Los directores de Intocable, Olivier Nakache y Éric Toledano, repiten la fórmula con Especiales, cine amable de contenido más sentimental que social, cuyo reparto encabeza Vincent Cassel. Un entretenimiento agradable cuyo supuesto compromiso con las personas desfavorecidas, no obstante, tiene gato encerrado.
Especiales de Olivier Nakache y Éric Toledano
Intocable (2011) sigue siendo uno de los mayores éxitos de taquilla de la historia del cine europeo; sus dos directores, Olivier Nakache y Éric Toledano, intentaron repetir la fórmula con Samba (2014), triunfando solo a medias, y, tras intentar cambiar de tercio en su siguiente trabajo, La fiesta de la vida (2017), una comedia más alocada, ahora con Especiales vuelven a la carga con otra dramedia sentimental con cierto contenido social dirigida a toda la familia. ¿Sus películas se parecen entre sí por oportunismo comercial o porque son las historias que les gusta contar o ver? Dejando a un lado el juicio de intenciones, nos vamos a centrar en si su propuesta está en este caso bien planteada y bien resuelta.
En su favor se puede decir de Especiales que es exactamente lo que parece ser, una historia de buenos sentimientos que toca temas sociales, siempre dentro de la corrección política, sobre todo en aspectos relativos a la identidad, con un protagonista judío y otro musulmán, y que picotea en las vidas de varias personas aquejadas de trastornos severos del espectro autista que conllevan fuertes desequilibrios en su comportamiento, así como de los voluntarios de una ONG que los ayuda. Se agradece que no haya un exceso de histrionismo y que las escenas lacrimógenas estén adecuadamente repartidas durante el metraje sin saturar; también la aleja del telefilm el no desarrollar la previsible subtrama romántica. En resumidas cuentas, la película salva los muebles y, pese a ser manida y previsible, en ningún momento cae en la indignidad.
Los hombres que susurraban a los autistas
No obstante, su principal defecto es obvio, y no es tanto el parecerse a Intocable como el parecerse a demasiadas películas y series y volver a plantear el gastado cliché del promotor de una ONG como santo laico de altruismo inagotable. La película llega a coger el toro por los cuernos en su escena más interesante, en la que el funcionario encargado de inspeccionar el servicio ofrecido por la entidad sin ánimo de lucro acusa al protagonista de la función de Quijote ególatra que se considera salvador de los necesitados e incomprendido por una burocracia fría e ineficaz. Es curioso que, sin embargo, el guión no recoge el guante lanzado en esta escena, sino que antes y después insiste en el cliché pese a haber sido este puesto en evidencia por uno de sus propios personajes: y es que eso es exactamente lo que cuenta Especiales, un relato épico de un héroe que se enfrenta a una dificultad y unos adversarios y, tras sucesivos vaivenes, sale victorioso según los más clásicos esquemas del cine de Hollywood.
Por otra parte, la historia también sigue fielmente los cánones del pensamiento liberal, mostrando a la Administración como un ente rígido, sin empatía e ineficaz, y proponiendo como solución para las personas con más necesidades la caridad privada, presentada como iniciativa individual de un emprendedor de lo social, eludiendo cuestiones clave como la financiación y la gestión de la entidad, que en la película parece sacar dinero del aire y también funcionar por inercia, ya que su líder multitarea apenas tiene tiempo de pisar la oficina.
La denuncia de la problemática de las personas dependientes se convierte por lo tanto en un reclamo comercial para vender una historia correctamente contada pero en la que priman el entretenimiento y el espectáculo, no hay espacio para la reflexión y se acaba defendiendo un modelo social dañino para este colectivo, que además no pasa de ser tratado en la narración como comparsa para el lucimiento del héroe sin discapacidad; esto último sería, por cierto, también achacable a la celebrada Campeones. La normalización de las personas con problemas de cualquier tipo requiere empezar a mover ficha con respecto a este tipo de películas, que hace ya tiempo que perdieron su eficacia social.
Tráiler de Especiales en Español