero, Jozé tiene una quemadura en el pecho, Koldo tiene un piercing en la nariz y Peio la marca de una de las vaquillas de la capea que organizaron en honor al novio.
La resaca les impide recordar con detalle todo lo que sucedió la noche de la despedida pero, poco a poco, Iñaki y sus amigos comienzan a revivir cada uno de los pasos que dieron desde que salieron de la clínica hasta que han despertado en casa de Koldo. Todo ello mientras Antonio busca a Frasquito, su amigo del alma que ha desaparecido. Aunque están en un estado lamentable, cada uno tiene que regresar a sus quehaceres, pero Antonio les impide marcharse hasta que consigan localizar a su compadre.
Misión especial: encontrar a Frasquito
Rafi y Jozé logran escapar de las garras de Antonio para regresar a la clínica, mientras tanto, Iñaki y la cuadrilla se encargar de acompañar a Antonio en busca de su amigo. El primer paso es dar parte a la policía ya que nadie sabe nada de Frasquito y necesitan de las autoridades para encontrarle. Justo en ese instante escuchan que la policía está buscando un medallón de una cofradía, el mismo que Sabino lleva colgando de su cuello.
Mientras tanto, en el bar de la clínica, unos costaleros aparecen y señalan a Rafi como uno de los ladrones, una acusación que Rafi no entiende ya que no recuerda nada de lo que pasó la noche anterior, sin embargo, la cuadrilla ha comenzado a atar cabos y ahora la prioridad es acudir a la cofradía para devolver lo que robaron y disculparse. Cuando se disponían a entregar la reliquia de la hermandad, una pequeña disputa provoca que el medallón acabe en una alcantarilla.
Huyendo de los costaleros, la cuadrilla y Antonio prosiguen con la búsqueda de Frasquito, lo que les lleva a una de las tabernas por las que pasaron y en la que encuentran la gorra del desaparecido. El camarero no consigue decirles nada de Frasquito pero sí les enseña un vídeo en el que se demuestra que bebieron más de la cuenta, lo pasaron estupendamente pero también dejaron una deuda importante, de 500€ concretamente.
Gracias a una señora con la que Peio hizo muy buenas migas –pero con la que no llegó a mayores por culpa del estado de embriaguez en el que se encontraba- averiguan que decidieron hacerse unos tatuajes como recuerdo, momento en el que todavía estaba Frasquito con ellos. No obstante, en el local no encuentran ni rastro de él. Continuando con la misión, logran localizar el coche y escapar a tiempo para no ser linchados por los costaleros.
Cuando ya se disponía a regresar al cortijo para seguir con la búsqueda de su amigo desde allí, Antonio se encuentra a Frasquito en la parte trasera de su furgoneta. Pensando que está durmiendo y pasando la resaca de la fiesta, Antonio intenta despertarle, una misión sin éxito puesto que su amigo parece estar muerto. Acongojado, Antonio le cuenta lo sucedido a Iñaki, que no puede creer que su boda esté envuelta en tantos problemas. Ahora el asunto es, ¿le cuentan a Carmen la verdad?
La decisión de la junta
A pesar de que Rober habló más de la cuenta delante de una de las máximas accionistas de la clínica, la junta todavía no ha dicho la última palabra y tienen que decidir si Trini continúa al mando o nombran a Rober como nuevo director del centro de salud. El médico cree que la victoria es suya y se presenta en el despacho de Trini, momento en el que descubren el resultado de la junta: un empate entre ambos. Para deshacer este entuerto, los trabajadores de la clínica son los que tienen la última palabra.
Trini comienza su campaña halagando y haciendo regalos a los empleados para que escriban a su favor, misma táctica utilizada por Rober, que no escatima en piropos para ganarse la simpatía de sus compañeros. Aprovechando la situación, Jozé le pide a Trini ciertas mejoras. En el recuento vuelven a empatar.
Atareada y sin novio
Con Iñaki desaparecido, Carmen no tiene otra opción que encargarse ella sola de todos los preparativos de la boda. Animada por su cuñada, la enfermera se pone manos a la obra dispuesta a preparar la evento del año. Intentando que su prometido participe en los preparativos, Carmen telefonea a Iñaki, pero el vasco se excusa explicándole que Antonio quiere darle una sorpresa y no va a poder ayudarle en nada, una mentira que empeora todavía la situación.
Si Carmen tenía pocos problemas organizando todo ella sola, sus amigas no le dejan planificar las mesas del banquete a su gusto, entrometiéndose en dónde tienen que ir sentado cada uno pero sin echar una mano a Carmen. Sumando más problemas, cuando se dispone a realizar el pedido de las flores, las enfermeras distraen a Carmen y encarga mal los arreglos florales, por lo que al final le entregan coronas de flores, un adorno nada apropiado para un enlace.
Además, Dolores se ha enterado de que Carmen quiere que sea Ángela la que escriba el discurso. Al ver que todo se le ha ido de las manos, Carmen pide auxilio a Iñaki pero el vasco no está para esos menesteres así que Carmen se ve obligada a acudir a Dolores y rogarle a su amiga que le ayude. Sin embargo, Dolores está muy dolida porque no le deja tocar su canción, esa que ha compuesto con tanta ilusión para el día de la boda. Finalmente, gracias a don Benjumea, Carmen encuentra una mano amiga para organizar el evento
Última actualización: 05/05/2016