Esta semana en Allí abajo, la ficción de Antena 3 protagonizada por María León y Jon Plazaola, vivimos el comienzo de los preparativos de la boda de año, esa que va a unir en santo matrimonio a Carmen e Iñaki. Un total de 2.935.000 espectadores no quisieron perderse una nueva aventura de la pareja, lo que llevó a Allí abajo a marcar un buen 16,2% de share.
En este décimo capítulo de la segunda temporada de Allí abajo, titulado “Bendígame, padre”, a pocos días de la boda de Carmen e Iñaki, Don Pascual, el cura vasco, se presenta en Sevilla sin avisar dispuesto a constatar que Iñaki y Carmen son una pareja católica como Dios manda y viven separados. La pareja se esforzará en mantener la mentira durante el cursillo prematrimonial pero no será fácil. Por su parte, Jozé ayudará a don Benjumea a ponerse en forma y Dolores se hará cargo del traje de novia de Carmen. Si quieres saber al detalle lo sucedido, sigue leyendo pero ¡¡alerta spoiler!!
Una visita inesperada
Preocupado por la distancia que separa a Iñaki de su madre y la posibilidad de que se haya desmadrado viviendo en otra ciudad, don Pascual, el cura vasco, viaja hasta Sevilla sin avisar dispuesto a realizar a Iñaki y a Carmen el cursillo prematrimonial, al mismo tiempo que se cerciora de que sean una pareja católica y pueda darles el visto bueno para la inminente boda.
Para fortuna de Iñaki, Maritxu logra avisarles justo a tiempo para que puedan improvisar y ocultar que viven juntos. Con una mentira piadosa, Iñaki hace creer al párroco que vive en el piso de al lado compartiendo casa con Koldo. De momento, el plan parece funcionar, aunque hayan tenido que mantener la mentira argumentando que Koldo sigue casado con su mujer. Pero los problemas no quedan ahí, ahora tienen que buscar un matrimonio ejemplar para que les acompañe al curso.
La mejor opción es Rafi e Isabel pero la cocinera tiene que asistir a un curso de cocina justo a la misma hora que el curso. Aprovechando que Izaskun se ha desplazado hasta Sevilla para entregarle a Koldo los papeles del divorcio y sin otro remedio, Carmen e Iñaki aceptan la propuesta de don Pascual para tomar como referente el matrimonio de Koldo e Izaskun. A priori no sería una mala idea si no fuera porque la pareja está en proceso de separación, dato que, obviamente, el cura desconoce.
Temiendo que la boda vaya a atrasarse porque no puedan hacer el cursillo, Iñaki suplica a Koldo e Izaskun que les hagan el gran favor de hacerse pasar por un matrimonio bien avenido durante el cursillo matrimonial. A costa de perder privilegios en el divorcio, Koldo le propone a Izaskun aceptar la propuesta de su amigo a cambio de que él le firme los papeles de la separación.
Puntualidad y compromiso
En la clínica continúa la presión por fichar a la hora correspondiente, especialmente para Dolores, que ha sido advertida en reiteradas ocasiones por no encontrarse nunca en su puesto de trabajo. Por si fuera poco, la recepcionista se ha comprometido con Carmen para recogerle el traje de novia y tendrá que hacer lo imposible por conseguirlo. A cambio de hacerle el favor, Dolores le pide a la enfermera ser la dama de honor de su boda, a lo que Carmen accede con tal de tener su vestido para la ceremonia.
Amenazada por Trini con una parte disciplinario si vuelve a faltar en su puesto de trabajo, Dolores le pide a Jozé que vaya a recoger el traje de Carmen. Por una propina, Jozé acepta, sin embargo, cuando Carmen pregunta por su vestido, Dolores no puede ocultar que todavía no lo tiene. Preocupada por no poder cumplir con su palabra, Dolores acorrala a Jozé y éste le confiesa que no va a ir porque tiene que ayudar a don Benjumea con un favor mucho más especial.
Al final, Dolores se ve obligada a ir personalmente a recoger el vestido, pero su hermano le deja tirada al cargo del cierre de la tienda para no llegar tarde a su vuelo. Al verse con el traje en las manos, Dolores tiene la genial idea de probárselo para ver cómo luciría de novia. Si embargo, al salir a la calle la puerta de la tienda se cierra y se queda sin sus cosas y vestida de novia. Gracias a una buena samaritana que pasaba por ahí, Dolores consigue un móvil para llamar a Jozé y que vaya a recogerle.
Durante la espera en plena calle, Dolores recibe un balonazo que mancha el traje. Pero los problemas no quedan ahí, cuando se sube en la moto de Jozé con prisas para llegar a tiempo para fichar, la cola del vestido queda enganchada y se raja, quedando el traje de novia completamente destrozado. A su llegada a la clínica, Dolores logra fichar pero Carmen e Iñaki le descubren con el traje puesto y totalmente destrozado.
Por su parte, Trini sospecha que Rober anda tramando algo turbio en la clínica, sospechas que confirma cuando encuentra unos papeles en los que Rober presenta a la junta directiva su candidatura para ser el nuevo director de la clínica. Tras amenazarle por ser un traidor, Rober le advierte que ahora debe andar con cuidado porque puede que él sea el nuevo jefe y ella tenga que marcharse quedándose sin trabajo.
Para triunfar el día de la boda, don Benjumea se ha propuesto ensayar un tango para el baile nupcial, una ocasión en la que podrá agasajar y demostrar a su chica que es todo un caballero. Al enterarse de la misión de don Benjumea, Jozé se ofrece como entrenador personal, no es que tenga formación para ello pero el dinero que ha conseguido sacarle por sus clases particulares es suficiente motivación.
Obsesionado con el deporte y ganar musculatura, don Benjumea aprovecha el gimnasio de la clínica para ponerse en forma. Aunque Jozé le aconseja bajar el ritmo e intensidad ya que podría lesionarse, el hombre no atiende a razonamientos y ante la ausencia de Jozé, que ha acudido al rescate de Dolores, se deja llevar por el entusiasmo. Tras sufrir un desmayo, don Benjumea no tiene más remedio que parar y confesarle a Maritxu lo sucedido. Aunque para su tranquilidad, su chica prefiere no bailar.
Planes de futuro
Tras conseguir un matrimonio como modelo, el curso prematrimonial empieza bien, hasta que las preguntas sobre el futuro empiezan a resaltar las diferencias de opinión entre Carmen e Iñaki. Mientras uno quiere tener tres hijos nada más casarse y comprarse una casita en el norte en plena naturaleza para pasar las vacaciones, la otra quiere disfrutar unos años del matrimonio y quedarse en el sur con el buen tiempo y el solecito.
Viendo los problemillas de pareja que tienen, don Pascual se niega a darles su bendición aunque tras convencerle, finalmente acepta firmar los papeles. Cuando el párroco acudía a la clínica a entregarles los documentos para que se puedan casar, don Pascual escucha a don Benjumea hablar con Maritxu por teléfono, momento en el que descubre que la mujer está manteniendo una relación con el andaluz.
Enfadado por la gran mentira, don Pascual se niega a darles los papeles a Carmen e Iñaki, quedándose así sin cura para casarse. Después de haberle pedido perdón a Carmen asegurándole que sus únicos planes de futuro son pasar el resto de su vida junto a ella, pidiendo una explicación a su madre, Iñaki habla con Maritxu y, gracias a una foto de don Benjumea, Maritxu logra chantajear al cura para que acepte oficiar la ceremonia. Y es que nada como una amenaza para que alguien sucumba a tus peticiones.
Última actualización: 21/04/2016