Que los guionistas son los que llevan la batuta (a la sombra) de una película es algo indudable. Sin un buen guión, no habría película. Dan Fogelman ha estado detrás de libretos tan buenos como ‘Cars’, ‘Bolt’, ‘Enredados’ o ‘Crazy, Stupid, Love’. Tras casi diez años a la sombra, Fogelman se lanza a la dirección con ‘Nunca es tarde’. Protagonizada por Al Pacino, Annette Bening, Jennifer Garner, Bobby Cannavale y Christopher Plummer, logró una nominación en la 73ª edición de los Globos de Oro.
Danny Collins se convirtió en una estrella del rock en los años 70. Tras toda una vida llena de excesos, triunfos y desenfrenos, celebra su septuagésimo cumpleaños con una carta escrita por John Lennon y que no le ha llegado hasta 40 años después. En ella, el mítico ex Beatle le anima a seguir componiendo sus propias canciones, algo que no hace desde su primer disco. Esa misiva la tomará como una advertencia e intentará dar un vuelco a su vida.
Paradójicamente, Fogelman se convierte en un cineasta conservador al traer la historia de una estrella del rock que tiene las típicas situaciones de un biopic: Grande leyenda que tiene una introspectiva personal y conflictos familiares y personales y cuenta con el apoyo de personajes carismáticos.
Sin embargo, el cineasta sabe abordar esos temas de manera digna, lograda y coherente. No arriesga pero tampoco defrauda. Con lo cual, basa su principal incentivo en su plantel de actores. Y, ciertamente, Al Pacino era el único que podía meterse en la piel de esta estrella del rock. El actor de ‘El padrino’ y ‘El precio del poder’ lleva un tiempo propio de retrospectiva, ejemplo de ellos son sus dos últimas producciones que han llegado a los cines españoles: ‘La sombra del actor’ y ‘Señor Manglehorn’.
En este caso, Pacino se aleja de su imagen de actor convertirse en una estrella del rock. Exagerado, histriónico, divertido, el actor demuestra a sus 75 años ser una auténtica bomba de energía. Lejos de parecer impostado, Pacino consigue transmitir la sensación de estar viendo a una vieja gloria de la música. Una clase magistral de interpretación que viene acompañada por otros actores de lujo: Annette Bening y Christopher Plummer. La actriz de ‘Conociendo a Julia’ consigue ser esa contraparte necesaria, la que canaliza todo ese torrente de emociones que es Al Pacino.
Con lo cual, ‘Nunca es tarde’ es una estupenda propuesta para entrar detrás de la vida de toda una leyenda. No se sale de los patrones, de acuerdo, pero sólo por ver a esos maestros demostrando estar más que dignos en sus papeles, y el ver que es una producción coherente provoca que en ningún momento se sienta que se ha perdido el tiempo. Un regalo para el público.
