El director de “Moon” da un paso al frente y se aleja de la ciencia ficción sesuda para adentrarse en los terrenos en los que se desenvolvería a las mil maravillas un Alfred Hitchcock contemporáneo. De hecho, sus primeros treinta minutos son un prodigio de suspense tan bien llevado que, por momentos, uno se olvida de estar ante un film de ciencia ficción más cercano a Phillip K. Dick que al director de “Extraños en un tren”.
No le echo en cara ni el edulcorado desenlace.
Ciencia ficción útil.