Las niñas, opera prima de Pilar Palomero, es desde ya una de las películas importantes del cine español este año, tras su victoria en el Festival de cine de Málaga. Se trata de una historia autobiográfica, contada con mucha sensibilidad, sobre las alumnas de un colegio religioso femenino en la primera mitad de los años 90.
Las niñas de Pilar Palomero
Las alabanzas hacia el debut en la gran pantalla de la aragonesa Pilar Palomero han sido prácticamente unánimes, incluyendo el primer premio en la última y reciente edición del Festival de cine de Málaga. No es difícil comprender por qué, teniendo en cuenta que Las niñas se acoge a una tradición de películas que giran en torno a la infancia y la orfandad y que se podría decir que constituyen la columna vertebral del cine español de prestigio de los últimos 50 años, desde El espíritu de la colmena, en 1971, hasta Verano 1993, de Carla Simón, en 2017.
Pilar Palomero ha repetido la también exitosa jugada de Carla Simón: una historia costumbrista de tono tranquilo, construida a partir de miradas, gestos y silencios y donde cuenta más lo que no se dice que lo que se dice. Este estilo narrativo bebe de la tradición del cine de autor europeo, pero la mirada infantil teñida por la tristeza de la orfandad es una obsesión muy propia del cine español.
Infancia y orfandad: Entre Cría cuervos y Secretos del corazón
En las producciones de Elías Querejeta que podríamos decir que sentaron las bases de este subgénero de los huérfanos en los 70, como la mencionada El espíritu de la colmena, donde los padres están vivos pero ausentes, y Cría cuervos, la acción se situaba en la época contemporánea y se utilizaba a los niños, y sobre todo a las niñas, como espejo deformado que enfatizaba los absurdos y la torpeza emocional del mundo de los adultos para ofrecer un discurso sobre la sociedad de su momento.
En cambio, las nuevas directoras como Palomero y Simón se apartan del tiempo que les ha tocado vivir, echan la vista atrás y prefieren centrarse en la infancia en sí misma, no como reflejo de la sociedad adulta, sino intentando captar y transmitir la perplejidad y la inocencia de la mirada infantil, con nostalgia no de la época en la que transcurre la acción pero sí de esa pureza y de la intensidad de las experiencias de las niñas.
Naturalmente hay también diferencias notables entre Verano 1993 y Las niñas: la primera tiene un marcado carácter naturalista, se interesa mucho por el aspecto etnográfico, por la tierra, la naturaleza y la forma de vivir de una comarca, mientras que el costumbrismo de la segunda se sitúa fuera del espacio y casi del tiempo, configurando un universo femenino muy cerrado de niñas de uniforme y de monjas donde el mundo exterior se ve reducido a la mínima expresión. Los niños y los hombres adultos no existen, y ni siquiera se habla de ellos. Se equivoca quien pretende considerar esta película un retrato de la España de los años 90 porque el ambiente de colegio religioso casi congelado en el tiempo que muestra es tremendamente sesgado y su realidad bastante alejada de la que vivían otros muchos jóvenes de esa época.
La autora lleva a cabo una crítica hacia el oscurantismo en la educación. Educación entendida en el sentido más amplio de la palabra, no solo en el colegio sino también en el hogar y en el entorno. De hecho, es una historia de coming of age, de personajes que se sitúan entre la infancia y la adolescencia, que empiezan a hacerse preguntas y a cuestionarse las respuestas que reciben de los adultos.
Palomero, al igual que Carla Simón, muestra un gran talento, pero la continuación de la carrera de alguien que empieza contando historias basadas en su infancia, que no deja de ser un terreno muy próximo a la autoficción, es siempre una incógnita. Y la acogida tan favorable que tienen estas películas podría traslucir un ensimismamiento un tanto preocupante de la clase social culturamente dominante hoy en día, que parece poco interesada en el presente y complacida en lamer las heridas de su infancia. Ojalá estos nuevos cineastas comprendan la diferencia entre contar historias desde una óptica personal y hablar siempre de ellos mismos.
Tráiler oficial de Las niñas
