Biografía de Sigrid von Richthofen
Sigrid von Richthofen nació en Berlín, Alemania en 1899 en una familia aristocrática. Era la sobrina del legendario Barón Rojo, Manfred von Richthofen, un famoso as de la Primera Guerra Mundial. A pesar de su linaje, Sigrid creció en un hogar disfuncional y enfrentó muchos desafíos en su vida personal. A los 19 años, se casó con el actor Kurt Bertram y se mudó a Estados Unidos para seguir su sueño de convertirse en bailarina.
En Estados Unidos, Sigrid comenzó a hacer pequeñas apariciones en espectáculos de vodevil y musicales. Aunque su carrera como bailarina no despegó, pronto descubrió su pasión por la actuación. En 1921, hizo su debut en el cine en la película "The Green Temptation" y luego se convirtió en una actriz muy solicitada en la década de los 20.
Shirley Mason y Sigrid von Richthofen (sentadas en la primera fila) y otros actores rodeando a Jackie Coogan en la fiesta de cumpleaños de Jackie, 1923.
Durante su carrera, Sigrid actuó en más de 30 películas, principalmente en papeles secundarios. Sus actuaciones recibieron críticas mixtas, pero su belleza y encanto natural la convirtieron en una de las estrellas más populares de la época del cine mudo.
A pesar de su éxito en Hollywood, Sigrid y su esposo tuvieron problemas personales. Tuvieron dos hijos, pero su relación era inestable y después de varios años de matrimonio, se separaron. También se rumoreaba que Sigrid estaba teniendo una aventura con el actor William Boyd, lo que causó un gran escándalo en la prensa.
Después de la llegada del cine sonoro, la carrera de Sigrid comenzó a declinar y se retiró del mundo del cine en 1932. Durante los siguientes años, tuvo algunos pequeños papeles en películas y trabajó como aprendiz de escenógrafa en el Teatro del Oeste en Los Ángeles.
En 1949, Sigrid regresó a su ciudad natal de Berlín, donde vivió con su hermana hasta su muerte en 1981. Aunque fue olvidada por la mayoría de la gente, Sigrid von Richthofen sigue siendo una figura fascinante en la historia de Hollywood, y su vida y carrera están inextricablemente ligadas al glamour y la elegancia de la Edad de Oro del cine estadounidense.