Cuando Carrie Mathison se la juega para ayudarte más vale que estés agradecido y le hagas todo el caso que puedas. Porque si no lo haces, pasan estas cosas. La semana pasada no tuvimos Homeland (la Super Bowl manda), pero este domingo la serie nos regala un episodio en el que podemos decir que empieza la temporada. La temporada de verdad. El recap del capítulo anterior aquí. ¡Alerta spoiler!
Años de espía
Cuando la futura presidenta de Estados Unidos quiere verte tienes que ir. Elisabeth Keane cuenta con un gran apoyo en Carrie, experta en manejar situaciones delicadas y asuntos árabes. Entre manos tiene un problema que incumbe ambas cuestiones, así que no duda en mandar buscar a Mathison para que la metan en una furgoneta muy poco sutil y la lleven con ella. El momento no pasa desapercibido para el compañero de Carrie, Reda. Y esto traerá cola.
El problema en cuestión, Irán y un posible rearme nuclear, se complica cuando los periódicos abren con la noticia de que Keane no está haciendo caso a los informes de inteligencia que así lo atestiguan (por supuesto, esto es cosa de Dar Adal, que quiere meter mano en el asunto). Pero la presidenta electa no se calla y se enfrenta a él, dejando claro que no caerá en su juego. A Mathison le cuenta, por supuesto, que ahora su objetivo es el propio Adal, y que no se fía de él y quiere apartarlo de en medio.
Para eso la quiere ahora, para que cuente cosas de Dar que pueda usar Keane en su contra, algo que Carrie tiene prohibido por contrato, un compromiso que debe de respetar una vez que dejas la CIA. Esto es peligroso, pues pueden encerrarla por hablar de ciertas cosas, además de que Adal le ha ayudado a veces, y que aquello pone en muy mal lugar a Saul. Keane, por supuesto, insiste: quiere su ayuda para reformar la CIA, para hacerla mejor; y por la cárcel que no se preocupe que ya se ocuparía ella de que eso no pasase.
Lo que parece, sin embargo, que la convence del todo, es un encontronazo con Dar en la puerta del colegio de Franny. Se dicen cosas muy feas, y Adal le cuenta que sabe qué está haciendo. Además, ella lleva tres años fuera de la CIA, y eso es años de espía es mucho tiempo. ¿Qué está perdiendo Mathison estando fuera?
Medina Medley
Por su parte, Quinn ha estado ocupado durante el capítulo de esta semana. Aunque cada vez le vemos más cuerdo, es posible que sólo sea un espejismo ahora que tiene una nueva misión en la vida: descubrir qué está pasando en el edificio de enfrente.
Armado de valor, se cuela en el apartamento al otro lado de la calle y descubre un piso aparentemente normal, pero con ciertos detalles que a un espía como él le huelen a seguimiento y vigilancia. Casi le pillan, por cierto, y tiene que disimular. Intenta contárselo a Mathison, pero tiene un episodio de locos y no le hace ni caso.
En plena noche, descubre como el señor de enfrente sale y sube a un coche misterioso, así que decide coger el coche de Carrie y seguirle. El señor misterioso entra en una empresa de transportes llamada Medina Medley con una bolsa también misteriosa con él. Quinn podría haber seguido investigando pero un policía aparece y tiene que irse de allí.
Las coincidencias no existen
Como escribimos, Carrie se la jugaba con el FBI el episodio anterior, y funciona, Sekou es libre. El joven no sabe que puede salir a la calle gracias a la pericia de Mathison, así que no termina de entender muy bien a Carrie cuando le cuenta que si quiere seguir libre tiene que cerrar el pico y no contar nada a prensa ni nada. ¿Qué es lo que hace Sekou al llegar a casa? Grabar un vídeo contando todo lo que ha pasado. También es cierto que dos de sus amigos insinuando fuerte que ahora trabajaba para el FBI a cambio de su libertad no ayuda.
El vídeo es bastante completo e incluso cuenta Sekou en él que Saad, su amigo, trabajaba todo este tiempo para el FBI. Carrie hace todo lo posible para hacerle entrar en razón, dejando claro que de ello puede depender que vuelvan a encerrarle. Sea como sea, resulta que Sekou empieza a trabajar en este episodio en una empresa de transportes, sí, Medina Medley. Y sí, en Homeland las coincidencias no existen.
Ataque
Vamos con Saul. El pobre ya tiene que estar acostumbrado a que le secuestren: del taxi al que se subía al final del episodio anterior le lanzan a una furgoneta desconocida, e incluso le tapan los ojos con tal de que no sepa dónde le llevan. De todo esto sale un encuentro con un viejo conocido, Majid Javadi, iraní. De su improvisada reunión no sacamos mucho en claro, salvo que no ha sido muy secreta.
No solo la mañana siguiente su hermana sabe que la ha visitado como excusa para otra cosa, sino que aparece en escena Etai, israelí que ya pudimos ver la temporada pasada, y parece sondear a ambos sobre lo ocurrido esa noche. La hermana de Saul le cubre las espaldas, pero aunque Etai tenga cara de que no hay ningún problema sí que lo hay y Berenson termina en una sala de interrogatorios.
Y aquí viene el SHOOK. Al final del capítulo Saul recibe la visita de Etai, que le cuenta que ha habido un ataque en Nueva York. El primer día de trabajo de Sekou también es el último, y en pleno centro de la ciudad la furgoneta que conduce hace explosión. Y, claro, empiezan nuestras preguntas. ¿Quién ha sido? ¿Por qué? ¿Cuánto tardarán Quinn y Mathison en atar cabos?
Última actualización: 13/02/2017